[Nfbespanol-talk] Nfbespanol-talk Digest, Vol 65, Issue 2

victor victorvargas at speedy.com.pe
Sat Jan 5 18:43:38 UTC 2013


		¡Gracias por los Libros!
Homenaje de ULAC al conmemorarse este 4 de enero  204 años del nacimiento de
Luis Braille
1809 - 2013

"El libro es el lugar de encuentro, en silencio, de dos mentes, una 
siguiendo los pasos de otra, pero invitada a imaginar, a debatir en una 
reflexión, diferente de un encuentro personal". (John Updike).

"En la escalera de la vida, ¡los peldaños deben estar hechos de libros!" 
(Dorina de Gouvêa Nowill).

"El libro es el alimento de la juventud y el consuelo de la vejez. "(Homero)


"Aquellos que intentan aprender sin libros, están cargando agua en un 
cántaro roto". (Austin Dobson, poeta)

Los pensamientos de estas cuatro personalidades muestran cómo los libros 
fueron siempre y continúan siendo importantes en la vida de todos los seres 
humanos, y desde la Comisión Braille Latinoamericana (CBL) los elegimos 
para homenajear a Louis Braille, cuyo aniversario 204 conmemoramos este 4 de

enero.

Gracias a él, desde 1825 las personas ciegas de todo el mundo se han ido 
convirtiendo en protagonistas de sus propias historias y han comenzado a 
ejercer su ciudadanía con dignidad, autonomía e independencia.



Al celebrar esta fecha tan significativa, la ULAC insta a todas las 
organizaciones afiliadas y amigas, a los padres y educadores de niños y 
jóvenes ciegos, a las autoridades y a la sociedad en general, a producir y 
promover la publicación de libros en Braille.



Al ofrecer libros de texto con la calidad necesaria, estaremos abriendo 
horizontes para los jóvenes ciegos de nuestra región y brindando el más 
hermoso de los homenajes a Louis Braille.



Regina Fátima Caldeira de Oliveira, Norma Toucedo, Juan José Della Barca y 
Lucía Pestana.



Comisión Braille Latinoamericana



Unión Latinoamericana de Ciegos



Mercedes 1327, Montevideo - Uruguay.
Tel: (+598) 2901 9797 int. 22.
Correo: ulac at ulacdigital.org
Web: www.ulacdigital.org
Twitter: @ulacdigital
Facebook: Unión Latinoamericana de Ciegos





 


Víctor Hugo Vargas chávarri.
Banco Mundial - PMELPO.
"Por un mayor acceso a la justicia" 
Teléfonos 7130389 C. 997878707.
e-Mail: victorvargas at speedy.com.pe vvargas at pmsj.org.pe

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Asunto: Nfbespanol-talk Digest, Vol 65, Issue 2

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Today's Topics:

   1. Newel Perry, entrevista realizada por Willa Baum (Frida Aizenman)


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Message: 1
Date: Fri, 4 Jan 2013 15:08:06 -0800
From: "Frida Aizenman" <aizenman at earthlink.net>
To: "DISCUSION DEL NFB Y ASUNTOS DE CEGUERA EN ESPANOL. Discussion
	ofthe NFB	and blindness matters in Spanish."
	<nfbespanol-talk at nfbnet.org>
Subject: [Nfbespanol-talk] Newel Perry, entrevista realizada por Willa
	Baum
Message-ID: <629739B842C84D7598D6C71C842CDE1D at DDTM62C1>
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De Gary Wunder, Redactor de la revista Braille Monitor

Gracias al federacionista Bryan Bashin, recientemente hemos recibido una
copia escaneada de una entrevista en profundidad, con Newel Perry, realizada
por Willa Baum en Berkeley, California en 1956.



Newel Perry y el Consejo de California para Ciegos, California Council for
the Blind

Introducci?n

California, en particular la zona de la Bah?a, ha sido el lugar central de
un movimiento social interesante y posiblemente prof?tico, la
auto-organizaci?n de personas ciegas para promover la idea de que, dado
entrenamiento adecuado y oportunidades de empleo, la mayor?a de las personas
ciegas pueden llegar a ser auto-suficientes e independientes, sin necesidad
de otros servicios caritativos.
Instituciones y agencias para ciegos, generalmente encabezadas por personas
videntes, han tenido una larga historia, que comenz? en Europa y continu? en
los Estados Unidos, especialmente en la Costa Este. Estas agencias, ya sean
gubernamentales o privadas, tratan de ayudar a los ciegos, al proporcionar
una educaci?n general y los medios de ense?anza tales como libros en
relieve; tambi?n mediante la ense?anza de artesan?as; tal vez mediante el
establecimiento de talleres cerrados, donde los ciegos pueden ganar un poco
de dinero; y, al proporcionar instalaciones recreativas. Los ciegos admiten
que estos son objetivos dignos, pero algunos de los l?deres han considerado
que estas agencias est?n trabajando realmente, en lugares para los bien
intencionados que est?n casados con la idea de que los ciegos son y deben
permanecer desvalidos y dependientes y, en efecto, que su misma falta de la
vista los hace de alguna manera menos mentalmente competentes que el resto
de la poblaci?n.
En la Costa Oeste, un erudito ciego de la matem?tica en la Universidad de
California, Newel Perry, estaba preocupado por la falta de oportunidades
vocacionales para las personas ciegas, y en 1898 organiz? un peque?o grupo
de antiguos alumnos de la escuela para ciegos, California School for the
Blind, a f?n de considerar el problema. Se hab?a convencido de que la
educaci?n universitaria era la mejor manera de adaptar a una persona ciega,
a f?n de competir con ?xito en una sociedad con vista normal. El Doctor
Perry dedic? su vida a la mejora de las oportunidades econ?micas para las
personas ciegas, y especialmente para proporcionar oportunidades para que
los ciegos fueran a la universidad si as? lo deseaban.
Su grupo de ex alumnos era el n?cleo del Consejo de California para Ciegos,
establecido en 1934, que ha logrado hasta la fecha mucha legislaci?n
progresiva para los ciegos en California. Uno de sus estudiantes, el Doctor
Jacobus tenBroek, en 1940, form? la Federaci?n Nacional de Ciegos, que hace
a escala nacional lo que el Consejo de California  para Ciegos hace en el
Estado. La Federaci?n Nacional de Ciegos, con su afiliaci?n de
organizaciones estatales, se ha convertido en el principal vocero de la voz
activa e independiente de los ciegos de los Estados Unidos.
Para obtener la historia de estos desarrollos, de algunos de los mismos
l?deres ciegos, una serie de entrevistas se llevaron a cabo en el oto?o y en
el invierno de 1955 y 1956, por Willa Baum como parte de la labor del
Proyecto Cultural de la Historia Regional, de la Universidad de California
dirigido por Corinne Gilb.
La siguiente entrevista con el Doctor Newel Perry, pionero principal de este
movimiento de las personas ciegas organizadas, se llev? a cabo durante
varias tardes en el C?modo, antiguo hogar del Doctor Perry, en 2421 Woolsey
Street, Berkeley, donde vive con su hermana. Las entrevistas se intercalaron
entre las tareas de tutor?a del Doctor Perry, que todav?a es tutor de
j?venes en las matem?ticas, y, un viaje que hizo para investigar las
condiciones en la escuela para ciegos, Idaho State School for the Blind.
El Doctor Perry, de ochenta y tres a?os de edad, en la ?poca de la
entrevista, de promedio f?sico y por debajo de estatura mediana, vest?a una
pulcra barba al estilo Van Dyke, vestido con sencillez pero muy bien, fumaba
su pipa casi constantemente, y a menudo paseaba por el suelo. Habl? durante
dos o m?s horas a la vez, y, si a veces olvidaba los nombres o detalles, no
se olvid? de los principales problemas que preocupaban a los ciegos, ni las
soluciones que hab?a propuesto y, en la medida en que estos problemas
persisten, declar? sus opiniones actuales definitivas, y con la misma forma
de autoridad y liderazgo que le hab?a permitido lograr tanto. La ?nica
vacilaci?n del Doctor Perry en contar su relato se produjo cuando la verdad
de la situaci?n lo oblig? a que dijera algo menos halagador acerca de una de
sus antiguas socias. De lo contrario, estaba ansioso de responder a las
preguntas de la entrevistadora.
Una serie casi completa de actas y resoluciones de convenciones del Consejo
de California para Ciegos, recogida por el Doctor Perry desde 1934, ha sido
depositada en la oficina del Consejo de California para Ciegos en Berkeley.
La informaci?n relativa a la Federaci?n Nacional de Ciegos est? disponible
en su oficina, y tambi?n en Berkeley. Otros materiales relacionados con los
ciegos en California y en otros lugares se encuentran en la Biblioteca
Lange, y en la Biblioteca Bancroft, de la Universidad de California, y una
colecci?n considerable existe en la Biblioteca Estatal de Sacramento.
Willa Baum, El Proyecto Cultural de la Historia Regional, de la Biblioteca
de la Universidad de California, Berkeley, California, 25 de julio de 1956.

