[Nfbespanol-talk] No Más Salarios por Debajo del Salario Mínimo: ¡El Tiempo Es Ahora

Frida Aizenman aizenman at earthlink.net
Fri Sep 30 22:09:21 UTC 2011


Braille Monitor

Volumen 54, Número 8

Agosto/Septiembre, 2011

Gary Wunder, Redactor

 

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[LEYENDA DE LA FOTO: Fred Schroeder en el podio] 

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No Más Salarios por Debajo del Salario Mínimo: ¡El Tiempo Es Ahora!
por Fredric K. Schroeder

Nota del redactor: la mañana del viernes, 8 de julio, el Primer Vicepresidente de la Federación, y ex comisionado de la Administración de Servicios de Rehabilitación, Fred Schroeder, hizo una presentación con un grupo, sobre el trabajo, con un ardiente discurso, y expuso las injusticias de los salarios por debajo del salario mínimo para personas con discapacidad. Esto es lo que dijo:

El Martes, 29 de octubre, de 1929, [Martes Negro,] una caída de la bolsa de valores sin precedentes en el precio de las acciones sacudió a Estados Unidos hasta sus cimientos.
Sin previo aviso, la nación se encontraba en las garras de una economía desastrosa, que más tarde sería conocida como la Gran Depresión. De un día para otro, millones de estadounidenses perdieron sus ahorros, y millones perdieron sus puestos de trabajo. El desempleo aumentó al 25 por ciento, y nadie sabía cuando, o si la economía se recuperaría.


Desde las profundidades del desempleo, el hambre y la desesperación, los estadounidenses miraron hacia la elección presidencial de 1932 para un cambio de liderazgo, un cambio en dirección, y un rayo de esperanza. Ese año, en su discurso de aceptación de nominación presidencial Democrática, Franklin Roosevelt dijo, "Yo les hago una promesa, y me hago una promesa a mí mismo, de que me comprometo a un nuevo acuerdo para el pueblo estadounidense." Así que, comenzó una serie de reformas agresivas para que la economía de Estados Unidos se pusiera de nuevo en camino, y a sus ciudadanos deregreso al trabajo. Sin embargo, tan desesperadamente como los estadounidenses necesitaban puestos de trabajo, necesitaban empleos que ofrecieran un salario de subsistencia, lo que Roosevelt llamó, "Un día justo de pago por un día de trabajo justo." A consecuencia, el presidente Roosevelt, como parte central del Nuevo Acuerdo llevó a cabo una reforma radical de las leyes laborales en la nación.


En 1938, el Congreso aprobó la Ley de Estándares Laborales Justo, Fair Labor Standards Act. La Ley incluía numerosas reformas; sin embargo, es más recordada por el establecimiento del salario federal mínimo. El Presidente Roosevelt caracterizó la Ley de los Estandáres Laborales Justos, como "el programa para videntes, de más largo alcance para beneficio de los trabajadores nunca antes adoptado en este, o en cualquier otro país." Sin embargo, el salario mínimo no era para todos: no era para los ciegos, y no era para otros con discapacidad. En 1938, la Ley de Estándares Laborales Justos había permitido a los trabajadores ciegos y a otras personas con discapacidad el recibir un salario por debajo del salario mínimo, lo que significaba que para los ciegos y para otras personas no seguía siendo mínimo en absoluto.


La Ley de Estándares Laborales Justos, Fair Labor Standards Act, con su provisión de salarios por debajo del salario mínimo, reflejaba las creencias de la sociedad y las hipótesis sobre el impacto de la discapacidad en la productividad de un individuo. Mientras que a otros se les garantizaba el salario mínimo, las personas con discapacidad tenían que demostrar su valía. Ese fué el modo de pensar en el año 1938, y, teniendo en cuenta las actitudes del día, no es sorprendente. Lo sorprendente es que en la actualidad, setenta y tres años más tarde, la ley sigue tolerando salarios por debajo del salario mínimo  para las personas ciegas y para otras personas con discapacidad. Pero eso debe terminar. Así como hicimos un llamado en el proyecto de ley 2011-17, es el momento de aprobar el salario justo para los trabajadores con discapacidad y actuar. No más salarios por debajo del salario mínimo: ¡el tiempo es ahora!


Los defensores del sistema de salarios por debajo del salario mínimo argumentan que algunas personas tienen, tales discapacidades complejas, que en verdad son incapaces de trabajar competitivamente. Dicen que, a pesar de su limitada capacidad, ellos merecen la oportunidad de ser tan productivos como sea posible. Y, se nos dice, que el sistema de salarios por debajo del salario mínimo permite a las personas, a las personas con discapacidades mayormente significativas, trabajar y ser pagados de acuerdo a su productividad. Además, dicen, nadie es obligado a ir a un taller cerrado. Es una opción, una elección, ¿pero lo es realmente?


