[Nfbespanol-talk] El Espíritu del Viaje: El Desafío del Conductor Ciego, y la Dirección de Nuestro Movimiento

Frida Aizenman aizenman at earthlink.net
Wed Sep 28 22:46:01 UTC 2011


Braille Monitor

Volumen 54, Número 8

Agosto/Septiempre

Gary Wunder, Redactor

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[LEYENDA DE LA  FOTO: Mark Riccobono] 

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El Espíritu del Viaje: El Desafío del Conductor Ciego, y la Dirección de Nuestro Movimiento
por Mark A. Riccobono

Nota del redactor: la tarde del miércoles, 6 de julio, Mark Riccobono, director ejecutivo del Instituto Jernigan de la Federación, y el conductor ciego que hizo historia en el autódromo de Daytona International Speedway, el 29 de enero del 2011, llegó a la plataforma para poner en su lugar la prospectiva de su realización ese día, y nos desafió a todos a continuar nuestro viaje hacia una nueva comprensión de libertad e independencia. Esto es lo que dijo:

A menudo se ha dicho que el éxito es un viaje, no un destino.
Igualmente cierto es la observación de que la independencia es un viaje, no un destino. También vale la pena señalar que el elemento esencial del viaje es el espíritu con el que se emprende. Nosotros, en la Federación Nacional de Ciegos, hemos emprendido un viaje para ampliar los límites de la independencia. En el proceso, hemos tenido que lidiar con la evolución de nuestra propia filosofía sobre la ceguera, y la forma en que se aplica en el mundo que nos rodea. ¿Sin el viaje, se puede alguna vez llegar al destino de la independencia?¿Con nuestra experiencia, podemos definir las características de este punto final? ¿En nuestro viaje, hemos llegado a nuestra parada final?


Durante las siete décadas de la Federación, hemos establecido una filosofía de empoderamiento que articula lo que sabemos que es la verdad sobre la ceguera. Al poner la filosofía en los programas de entrenamiento, y poner las pruebas de los límites de nuestras creencias acerca de la ceguera, hemos creado una tremenda base de conocimientos sobre las posibilidades de nuestro propio futuro. Esa base de conocimiento siempre ha incluido algunas de las nociones fundamentales y pragmáticas de la ceguera. Hemos dicho que, con entrenamiento adecuado y oportunidad, los ciegos pueden competir en condiciones de igualdad con los videntes en cualquier aspecto de la vida, con la excepción de conducir un coche, por supuesto. Con confianza declaramos que el ciego promedio es capaz de realizar el trabajo promedio en la carrera promedia o llamado, en el supuesto de que no está conduciendo un vehículo. Estas son las cosas que dijimos en el pasado, y estas demuestran nuestro optimismo con comprensión de las posibilidades, y nuestro pragmatismo sobre las desventajas de la ceguera. Por eso, algunos han pensado que el Desafío del Conductor Ciego, Blind Driver Challenge, es un esfuerzo equivocado que va en contra de nuestra filosofía de la ceguera. Después de todo, lo hemos logrado en la búsqueda de alternativas a la conducción, y cualquier dificultad que tenemos en esta área es un mero inconveniente. ¿Es la independencia un destino que hemos alcanzado, o hay algo más en el espíritu del viaje?

 

¿Qué pasaría si nos dirigimos más allá de la zona cómoda, en la que creemos que nuestra independencia se detuvo? Si podemos comenzar a demostrar que lo prácticamente imposible en la práctica podría ser posible, haría trizas nuestra comprensión del destino de la independencia, y ampliaría los límites de un nuevo lugar indefinido. El poder de esta idea se ha visto muchas veces a lo largo de la historia, tanto dentro de nuestro movimiento como por el resto de la sociedad.


Tomemos por ejemplo las leyes matemáticas del movimiento, y la formulación de la ley de la gravitación universal que Isaac Newton había codificado en el siglo XVII. El marco de Newton tenía la teoría de que el espacio y el tiempo son universales absolutos, e independientes del movimiento de los cuerpos en el espacio. La ciencia de los siglos se vio limitada por los principios de Newton. Sin embargo, Albert Einstein se atrevió a ser imaginativo, y concluyó que había un modo alternativo de percibir las posibilidades de tiempo y espacio. Se atrevió a innovar, a pesar de que casi nadie tomó su idea en serio. Fué donde su corazón y su mente lo llevaron, en lugar de elegir el enfoque dogmático de sus colegas científicos. La persistencia de Einstein condujo a la creación de la teoría de la relatividad, basada en la idea de que sólo el movimiento relativo se puede medir. Las consecuencias de esta idea eran profundas e hicieron trizas la concepción newtoniana del mundo, y tanto el espacio como el tiempo ya no son absolutos.