La Temprana Infancia

Baum: ?Va a contarme un poco acerca de su temprana infancia?
Perry: En pocas palabras, nac? en Dixon cerca de Sacramento el 24 de
diciembre de 1873. ?ramos campesinos, trabaj?bamos en los campos de trigo.
Nuestra familia era bastante grande, y yo era uno de los m?s j?venes. Nos
fuimos en el 76 y fuimos al Condado de Shasta y establecimos un hogar en Cow
Creek cerca de seis millas al este de Anderson, cerca de Redding.
Perd? la vista en 1881. El ?ltimo d?a en que estuve consciente de la vista
en absoluto fu? en mi octavo cumplea?os, el 24 de diciembre de 1881. La
causa de mi ceguera fu? un ataque severo de hiedra venenosa. Escuch? al
doctor decirle a mi padre que yo estaba gravemente enfermo y que debe elegir
entre tratar de salvar mi vista y tratar de salvar mi vida y que esta ?ltima
ser?a la m?s sabia elecci?n. Despu?s de muchas semanas de enfermedad durante
la mayor parte de las cuales yo estaba inconsciente, empec? a recuperarme,
pero con el hecho definitivamente establecido de que estaba permanentemente
ciego. Recuerdo claramente cuando el d?a finalmente Lleg? en el que se me
permit?a salir de la cama y vestirme.
Muchos de los vecinos vinieron a ver c?mo me las arreglar?a. Hab?a habido
bastante revuelo por el ni?o ciego del se?or Perry. Cuando empec? a
vestirme, todos estaban elaborando largo y tendido sobre lo maravilloso que
era, que yo pod?a hacer esto o aquello, en gran parte, considero, para que
me sintiera mejor. Cuando me entregaron mis zapatos, dos o tres dijeron,
"Oh, no debes hacer eso. Vas a tener que decirle en que pie pon?rselo." Por
supuesto que me lo puse en el pie yo mismo. Bueno, yo era, el ser m?s
maravilloso del que jam?s hab?an o?do. ?C?mo puedo saber qu? pie para
ponerme el zapato? Bueno, alguien lo sab?a.
Sin embargo, me agradaba, y recuerdo muy claramente que pens? que estaba
enga??ndolos, y me sent?a muy orgulloso de ello. Nunca expliqu? c?mo sab?a
ponerme los zapatos. Supongo que yo era un misterio para ellos, y estaba muy
dispuesto a mantener esto en marcha.
En cuanto a la melancol?a o la angustia, o todo ese tipo de cosas, nunca me
pas?. De hecho, hab?a recibido tanta atenci?n que lament? que No me hubiera
quedado ciego antes. Cuando me levant? de mi enfermedad, me sent? muy bien
al parecer, y el ?nico cambio grande fu? que todos mis hermanos y hermanas
fueron a la escuela. Yo no fu?. Nadie pens? en pedirme que fuera. No me
hubiera importado ir, pero considero que hab?a aceptado la idea de que no
podr?a cumplir con los requisitos para aprender algo en la escuela. Ahora
Considero que habr?a sido mucho mejor si hubiera ido a la escuela, y
considero que podr?a haber aprendido, esa es mi opini?n actual. Antes de
perder la vista, hab?a asistido a una escuela de un solo sal?n con los
alumnos que van de seis a veinte a?os de edad. Estaba a mitad de camino en
mi cartilla, y hab?a aprendido a contar, excepto que no pod?a recordar el
n?mero treinta. El negocio de mi padre era transportar madera. Hab?a una
gran cantidad de aserraderos en l
 as monta?as al este de Redding, y la madera ten?a que ser cortada, y luego,
aserrada y luego alguien ten?a que transportarla al ferrocarril en Anderson.
Baum: ?Con un caballo y una carreta?
Perry: Ten?amos dos carretas que se unen entre s? y ocho caballos conducidos
por una l?nea de tir?n. Mi padre estaba dispuesto a llevarme consigo tanto
como pod?a. Cuando ?bamos en estos viajes, me dejaba ir junto con ?l.
Encabezado por dos caballos, los l?deres, estos ten?an campanas al hombro, y
puedo Recordar que me gustaba escucharlos. ?l me dejaba montar en uno con
las ruedas, uno de los caballos traseros. Lo hab?a disfrutado mucho. Mi
padre Falleci? en julio de 1883 de "tuberculosis galopante". Hab?a o?do
hablar de eso. ?l mantuvo correspondencia con la gente en la Escuela para
Ciegos en Berkeley, California. Nunca me dijo nada de eso. As? que, se
hicieron arreglos para enviarme. Llegu? en agosto del 83. Ten?a menos de
diez a?os.