Antes de 1938, con aplastamiento en el desempleo, los estadounidenses estaban tan desesperados por puestos de trabajo, que iban a trabajar, prácticamente, por cualquier salario bajo, en cualquier condición. Ellos no decidieron enviar a sus hijos a trabajar en las fábricas. No eligieron trabajar en fábricas de explotación. No eligieron bajos salarios y largas jornadas. No eligieron condiciones de trabajo inseguras. No tenían otra opción. Tenían que tomar lo que podían conseguir. Lo mismo es cierto para los trabajadores de hoy en día con discapacidad.


Con una tasa del 70 por ciento de desempleo, hay demasiada gente con discapacidad que se enfrenta a la elección de Hobson, de trabajo cerrado, o no trabajar. Al igual que con la era de la Depresión, los trabajadores de la década de 1930, los trabajadores de hoy con discapacidad no pueden simplemente irse, ya que no hay otro lugar adonde ir.
Deben trabajar por un salario bajo cualquier condición, o no trabajar en absoluto. Como sabemos, el Presidente Roosevelt contrajo la polio cuando era niño y, a consecuencia, había tenido un uso limitado de sus piernas. Irónicamente, si no hubiera nacido en la riqueza y el privilegio, bien podría haber terminado trabajando con un salario por debajo del salario mínimo pagado de acuerdo a la evaluación de alguien sobre su productividad, en lugar de convertirse en presidente de los Estados Unidos.


La cuestión no es si hay personas con discapacidades complejas, que afecta su productividad; la pregunta es si se trata de requerimientos justos y equitativos para las personas con discapacidad al tener que  demostrar su valía y de hacerlo mediante realización de trabajo repetitivo que adormece la mente. A las personas con discapacidad no se les da trabajo servil, monótono, debido a que es el único trabajo que pueden hacer, sino porque es el trabajo que se ajusta a las bajas expectativas de la sociedad. No hay justicia en la que se requiere que las personas con discapacidad demuestren su valía, mientras que a otros se les garantiza el salario mínimo. El tiempo ha llegado de aprobar la Ley del Salario Justo para los Trabajadores con Discapacidades, Fair Wages for Workers with Disabilities. No más salarios por debajo del salario mínimo: ¡el tiempo es ahora!


Hace años, conocí a una mujer ciega que trabajaba en un taller cerrado. Además de la ceguera, tenía parálisis cerebral, dándole un uso limitado de uno de los lados de su cuerpo. ¿Su trabajo? Trabajó en montaje de goma grande y pesada de colchonetas, un trabajo físicamente exigente. Le pagaron por pieza, basado en el número de colchonetas que pudiera montar todos los días. Le pagaron de acuerdo con su productividad, llevándose a casa menos de $6 por el trabajo de dos semanas. Ah, y por si acaso, ella tenía un título universitario. Es evidente que, muy pobremente, el trabajo no lo hizo. No reflejaba su capacidad, sino que sus limitaciones físicas. Sin embargo, nadie se preguntó si tenía sentido que ella estubiera haciendo montaje de goma grande y pesada de colchonetas. Nadie se preguntó si otro puesto de trabajo podría ser una mejor opción, dada su educación y sus intereses.
El taller cerrado hace colchonetas, y ese fué el trabajo que le dieron.


En 1986, me convertí en el primer director ejecutivo de la recién creada, Comisión para Ciegos de Nueva México, New Mexico Commission for the Blind. Uno de los programas que había sido transferido a la nueva Comisión, fué un taller cerrado. Como nuevo director, la primera política que emití, fue eliminar el pago de salario por debajo del salario mínimo. Me dijeron que mis acciones fueron irresponsables, que el taller iría a la quiebra, y que tendría que cerrar sus puertas, dejando a los trabajadores fuera en el frío sin tener adónde ir. Sin embargo, el taller cerrado no quebró, incluso, cuando comenzamos a pagar mejores salarios, incluso cuando comenzamos a pagar en el sistema de Seguro Social, incluso cuando comenzamos a ofrecer vacaciones y licencia por enfermedad, incluso cuando empezamos a proporcionar beneficios de jubilación.