Lo mismo es cierto para los absolutos clásicos de la ceguera. Hemos estado haciendo trizas los bien establecidos conceptos de la ceguera durante siete décadas.
Al mismo tiempo, hemos estado refinando los nuevos modelos de creación que hemos creado. Comenzamos por enseñarnos a nosotros mismos el tener altas expectativas e ir más allá de los límites de la falsa visión clásica de la ceguera. Nosotros, rápidamente comenzamos a probar nuestras propias suposiciones y nos enteramos de que nuestras propias percepciones también tenían limitaciones que tal vez no pueden ser verdad. Aprendimos que, desafiándonos unos  a otros, acerca de nuestra propia independencia, nos encontraríamos con nuevas oportunidades. Este es el espíritu del viaje.


Dimos un gran paso hacia adelante cuando establecimos el entrenamiento formal de programas en base de nuestra comprensión de la ceguera. Esto probó los límites de lo que sabíamos acerca de la ceguera, estableció una nueva confianza en nuestra capacidad para dirigir nuestro propio futuro, y ha creado algún tipo de diálogo vigoroso sobre lo que podría significar. Los primeros estudiantes dejaron los programas de entrenamiento, y retaron la noción de la Federación sobre la independencia. A medida que los estudiantes se convirtieron en el liderazgo en la Federación, establecieron nuevos programas que enseñan a otros la confianza y habilidades para poner a prueba aún más los límites y, lo más importante, ha alimentado el espíritu del viaje. Cada generación de la Federación, ha pasado a la siguiente, la comprensión de empoderamiento sobre la ceguera, así como la obligación de seguir empujando los límites. Por esta razón, para mantener fé con aquellos que vinieron antes que nosotros, imaginamos y construímos el Instituto Jernigan de la Federación, como una expresión física de nuestro compromiso de hacer lo mismo por nosotros y para las generaciones futuras.


También hemos aprendido que el camino no está del todo definido por lo que hacemos. La sociedad sigue evolucionando, y los avances en la tecnología han cambiado los medios de interacción con los sistemas de todos los días, y entre unos con otros. El destino final no se ha logrado. Hemos tenido éxito debido a que hemos adoptado el espíritu del viaje, probando los límites de nuestra propia independencia en el cambiante mundo que nos rodea. Es por eso que elegimos emprender el desarrollo de nuevas tecnologías que tienen el potencial de ampliar nuestra independencia, allá donde pensámos que era posible. Esta es la razón por la que insistimos en que las tecnologías que se construyen hoy en día, se construyan con acceso desde el comienzo. Es por eso que exigímos que el sistema educativo esté disponible para que apliquemos nuestros talentos únicos en la adquisición de conocimientos. Es razón por la que, ya no estamos dispuestos a esperar a que alguien más se acuerde de nosotros.
Conocemos muy bien el espíritu del viaje, y tenemos la intención de participar plenamente y liderar en la conducción hacia el futuro.


El 29 de enero me dirigí hacia la línea de partida del famoso autódromo de Daytona International Speedway. Rodeado de periodistas, estreché la mano del presidente de la Federación Nacional de Ciegos, y del congresista John Mica de los Estados Unidos, que me había entregado una llave. Cerca de allí, un Ford Escape equipado con las tecnologías visuales se encontraba estacionado. En ese momento, me creía ser una persona exitosa, que sucede que, es ciego. Creía que entendía la naturaleza de la independencia. Creía que un aspecto determinante de mi independencia como persona ciega es el grado en que acepté la responsabilidad de ser un conductor en lugar de ser un pasajero. El significado de conductor es hacerme cargo de mi propia vida, la internalización de la verdad sobre la ceguera, y la búsqueda de las habilidades necesarias para el éxito. Más tarde ese día, "conductor" tuvo un ampliado significado en mi vida.


Me subí al vehículo, me abroché el cinturón de seguridad, y adjunté las interfaces no visuales que se utilizan para recibir información que necesitaba para conducir el coche a través de 1.5 millas en el curso de la carretera. Mientras estaba sentado en el asiento del conductor esperando el visto bueno para comenzar nuestro camino histórico, sabía que diez minutos más tarde, el mundo sería diferente. Sin embargo, habían ciertos aspectos de la experiencia que no había previsto. El principal de ellos fué la corriente de diálogo durante días y semanas después de lo que "Mark Riccobono" (o, si eran muy intensos, "Mark Anthony Riccobono") hizo o no hizo en la pista de Daytona en ese día soleado en enero.