La Escuela para Sordos y Ciegos de California,                   California
School for the Deaf and Blind.

Perry: En cuanto a la escuela, estaba aqu? en la Calle Derby. La Calle
Parker corr?a directamente al edificio principal. En esa ?poca, los ni?os
ciegos y los ni?os sordos estaban todos en el mismo edificio. Hab?a unos
sesenta ni?os ciegos. La escuela era considerada una escuela para sordos
porque ten?an, supongo, un par de cientos de ellos all?. Los ciegos eran,
por as? hablar, permitidos permanecer en una escuela para sordos. Ten?an dos
o tres dormitorios. Los ni?os ciegos ten?an dos pisos en uno de esos
edificios, y las ni?as ciegas viv?an m?s o menos de la misma manera en su
?rea. Hab?an ni?os sordos en ese mismo dormitorio.
La vida era muy nueva y extra?a para m?. Mi experiencia hab?a estado fuera
en el campo, no en la ciudad. Sab?a mucho de trepar a los ?rboles y robar
los nidos de p?jaros y mirar a las hormigas y ayudar a cepillar a los
caballos, ten?amos muchos buenos caballos, y ese tipo de cosas. Pero nunca
hab?a estado en una ciudad, y me intrigaba mucho. Ten?amos dos maestros para
ciegos, por lo que, ten?amos dos salones. Una se?ora ense?aba a los grados
m?s bajos, y un caballero, el se?or Charles Wilkinson, ense?aba los otros.
No eran personas entrenadas como se habla de maestros capacitados ahora,
pero por alguna raz?n, los dos eran maravillosos docentes. ?C?mo estas dos
personas educaron a todos estos ni?os que van desde seis a diecinueve o
veinte a?os, siempre ha sido un misterio para m?. El se?or Wilkinson tuvo
que hacer una gran cantidad de ense?anza individual, y sin embargo, nos
mantuvo a todos ocupados. Finalmente consegu? lo que podr?amos llamar el
d?cimo grado ahora.
Baum: ?Era el se?or Wilkinson pariente del director?
Perry: Era un hermano del director. El director era el se?or Warring
Wilkinson. El se?or  Warring Wilkinson era un hombre mucho mejor entrenado y
educado, pero un tipo muy diferente. Era estrictamente el administrador.
El se?or   Charles Wilkinson era un ni?o que hab?a crecido. Era muy
infantil, y era muy querido por todos.
Baum: ?Los estudiantes ciegos quer?an al se?or Warring Wilkinson?
Perry: Algunos s?, pero no lo ve?an gran parte del tiempo. No ten?a tiempo
para darnos. Me agradaba mucho, y ?l tom? un gran inter?s en m?, m?s de lo
que ten?a en alguien m?s, por alguna raz?n, considero que es porque ...
la historia es as?. Decidieron que quer?an tener una contienda en la
aritm?tica entre tres ni?os ciegos y tres ni?os sordos. Trataron de
conseguir los mejores que pod?an, y yo era uno de los ni?os ciegos. La
aritm?tica era f?cil para m?. Uno de los maestros de los sordos iba a poner
un problema de multiplicaci?n en la pizarra y leerlo al mismo tiempo, e
?bamos a levantar la mano cuando estuvi?ramos listos para dar la respuesta.
?l dijo, "Multiplique 297 por 368." Rapid?simo d? la respuesta. Muchos de
ellos pensaban que era muy extra?o; empezaron a pensar que yo conoc?a el
ejemplo antes de venir. Fue muy simple. 297 es 300 menos 3, as? que todo lo
que ten?a que hacer era multiplicar por 3 dos veces, primero para obtener
trescientas veces 368 y luego restar 3 veces 368 de la respuesta correcta.
Bueno, eso, no s?lo confundi? a los ni?os, sino que a los maestros quienes
se entusiasmaron. Todos pensaban que yo era una maravilla, y no les dije
c?mo lo hice. Pens? que estaba recibie
 ndo mucha gloria, y cuanto menos hablara, m?s gloria estar?a recibiendo.
?Comprende lo que hice?
Baum: Si. Considero que ense?an a los ni?os en la escuela ahora a hacer eso.
Perry: S?, siempre les he ense?ado a hacerlo de esa forma. Bueno, eso me
hab?a establecido como un gran matem?tico. Los n?meros me llegaban con
facilidad a m?. No tom? mucho inter?s en Ingl?s. Estos tres o cuatro de
nosotros que lleg?mos al d?cimo grado, acostumbr?bamos a tratar de averiguar
lo que ?bamos a hacer cuando fu?ramos grandes. Las personas adultas piensan
que los ni?os no piensan mucho, pero creo que est?n muy equivocados, sobre
todo los ni?os que son problemas como lo somos nosotros. ?C?mo puede una
persona ciega ganarse la vida? Ninguno de nosotros hab?a o?do hablar de un
hombre ciego gan?ndose la vida. El tema de lo que ?bamos a hacer era
evitado, evitado por m?, ya que sab?a que, si yo hubiera mencionado, alguna
de las esperanzas que ten?a, a cualquiera de los adultos, me hubiera dicho
inmediatamente que eso era imposible. Lo sab?a, as? que, decid? mantener mis
ideas para mi mismo. No sab?a lo que iba a hacer, y estaba pregunt?ndome,
pero nunca sent? que mi cas
 o no ten?a remedio.
Baum: ?Se acuerda de que otros ni?os estaban?
Perry: Uno era Cecil Smith, el hijo de un abogado muy destacado en esa
?poca. Los dos principales abogados de California eran este se?or Smith, y
el Juez Garber. Cecil Smith era un ni?o sumamente brillante, pero ten?a
muchas ventajas. Su padre era un ?xito y se consideraba muy rico. ?l ten?a
una casa aqu? en Oakland, y todos en su familia le dedicaban una gran
cantidad de atenci?n a Cecil. Evidentemente, justo le le?an constantemente.
?l sab?a de autores y libros de los que yo nunca hab?a o?do hablar. Pero no
ten?a sentido para las matem?ticas.
John Coffee era un chico que hab?a perdido la vista despu?s de que tuviera
unos 14 o 15, y hab?a llegado a la escuela m?s bien recientemente. Las cosas
que a m? me gustaban, a ?l no, y las cosas que a ?l le agradaban, a m? no me
importaban. ?l era muy bueno en Ingl?s, pero no sab?a nada de matem?ticas.
Por lo tanto, porque eran pobres en matem?ticas, tambi?n pensaban que yo era
una maravilla.
Los tres nos sent?bamos en la noche para hablar sobre lo que una persona
ciega podr?a hacer y si podr?amos ir a la universidad. Nunca hab?amos o?do
hablar de una persona ciega en la universidad. Consideramos que ser?a mejor
obtener alguna informaci?n, por lo que, inventamos una carta y enviamos una
copia de la misma a los superintendentes de la escuela estatal para ciegos
en todos los diferentes estados y les dijimos nuestra edad y lo que hab?amos
hecho, y supusimos que ellos, siendo los directores de estas escuelas para
ciegos, tendr?an muchas ideas buenas. Les dijimos que hab?amos pensado en ir
a la universidad y quer?amos saber si ellos pensaban que era posible y
deseable. Creo que la mitad de ellos respondieron, y ninguno de ellos nos
dijo que pensaba que la idea de la universidad era buena, y no nos
aconsejaron ir adelante y hacerlo. Varios dijeron, "No lo intente". Uno de
ellos dijo: "Se esthar?a educ?ndo s?lo para una vida de descontento", que
significaba, por supuesto
 , que si termin?bamos la universidad y no pod?amos hacer algo, estar?amos
en un gran apuro. Tal vez ser?a mejor si nos qued?bamos ignorantes.
Baum: ?Qu? les sugiri? que hicieran?
Perry: Bueno, algunos de ellos dijeron que algunas personas ciegas hab?an
trabajado en talleres donde hac?an escobas, y los ciegos pod?an hacer eso,
pero por lo dem?s, no nos dieron ninguna sugerencia en absoluto, y no pens?
que lo har?an. Unos pocos a?os despu?s de que llegu? a Berkeley, alguien
hab?a instado a la legislatura a crear un hogar para adultos ciegos en
Oakland. La idea era que pod?an tener talleres y podr?an ganar algo de
dinero. Un gran n?mero de ciegos vino, pero era dirigido por personas que no
sab?an nada al respecto. Era un trabajo del estado; los jefes nunca hab?an
visto personas ciegas antes. Los hombres ciegos que vinieron eran hombres
ignorantes que hab?an estado vagando por el mundo pidiendo limosna. En esos
d?as, la mayor?a de las personas ciegas ten?an que mendigar a menos que
provinieran de una familia que pod?a contar con medios para ellos. Oh, si
caminaba por Broadway o por la Avenida Telegraph, hab?a un hombre ciego con
un viol?n en casi todas la
 s esquinas de la calle, y tocaba esperando que alguien le diera cinco
centavos.
Baum: ?La escuela esperaba que los estudiantes aprendieran a tocar el viol?n
y entraran en ese modo de ganarse la vida?
Perry: No, no creo que la escuela hab?a pensado mucho en ello. Ellos ten?an
un buen maestro en m?sica, pero que es lo que pensaba que iban a hacer con
esa m?sica despu?s para ganarse la vida, no lo s?. Todos ellos predicaron
que nunca debemos mendigar, qu? cosa m?s vergonzosa que era. Pero nunca nos
dijeron que pod?amos hacer fuera de la mendicidad. No asumieron la tarea de
trabajar el problema de lo que un hombre ciego puede hacer despu?s de
haberse educado, y en esa ?poca la educaci?n significaba una educaci?n
limitada.
Lo que hicieron fu? que, cuando lleg? a la edad en que ya no ten?a derecho a
permanecer en la escuela, ellos lo acompa?aban hasta el port?n, lo tocaban
en el hombro y dec?an: "Te deseo buena suerte," y nunca sab?an de ?l de
nuevo durante diez o quince a?os. Las escuelas daban por hecho que su
responsabilidad era la de ense?arles algunas pocas cosas acad?micas y luego
enviarlos a casa, y tratar de hacer su vida mientras estaban all? muy feliz,
cosa que hicieron. Creo que todos nos divertimos mucho unos con otros. No s?
que le hayamos dado las gracias a los maestros en particular por ello.
Jug?bamos todo tipo de juegos y sub?amos las colinas y las monta?as cerca de
all?.