Entonces, ¿cómo nos mantuvimos a flote? ¿Cómo seguimos obteniendo ganancias? Comenzamos con la suposición de que las personas ciegas podrían ser competitivas. Asumimos que era la responsabilidad de la administración el encontrar contratos que dan ganancias, y eliminar los que no daban ganancias. Se analizó si los puestos de trabajo disponibles en el taller , en su mayoría de costura industrial y montaje, eran considerados por los trabajadores como adaptables a sus habilidades e intereses; y cuando no lo eran, ayudamos a los trabajadores a encontrar otros empleos, empleos en la comunidad. Ayudamos a la mujer que trabajaba en el montaje de goma grande y pesada de colchonetas, a establecer en su casa, un contestador telefónico de servicios empresariales, uno mejor a la altura de su habilidad y entrenamiento, y uno en el que podía ganar un buen sueldo , un salario competitivo , no un salario pagado por pieza, salario por debajo del salario mínimo.


Pero, se preguntarán ustedes, ¿cuán grande es el problema realmente? ¿A cuántas personas con discapacidades se les paga por debajo del salario mínimo? De acuerdo con el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, en el 10 de noviembre del 2010, aproximadamente 2.552 empleadores mantenían certificados especiales de salario por debajo del salario mínimo. Pero eso no significa que sólo hay 2.552 personas a las que se les paga por debajo del salario mínimo, vergonzoso como el número es. El número real es mucho mayor, mucho más grande. Un certificado no se exije para cada individuo. Muchas de las personas pueden ser pagadas salarios por debajo del salario mínimo bajo un certificado de salario por debajo del mínimo. El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos estima que bajo los 2.552 certificados de salario por debajo del salario mínimo, a aproximadamente 368.106 personas con discapacidades se les paga menos del salario mínimo. Más de un tercio de un millón de personas. Y prácticamente no hay supervisión. Lo último que supe es que sólo tres inspectores federales fueron asignados para monitorear el pago de salarios por debajo del salario mínimo de los 368.106 trabajadores con discapacidad.


¿Así que, es la respuesta, el contratar más inspectores? No. El problema ha sido y sigue siendo que la exención de salarios por debajo del salario mínimo, se basa en la cuestionada suposición de que los ciegos y otras personas con discapacidad deben demostrar su valía, mientras que las personas sin discapacidad tienen asegurado el salario mínimo. El sistema de salarios por debajo del salario mínimo tiene sus raíces en bajas expectativas, Que opera con poca supervisión y aún, mucha menos rendición de cuentas. Al decidir la productividad de un individuo, nadie se pregunta si la persona ha recibido un entrenamiento adecuado. Nadie se pregunta si a la persona se le ha dado el apoyo necesario y las adaptaciones para reflejar su capacidad de manera justa. Nadie cuestiona la exactitud de los estudios de tiempo utilizados para determinar el salario del individuo. Nadie se pregunta si otros puestos de trabajo podrían ser más adecuados a las fortalezas e intereses del individuo. Y nadie se pregunta si podría haber un conflicto de interés. Si es justo encomendar, a la misma entidad que puede beneficiarse de mantener los salarios bajos, con el trabajo de decidir la productividad del individuo.


Y el gobierno federal apoya y fomenta el sistema mediante la concesión de contratos federales no competitivos bajo la Ley de  Javits-Wagner-O'Day. Para trabajar en estos contratos, un individuo debe ser legalmente ciego, o debe tener una discapacidad física o mental que "constituye un impedimento substancial al empleo, y es de tal naturaleza, que pueda evitar que el individuo bajo tal discapacidad participe en condiciones normales de competencia de empleo. "Pero, ¿quién decide que un individuo es incapaz de participar en "El empleo de competencia normal"? El taller lo hace. ¿Y quién decide la productividad del individuo? El taller lo hace. ¿Y quién decide el número de horas que una persona puede trabajar cada semana? El taller lo hace. ¿Y quién supervisa el sistema de salarios por debajo del salario mínimo? Esencialmente nadie.


Es hora de acabar con los salarios por debajo del salario mínimo para las personas ciegas y con otras discapacidades. Es hora de poner fín al abuso, es hora de terminar con la explotación; y es hora de acabar con las actitudes que perpetúan la custodia de bajas expectativas, la idea de que los ciegos y otras personas con discapacidad deben demostrar su valía. Es hora de poner fín a la esclavitud económica de los ciegos y de otros, y sin duda, es hora de acabar con la protección del gobierno federal, de un sistema defectuoso que opera en nombre de la caridad y la bondad. Es hora de aprobar la Ley del Salario justo para los Trabajadores con Discapacidades, Fair Wages for Workers with Disabilities Act. No más salarios por debajo del salario mínimo: ¡el tiempo es ahora!
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