Durante las semanas posteriores a la conducción en Daytona, pasé considerable tiempo hablando con los miembros de los medios de comunicación sobre el trabajo de la Federación Nacional de Ciegos y el impacto de nuestro Desafío del Conductor Ciego, Blind Driver Challenge.
Mientras tanto, listas de correo electrónico, y otros foros estaban ardiendo con el debate acerca de cuán real La conducción había sido, y lo que significaba para nosotros. "Él  podría fácilmente haber memorizado la  pista". " Claro que podía conducir en esa ruta ya que había practicado en ella; permítanos conseguir que esté en un lugar desconocido y ver cómo le va." "Si esto es tan bueno, permítanos  llevarlo a la calle y probarlo. "Y" Google ya está en desarrollo de un coche autónomo; tengo mucha más fé en la tecnología de Google, de lo que yo tengo en mí mismo como persona ciega." Fué difícil de leer parte de la correspondencia y no responder, después de todo, yo era el Conductor ciego, y podía dejar las cosas claras sobre lo que ocurrió en la pista de Daytona. Muchos Federacionistas habían respondido, y lo hicieron con articulaciones muy atentas de la independencia y el espíritu de nuestro viaje.


Hay algo importante que aprender del diálogo que persistió después de la conducción en Daytona. No me refiero a la charla de los escépticos que no querían que tuviéramos éxito en primer lugar. Estas son las personas que se sientan en el banquillo y critican el trabajo de la Federación sin poner sus energías en lograr avances con nosotros. Para ese grupo, la crítica se trata de proteger su condición de dejar de lado, cuando en realidad hicimos algo que nunca creyeron que podíamos hacer. Ellos van a seguir para encontrar defectos con esto, y con la mayoría del resto de lo que hacemos porque no tienen la imaginación y la energía para participar con nosotros en el viaje, incluso, a pesar de que se benefician de nuestros esfuerzos. Yo estoy pensando en el resto de nosotros que hemos luchado para entender cómo este momento en la historia encaja en nuestra filosofía, y forman nuestro progreso. Para nosotros, esto es una continuación de la conversación que hemos tenido durante décadas en relación con el viaje de la independencia. De hecho, considero que el diálogo actual es una demostración de la fuerza de nuestro movimiento, y de la unidad de nuestro propósito.


Uno de los importantes beneficios de nuestra demostración del Desafío del Conductor Ciego, Blind Driver Challenge, es el amplio alcance de la cobertura de los medios de comunicación, y las imágenes positivas de la ceguera distribuidas por todo el mundo. La imagen de la ceguera que nos ha metido en la corriente principal este año, es alguno del mejor trabajo que hemos hecho para hacer trizas a los conceptos erróneos acerca de la capacidad de las personas ciegas. A pesar de que se ha cambiado percepciones, de por lo menos millones, haciendo una pausa, y tomando nota, me atrevería a afirmar que la mayoría de la lección importante es el cambio en nuestra manera de pensar acerca de los límites de la independencia, y la dirección de nuestro futuro.


Ahora tengo el honor de ser "el conductor ciego", y he leído lo que se ha sugerido sobre el significado de esa conducción en Daytona. Rechazo mucho de lo que se ha especulado acerca de nuestro trabajo y nuestras motivaciones. He estado en el centro del proyecto, y tengo un gran sentido de lo que es un hecho y de lo qué es ficción. Sólo para dejar las cosas claras, Mark Anthony Riccobono condujo un coche en la pista de Daytona. Me senté en el asiento del conductor, empujé el acelerador, utilicé la información de los guantes en las manos para tomar decisiones sobre cómo maniobrar el coche, y reaccioné a la estática y a los obstáculos dinámicos en tiempo real. He observado la reacción del vehículo a mi movimiento del volante, hice los ajustes, y supervisé el entorno circundante. Conduje el coche de forma segura, mientras que, activamente, estaba decidiendo reconocer o ignorar a los espectadores. Esto incluyó el ignorar a los espectadores que gritaban direcciones falsas en un esfuerzo por afectar la confianza en mí mismo, y afectar la tecnología que habíamos construido. Es probable que haya conocido a algunas de esas mismas personas viajando en las calles de su comunidad local. Sentí una gran alegría cuando pasé por en frente de los  400 miembros de la Federación Nacional de ciegos, que estaban aclamando en voz alta mientras el coche se acercaba, y apliqué el freno un poco, y reconocí el momento con un pito. Yo me acerqué, y exitosamente logré evitar cajas arrojadas frente al coche.
Para evitar esas cajas, utilicé técnicas nuevas y antiguas que hemos desarrollado.
Las interfaces visuales nuevas se utilizan para recopilar información necesaria en tomar ajustes a la dirección del coche. Al mismo tiempo, escuché por el cambio en el ruido de los neumáticos causado por venir cerca, y moverme más allá de un objeto, una técnica antigua que aprendí de un instructor del viaje de bastón durante el entrenamiento en el centro para ciegos, Colorado Center for the Blind. A medida que empujé el acelerador, y maniobré el coche pasando a una camioneta que también estaba circulando por la pista, de nuevo pité (esta vez sin disminuir la velocidad). Cuidadosamente había guiado el coche a través de una apertura en una línea de barriles, traje el coche a una parada, y cambié en el parqueo. A lo largo de toda la experiencia, Me senté en el coche solo, pero, cuando terminé, en el viaje de independencia había una nueva dirección.