A?os m?s tarde obtuve un proyecto de ley mediante la Asamblea Legislativa en
la creaci?n de la posici?n de colocaci?n de trabajadores en la Escuela. Su
trabajo, y yo quer?a que fuera su ?nico trabajo porque quer?a que diera el
cien por ciento de su tiempo a ello, era salir y entrevistar a todo tipo de
empresarios y empleadores posibles y hacer que el empresario estubiera
interesado en emplear a un chico ciego. Lo consegu? por f?n, y el se?or
Robert Campbell, ?lo conoce?
Baum: S?, lo conoc? en la oficina del Consejo de California.
Perry: ?l fu? el primer encargado de colocaci?n. Se hab?a graduado en la
escuela, y tom? esa posici?n. Lo hizo sumamente bien. recuerdo que no pas?
mucho tiempo despu?s de que un chico vino hasta mi clase all? y dijo que
quer?a despedirse de m?. Le dije: "?Bueno, a d?nde vas? ?Cu?l es el
problema?"
?l dijo: "Bueno, me voy. Tengo un trabajo. Voy a trabajar el lunes por la
ma?ana." El se?or Campbell le hab?a conseguido un trabajo, entre otras
cosas, trabajando en un garaje.

Perry Asiste a la Escuela Secundaria P?blica

Baum: Asisti? a la secundaria, Berkeley High School, ?no es as??
Perry: S?. Fu? en el a?o 1890, creo. El se?or Wilkinson pens? que ser?a una
cosa buena hacer el experimento de poner a un chico ciego en la escuela
secundaria p?blica, por lo que, quer?a enviarme a m?.
Baum: ?C?mo decidi? enviarlo?
Perry: Mencion? que yo era muy bueno en matem?ticas, y, ya que s?lo ten?an
dos maestros, me pusieron a ense?ar matem?ticas a los otros ni?os en las
tardes. Disfrut? de mi historia, matem?ticas y qu?mica, pero la ortograf?a y
el Ingl?s me aburr?an hasta la muerte. Eso molest? al se?or Charles
Wilkinson. Una tarde, el se?or  Wilkinson me mantuvo despu?s de la clase y
me dio un buen rega?o porque no estudiaba mis ra?ces de las palabras en
lat?n. El director vino tambi?n y escuch? nuestra conversaci?n. Bueno,
quebr? por una especie de emoci?n y dije que el punto era que yo quer?a ir a
la universidad. As? que al d?a siguiente, el se?or Charles Wilkinson me
dijo: "Me siento muy contento de que mi hermano vino tambi?n y vio la escena
que hiciste, ya que hiciste muy claro para ?l que realmente est?s
interesado." y agreg? que iba a interrumpir mi ayuda a los otros ni?os en
las tardes para que yo pudiera dedicar m?s tiempo a mis estudios. M?s tarde
en el t?rmino, el director me pregunt
 ? qu? me parecer?a ir a la escuela secundaria p?blica. Por supuesto, eso es
lo que deseaba de todos modos. Luego, durante el verano, recib? un aviso de
?l diciendo que debo volver.
Baum: ?Fu? a su casa en el verano?
Perry: No ten?a casa, pero iba a la granja de mi t?o y pasaba el tiempo
all?... Y ?l me dijo que iba a ir a la escuela antes de esa fecha, dos o
tres semanas antes, para que pudiera inscribirme en la escuela secundaria.
As? fu? como empez?. Se me permiti? vivir en la escuela e ir a la escuela
secundaria cada d?a. La escuela secundaria no estaba donde est? ahora; sino
que estaba en la Calle Center entre Oxford y Telegraph. Era muy peque?a. En
1892 , tom? dos a?os all?, Creo que doce de nosotros nos hab?amos graduado.
Lo disfrut? tremendamente.
Baum: ?Alguno de los otros estudiantes de la Escuela para Ciegos asisti? con
usted?
Perry: No. Nunca se hab?a intentado. Sin embargo, cuando fu? a la escuela
secundaria, no tuve ning?n problema en particular, excepto los primeros
d?as. Creo que los maestros estaban un poco alarmados e inquietos.
Me acuerdo que me pusieron en una clase de geometr?a. La maestra simplemente
nunca me llam?, nunca me prest? atenci?n. Deduje que ella hab?a pensado que
tendr?a que darme mucha atenci?n y trabajo adicional, y creo que no le
agradaba. Supongo que pens? que, si me ignoraba, yo no ser?a capaz de seguir
el ritmo de la clase y me rendir?a. No pod?a entenderlo de lo contrario.
Sencillamente, ocurri? que yo era bueno en las matem?ticas y sab?a m?s de lo
que los dem?s alumnos sab?an. Ella no sab?a mucho acerca de ello. En poco
tiempo comenc? a interrumpirlos. Un ni?o iba a la pizarra para resolver un
problema. Sol?amos llamarlos "originales". No creo que hacen mucho de eso
ya. Si ?l comet?a un error, yo protestaba. Eso, por supuesto, les sorprendi?
mucho. Entonces, la situaci?n cambi?, y cambi? su actitud. Se supon?a que
ten?amos que traer la soluci?n a estos originales cada d?a. Problemas
geom?tricos nos fueron entregados para probarlos, y sin prueba dada en el
libro, hab?amos tenid
 o que llevar a cabo la prueba. No fue mucho despu?s hasta que los chicos,
cuando me ve?an llegar a la Calle Center en la ma?ana y yo daba la vuelta a
la esquina, ya que siempre, hab?an muchos chicos de la geometr?a alrededor
del port?n cerca de la escuela, ellos estaban a la espera all? con sus
libros para m? para venir en su ayuda. (Risas). Entonces la maestra se
volvi? muy amable conmigo; de hecho, todos lo hicieron.
Baum: ?Recibi? alg?n tipo de ayuda en la escuela Por la noche, cuando se fue
de nuevo a la Escuela para Ciegos?
Perry: No por la noche, como la tenemos ahora. Eso fu? despu?s. Finalmente
me dieron un lector, un hombre capaz de leer un par de horas al d?a para m?.
D?rme un lector era una especie de arreglo especial. No era parte del
sistema. Creo que los chicos que vinieron despu?s, los ni?os y ni?as,
recibieron este servicio. No creo que hayan tenido alg?n tipo de ayuda
financiera en esa ?poca.

La Universidad de California

Baum: ?El se?or Wilkinson lo anim? a ir a la universidad Despu?s de terminar
la escuela secundaria?
Perry: Oh, s?. Estuve dos a?os en la escuela secundaria. Deseaba salir en un
a?o, pero me alegro de que el director me inst? a tomar dos a?os antes de
intentar la universidad. Luego me otorgaron una beca. Por supuesto que No
pod?a quedarme en la escuela despu?s de que ya me hab?a graduado de la
escuela secundaria.
Me dieron una beca de 500 d?lares al a?o.
Baum: ?La Escuela para Ciegos lo hizo?
Perry: S?. Y eso significaba que depend?a de m? vivir con 500 d?lares por
a?o. Eso habr?a sido casi imposible. Eso significaba que ten?a que pagar mi
alojamiento y manutenci?n, vestirme, y tambi?n encontrar un lector y
pagarle. Lo que pasar?a ser?a que tendr?a que reducir el dinero de lector.
Lo primero que sab?a era que estaba dando tutor?a a otros alumnos,
estudiantes universitarios.
Baum: ?Los profesores de la Universidad le consiguieron este trabajo?
Perry: No, lo hice por mi cuenta.
Baum: ?Tal vez los estudiantes oyeron acerca de su capacidad?
Perry: Oh, s?, algunos de ellos. Un compa?ero que ten?a temor de que no
podr?a pasar sus ex?menes quer?a ser entrenado. Finalmente hice demasiado de
ello. Considero que es un error que un chico en la universidad h?ga lo que
hice, pasar tanto tiempo en ganar dinero, porque va a descuidar sus
estudios. Sacar? menos provecho de su formaci?n universitaria. Pero, con los
medios que yo ten?a, pr?cticamente tuve que dar tutor?a. Obtuve 50 d?lares
al mes durante diez meses, y para cuando hab?a pagado mi alojamiento y
comprado ropa necesaria, no me quedaba nada. Y disfrutaba el entrenamiento
mucho. Todo el mundo me conoc?a; yo incluso lo anunciaba. El entrenamiento
era mucho m?s necesario de lo que es ahora. Hab?a participado en la mayor?a
de todas las cosas que estaban pasando con los estudiantes. Me fu? a los
"ajetreos". Era una antigua instituci?n en mis tiempos. Cada a?o, a finales
de a?o, los estudiantes de primer a?o pasaban por el proceso de enterrar un
viejo libro de matem?tic
 as. Un h?bito de las dos clases, los estudiantes de primer a?o y de segundo
a?o. Era para que uno molestara al otro.
Baum: Eso sigue siendo un h?bito.
Perry: Fueron a los extremos entonces. Creo que han parado eso. Nosotros
ten?amos fuegos artificiales y desfiles. Los estudiantes de primer a?o
desfilaban, y los estudiantes de segundo a?o trataban de imped?rselo.
Durante todo el a?o estaban haciendo eso. ?Bueno, ten?a chicos que ven?an y
me despertaban a las dos de la ma?ana y me dec?an que me diera prisa y me
levantara; hab?a una gran cantidad de estudiantes de segundo a?o en la
colina cerca de Grizzly Peak, e iban a hacer tal y tal cosa, y era nuestro
trabajo ir hasta all? con unas cuerdas y atarlos y amontonarlos en una pila
si pod?amos, y ellos trataban de hacer lo mismo con el otro. Eso fue llamado
"ajetreo". La Universidad intent? detener eso entonces, pero no tuvieron
?xito. Tengo entendido que pr?cticamente acabaron con ello m?s tarde. Se
convirti? en algo peligroso. Y ten?an una turba cuando ten?an ese asunto al
final del a?o. Ser?a como convertir a los visitantes a un juego de f?tbol en
la ciudad universitaria, a l
 a vez par?ndose alrededor para ver la lucha. Nos divertimos mucho. No s? si
le hicimos tanto da?o a alguien. Supongo que hubieron unos cuantos casos,
pero parec?a como si eso pudiera ser peligroso.
Baum: ?Considera que los estudiantes de las universidades eran m?s
brillantes que los estudiantes en las universidades ahora?
Perry: Bueno, trabajaban m?s. Por supuesto, algunos estudiantes brillantes
en las universidades trabajan ahora tambi?n, pero no tienen que hacerlo; se
puede vivir sin ello.
Baum: Pero usted ten?a que trabajar cuando fu? a la universidad.
Perry: Ten?amos que hacerlo o nos iban a bajar las calificaciones.
Baum: ?Tuvo algunos profesores particularmente sobresalientes en la
Universidad?
Perry: S?, el jefe del departamento de matem?ticas era un hombre sumamente
brillante, Irving Stringham. Tom? una gran cantidad de trabajo con
Stringham. Y Mellen W. Haskell, era un hombre muy brillante.
Baum: ?Lo animaron a entrar en las matem?ticas? ?Consideraron que ser?a una
buena profesi?n para una persona ciega?
Perry: Nunca les pregunt?.
Baum: ?No lo desanimaron?
Perry: No. Eran muy amables conmigo. No ten?an ni idea de lo que yo iba a
hacer. Nunca lo discut? con ellos. No habr?an sabido que decirme. Por
supuesto que yo era una novedad, un chico ciego en la universidad. Otro
profesor que tom? particular inter?s en m?, fu? el jefe del departamento de
filosof?a, George H. Howison. Un hombre sumamente brillante. Por supuesto
que no ten?amos tantos profesores como tienen ahora, pero hab?amos tenido
algunos buenos hombres.
Ten?amos los hermanos LeConte, un ge?logo y un f?sico, ambos hombres muy
brillantes. No tom? mucho inter?s en sus llamados cursos sobre educaci?n.
Baum: ?Qui?nes eran los profesores?
Perry: El se?or Elmer E. Brown; se supone que debe haber sido un hombre muy
bueno. Supongo que lo era. Fu? nombrado finalmente a la cabeza del
Departamento de Educaci?n en el Congreso. No es un miembro del gabinete,
subordinado a alguien que lo era. Sol?an cambiarlos alrededor de un
departamento a otro.
Baum: ?C?mo es que tom? cursos de educaci?n? ?Estaba pensando en convertirse
en un maestro?