Esa conducción no me hizo más independiente. Esa conducción no, de repente, hizo posible que miles de personas ciegas lograran un mayor nivel de independencia, al menos no inmediatamente. Sin embargo, esa conducción que tomamos juntos en Daytona es un símbolo del espíritu del viaje que hemos decidido llevar a cabo. Esa conducción hace trizas el cómodo entendimiento que pensamos que teníamos sobre nuestra propia independencia, una independencia que, algunos de nosotros pensábamos que era un destino. Nuestra campaña en Daytona inyecta incertidumbre en nuestro viaje, una incertidumbre que nos desafía a nosotros y al resto de la sociedad. Si el desafío se supera con el espíritu del viaje, con certeza ampliaremos nuestra imaginación más lejos, y nos aventuraremos hacia adelante en caminos aún no probados.


Pasé por las luchas internas en relación con el mismo proyecto del Desafío del Conductor Ciego, Blind Driver Challenge, que se han expresado en las conversaciones a través de la Federación durante el año pasado. ¿Qué significa esto? ¿cuál será el resultado en cuánto hacia dónde queremos ir? ¿cuál será el fín? y ¿cómo vamos a avanzar en nuestro trabajo? Si dejáramos de hacer estas preguntas, sería dejar de lado el espíritu del viaje, y no mantendríamos la fé en los Federacionistas que han hecho estas preguntas posibles. Mi entendimiento se comenzó a cristalizar, a medida que he observado y participado en las pruebas de la tecnología del conductor ciego. El Doctor Maurer comenzó el patrón de pensamiento que ha llevado a la vida al Desafío del conductor ciego, Blind Driver Challenge. Comenzamos con que casi nadie creía que él hablaba en serio. Cuando llegó el momento de empezar a probar la tecnología en la carretera, él estaba en el frente de la línea preparado para poner a prueba su propia visión para el futuro. Estaba interesado en lo que podía hacer con la tecnología, así como lo que otros pueden hacer con élla. El Doctor Maurer nos reta, pero también espera que se le desafíe. Esta es la forma de avanzar en nuestro movimiento. Este ejemplo nos retó para trabajar arduamente, hacer preguntas difíciles, e instar a los ingenieros a hacer cambios basados en nuestra experiencia con la tecnología. Nuestro progreso se aceleró por el espíritu del viaje que observamos en el deseo del Doctor Maurer para poner a prueba los límites de la independencia. A pesar de que comenzamos creyendo que el destino era el objetivo, nuestro trabajo del conductor ciego nos enseñó que el viaje es el elemento esencial de nuestra organización. Habíamos entendido esto bien para cuando llegamos al frío día de enero, cuando Anil Lewis y yo, le dijimos a los ingenieros que era hora de salir del coche. Nunca olvidaré la sensación de que por primera vez conduje con el radio encendido, las ventanillas bajadas (a pesar de que era A mediados de enero), y sin nadie más en el coche. No importaba si hubo un destino en particular en esa conducción, o cualquier conducción que haya sucedido desde entonces. La historia puede observar que hubo una vez un conductor ciego en Daytona, pero, si seguimos manteniendo la fé en la historia de la Federación, el registro futuro marcará la ocasión como una primera vez, en vez de un incidente aislado, un principio de un viaje. ¿A dónde queremos ir la próxima vez? Permitan que el espíritu del viaje nos guíe.


El día después de nuestra conducción en Daytona, mi familia y yo nos preparamos para ir al desayuno. Mi hijo se volvió hacia mí con cariño y sinceridad y me preguntó si iba a conducir hoy. No sé cuando el siguiente viaje familiar por carretera va a pasar conmigo al volante, pero sé que el Desafío del Conductor Ciego, Blind Driver Challenge, nos ha enseñado más información sobre el espíritu del viaje que cualquier otra cosa que hemos experimentado. Sé que, si no somos parte del equipo de ingeniería mañana, entonces, nuestra participación en el futuro sólo será una idea de último momento. Sé bien la fé que debemos tener unos con otros al continuar desafiándonos a nosotros mismos para encontrar un nuevo nivel de independencia. Y he sido testigo de esa misma comprensión en Federacionistas a través del país en la correspondencia que ha llegado desde nuestra campaña en Daytona. Hermanos y hermanas, nos hemos prometido unos a otros que sabemos quienes somos y nunca volveremos atrás. Prometamos ahora también impulsar hacia adelante el futuro, y transmitir el espíritu del viaje.
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