Perry: Oh, no tom? muchos. Uno, oh, supongo que m?s de uno, para pasar el
tiempo, supongo. Pens? que podr?a aprender algo, pero no lo hice.
Comenzaron, me acuerdo, con la historia de la educaci?n. No era un mal
curso, pero podr?an haber dicho en un mes tanto como dijeron en todo un
semestre. Eso m?s bien me disgust?, y nunca he sido capaz de trabajar con
gran celo en estas cosas de la educaci?n.
Baum: ?Era la matem?tica su materia principal?
Perry: S?, era mi principal inter?s, y tom? m?s de ello que de cualquier
otra cosa. Fu? donde Stringham un d?a y pens? en hacerle una pregunta, en
cuanto a si alguna vez tendr?a la oportunidad de ense?ar matem?ticas. Yo
estaba sorprendido. Me dijo que no entend?a por qu? no deber?a hacerlo. No
ve?a por qu? habr?a alguna dificultad especial si supiera mis matem?ticas.
Eso me sorprendi? porque habr?a sospechado que ?l podr?a ser un poco como el
compa?ero de alem?n que fu? a ver .. ?le habl? de eso?
Baum:       No.
Perry: Cuando era estudiante de primer a?o, fu? al director del Departamento
Alem?n, el Doctor Albin Putzker, y le dije que quer?a estar inscrito en su
clase de Alem?n y estudiar Alem?n. ?l dijo: "Oh no, est? cometiendo un
error. Eso ser?a un gran error. Una persona ciega no puede aprender Alem?n.
"Bueno, casi me re? en su cara, esto sonaba tan absolutamente tonto. Han
habido un gran n?mero de personas ciegas que han sido ling?istas famosos, y
lo debe haber sabido. Considero que era la misma cosa, en la misma forma en
que la maestra de geometr?a en la escuela secundaria pensaba, que ?l, iba a
tener que darme atenci?n especial.
S?lo sub? las escaleras y entr? con otro profesor de alem?n y le dije que
quer?a estar en su clase, y me dijo: "Claro, venga. Estar? encantado de
tenerlo." Pens? que tal vez ser?a la manera de Stringham, pero ?l me hab?a
conocido muy bien para esa ?poca. No dijo nada desalentador en absoluto. As?
que jugu? con la idea. Para ese entonces, todos sab?an que yo estaba dando
entrenamiento, principalmente en matem?ticas. No era una novedad para ellos.
Cuando me gradu?, me nombraron, y Stringham fu? el hombre que lo hizo, un
becado Fellow en Matem?ticas.
Baum: ?Eso fu? como ayudante de c?tedra ahora?
Perry: S?, yo ten?a clases para ense?ar, pero creo que no me pagaron algo.
Pero aparte de eso me hab?an dado una beca de 300 d?lares, creo. Cuando
llegu? a la universidad hab?a usado toda mi beca de la Escuela para Ciegos.
As? que mi primer a?o despu?s de la graduaci?n fu? un a?o duro para m?.
Disfrut? de la ense?anza. Otro individuo estaba tratando de conseguir una
beca, y ?l quer?a que yo dividiera  la m?a con ?l.
Baum: ?Era ?l otro chico ciego?
Perry: No, no. Se convirti? en un profesor prominente en la universidad.
Bueno, tontamente se la d?. As? que tuve s?lo 150 d?lares al a?o, ense??
tres diferentes clases, creo yo, por lo que no recib? nada. Es decir, por
supuesto, que simplemente ten?a que salir y ganar dinero, por lo que me vi
obligado a dedicar una gran cantidad de tiempo a la tutor?a, m?s de lo
debido porque las matem?ticas no son un juego. Usted tiene que trabajar o
dejarla en paz. Pero no s? qu? otra cosa podr?a haber hecho. Luego, al final
de ese a?o avanc? a un asistente, que era un trabajo regular. Al a?o
siguiente me pagaron 1.000 d?lares, Creo yo, y me convert? en un instructor
y, en el ?ltimo a?o que estuve all? antes de irme a Europa, todav?a era
clasificado como un instructor, pero me acuerdo haber sido admitido en el
Senado Acad?mico en el 99. Ese fu? mi cuarto a?o despu?s de la  graduaci?n.
Por supuesto, todo este tiempo hab?a tenido la tutor?a y el estudio al mismo
tiempo.
Baum: ?Fu? dif?cil para su salud, considera usted?
Perry: Oh, no. No me molest? de esa manera. Se trata simplemente del tiempo
que deber?a haber estado pasando en el avance de mis estudios en
matem?ticas, y yo estaba entrenando a alguien. El entrenamiento no era un
mal negocio entonces. No es un buen negocio ahora.
En aquellos d?as la gente rica pod?a tener un chico que no estudi? en la
escuela secundaria, y lleg? al ?ltimo a?o y descubri? que no pod?a conseguir
una recomendaci?n, y por supuesto, su mam? y su pap? quer?an que fuera a la
universidad, y para entonces ?l tambi?n quer?a ir. As? que ven?an en gran
parte a m? a que lo entrenara para los ex?menes, a f?n de ser admitido. La
oportunidad de hacer dinero no estaba nada mal.
Baum: ?Pagaba bien?
Perry: S?, Pagaba muy bien. Supongo que entren? m?s que nadie y podr?a,
considero, enteramente haber dedicado mi tiempo a entrenar y ganarme la vida
de esa manera. Recuerdo que fu? a Chicago en 1899 para un per?odo de
sesiones de verano. Se basaban en el principio de cuatro sesiones al a?o, y
la sesi?n de verano fu? un poco como la de aqu?, en gran parte, pues los
antiguos graduados vinieron de regreso al departamento de educaci?n para
escuchar algo m?s sobre la pedagog?a. En Chicago ten?an un departamento muy
bueno en las matem?ticas. Considero que era el mejor en el pa?s. Lo prefer?a
creo, a Harvard. De todos modos, Io fu? all?.
Baum: ?Conoc?a a Phoebe Hearst mientras usted estaba en la universidad?
Perry: S?. Ella tom? bastante inter?s en m?. Cuando fu? a Europa, me dio un
buen cheque para cubrir los gastos de vivir all?. Recib? una carta de ella
un par de meses antes de morir. Era una mujer maravillosa.
Baum: Al parecer, estaba interesada en enviar a las personas ciegas al
colegio.
Perry: No s? hasta que punto. Se interes? en m?, me parece, mediante el
se?or Wilkinson.

 

La Mocedad de Newel Perry

Esta secci?n cubre estudios de posgrado en Europa y los a?os en Nueva York.

Raymond Henderson

Baum: Para el tiempo en que hab?a estado en la universidad cuatro a?os, y
luego hizo trabajo graduado, ?hab?an otros estudiantes ciegos que comenzaron
a seguirlo?
Perry: S?, no muchos.
Baum: ?Raymond Henderson y su hermano no fueron a la Universidad aqu??
Perry: Bueno, ambos fueron a la escuela secundaria. Los convenc? de ir a la
escuela secundaria.
Baum: ?Eran m?s j?venes de lo que usted era?
Perry: S?. Eran m?s j?venes. Para entonces estaba en condiciones de hacer
m?s por ellos de lo que podr?a haber hecho antes. Recuerdo que convenc? a
Raymond de ir a la escuela secundaria, y recuerdo que fu? bastante dif?cil
convencer a los chicos ciegos de salir con los chicos videntes m?s. Ya sabe,
las personas ciegas son sensibles, la mayor?a de ellos. Finalmente, despu?s
de que lo convenc? de ir a la escuela secundaria, segu? tras ?l hasta que
finalmente particip? en el atletismo. Pod?a ver un poco, as? que, cuando se
trataba de correr en una pista, pudo correr tan bien como cualquiera de
ellos. Ten?a todo tipo de excusas para permanecer lejos. No ten?a un traje.
Recuerdo haber comprado uno para ?l, el d?a antes de irme a Europa. Y le
obtuve una especie de beca aqu? en el colegio. Ingres? a la Universidad
despu?s de haberme ido a Europa. Se gradu? en el habitual per?odo de cuatro
a?os. Henderson era un hombre capaz, y trabaj? bajo grandes dificultades. No
ten?a dinero propi
 o y le resultaba dif?cil hacer dinero de alguna forma. No era un vendedor.
Baum: Raymond Henderson era un abogado, ?no?
Perry: S?.
Baum: ?Fu? director ejecutivo de la Federaci?n Nacional por alg?n tiempo?
Perry: ?Henderson? No, no lo creo.
Baum: ?Fu? activo en el Consejo?
Perry: S?. No al principio. Cuando vine de regreso aqu? en 1912, a f?n de
hacerme cargo del Departamento de Ciegos de la Escuela de Berkeley para
Ciegos, Henderson, quien se hab?a graduado de la universidad entonces, era
un hombre muy pesimista y desanimado. Me dijo: "Est? usted cometiendo un
terrible error." Mire, yo le hab?a ayudado a entrar a la universidad, a
trav?s de la escuela secundaria.
?l dijo: "Todo esto es una tonter?a. No es bueno. La Universidad no vale la
pena. Lo mejor que hay que hacer es quemarla." ?l dijo: "Su idea de enviar a
estos chicos a la universidad es rid?cula. debe hacer afinadores de piano de
algunos, y ense?ar a algunos otros a hacer escobas, pero esta educaci?n
superior es una tonter?a."Era un gran amigo m?o, pero me estaba dando su
opini?n sincera. Vino y llam? a mi puerta unos a?os m?s tarde. Dijo: "Estoy
aqu? para disculparme." Estaba convencido, por lo que vio que estaba
sucedi?ndole a estos chicos, que yo estaba haciendo exactamente lo correcto.
Baum: ?Se hab?a convertido ?l mismo en un ?xito?
Perry: En cierto modo, pero no fu? un ?xito financiero. Se hab?a interesado
en el movimiento obrero, y trabajaba sin remuneraci?n para personas
desempleadas. Un idealista. Algo socialista. Nunca se dio una oportunidad de
hacer dinero.
Baum: Era un abogado bastante inteligente, ?no es cierto?
Perry: Oh, un abogado muy brillante. Gan? sus casos. Pero no era
suficientemente ego?sta como para ser un ?xito; era ... bueno, muchos de
nosotros hacemos eso. Nos interesamos en ayudar a la gente, y nos olvidamos
de hacerlo para nosotros mismos.
Baum: ?Usted hy ?l ten?an argumentos pol?ticos?
Perry: Oh, s?. No estuvimos de acuerdo en absoluto.
Baum: Usted dijo que era un socialista.
Perry: S?. Todo tipo de teor?as que atraen a la gente. No s? por qu? estaba
atra?do a ello, ya que era un hombre brillante, y que lo lamentaba por m?,
ya que yo no era m?s sensible. Dijo que yo no ten?a conocimiento de
problemas sociales. Por supuesto que nunca discut?a con ?l, y le dec?a, "Tal
vez tengas raz?n," y segu?a adelante. Consider? que el capitalismo era una
cosa malvada. Creo que en sus ?ltimos a?os hab?a perdido algo de su celo por
el socialismo.

Hugh Buckingham

Perry: Otro fu? Hugh Buckingham. Es un compa?ero maravilloso. No tiene muy
buena salud ahora. Fu? idolatrado por todo el mundo. Todo el mundo lo
quiere. Lo llaman "Buck".
Baum: ?Cu?ndo empez? en la universidad?
Perry: Creo que se gradu? en 1907.
Baum: As? que fu? despu?s de que usted se hab?a ido a Europa?
Perry: S?, Se acord? de m? cuando ?l era un ni?o peque?o.
Baum: ?l es el hombre que va a escribir una biograf?a suya.
Perry: S?, comenz? a escribir una. Supongo que no est? lo suficientemente
bien como para poner mucha energ?a en ello. Es un buen escritor, pero no es
muy energ?tico. Su salud nunca ha sido buena. Me dice que recuerda cuando Yo
caminaba por la escuela all?, y ?l era un ni?o peque?o, de seis o siete a?os
de edad. Yo ten?a un perro grande, y le gusta decirme que lo sabe todo sobre
ese perro.
Baum: ?Fu? usted m?s bien un s?mbolo de ?xito para los estudiantes en la
escuela?
Perry: S?, supongo que todos pensaron as?. Era una especie de agasajado,
mucho m?s de lo que deb?a en cualquier ocasi?n. Supongo que por ser la
primera persona en tratar de ir a la universidad. Yo estaba haciendo algo
que la gente pensaba no se pod?a hacer.
Baum: ?Tengo entendido que montaba una bicicleta alrededor de la Bah?a?
Perry: (risas) S?.
Baum: ?Fu? m?s tarde?
Perry: Fu? mientras estaba en la universidad. Un compa?ero y yo fuimos a San
Jos? y de regreso. Puso una campanilla para que cuando los rayos de la rueda
golpearan, zumbaran, lo que me permiti? saber d?nde yo estaba. Me pod?a
orientar por ?l. Pod?a seguir junto a ?l o detr?s de ?l como quisiera, pero
la campanilla me dec?a d?nde yo estaba. Recuerdo que pase?bamos hacia San
Jos? en este lado y de regreso en el otro lado, hasta San Francisco. Oh,
ellos Pensaban que yo era tan maravilloso como Eisenhower. No s? por qu?
deber?an haber insistido en esto tanto.

Compinches de la Universidad

Baum: ?Qui?nes eran sus amigos especiales en la universidad?
Perry: Uno que hab?a estado muy cerca, era un hombre que despu?s de la
graduaci?n desapareci?, y nunca he o?do hablar de ?l desde entonces. Se
llamaba Gilbert Walker. Un compa?ero agradable y brillante m?s bien, un poco
perezoso, me parece. Me ca?a muy bien. Se fu? a la costa este, y nunca he
o?do hablar de ?l desde entonces. He tratado de buscarlo. Los Drews, dos
hermanos. John Drew y Bill Drew. Eran fant?sticos amigos m?os. Bill Drew se
convirti? en director de una de las escuelas secundarias de San Francisco.
John Drew dirig?a su propia escuela privada all? en San Francisco. Tuve un
compinche por nombre de Powell, Walter Powell. el y yo fuimos grandes
compinches de escuela secundaria, y est?bamos juntos todo el tiempo en la
escuela secundaria y en la universidad. Al que Estaba m?s cerca de
cualquiera, era Charlie Delany. ?ramos compinches en la escuela secundaria y
en la universidad, y hemos estado muy cerca a lo largo de la vida. Falleci?
tal vez hace cuatro a?os. Se conv
 irti? en un ingeniero, trabaj? en la costa este y finalmente lleg? aqu? y
trabaj? para P.G. and E. Oh, toda la gente con la que estaba de compinches
han fallecido. De hecho, creo que hay muy pocos de la clase de 1896 que a?n
viven.

La Se?ora Perry

Baum: ?Cu?ndo conoci? a la se?ora Perry?
Perry: ?Quiere decir que la primera vez? Fuimos juntos a la universidad.
Baum: Oh, ?es eso cierto?
Perry: Ambos pertenec?amos a la clase del 96. La vi en Nueva York mucho. Sus
padres iban y ven?an de Europa mucho; su padre ten?a intereses en Nueva
York, as? que, vivieron en Nueva York durante muchos a?os. Pero no est?bamos
casados hasta que llegu? a California.
Baum: ?Cu?l era su nombre de soltera?
Perry: Su padre, que falleci? cuando ella era una ni?a muy joven, su nombre
era Unna. Su madre se volvi? a casar. Mi esposa a menudo iba por el apellido
de su padrastro para agradarlo, porque eran muy devotos.
Baum: ?Qu? estudio hizo en la Universidad?
Perry: Idiomas, mucho. Estaba muy interesada en griego.
Baum: ?D?nde viv?a cuando estaba en la universidad?
Perry: San Francisco.
Baum: ?C?mo se llamaba?
Perry: Lillian, se hac?a llamar Lilly. Nunca pude conseguir que se adhiera a
un nombre ... Kalman era el otro apellido que us?, el apellido de su
padrastro. Lilly Unna Kalman. Obtuvo una maestr?a en el 98.
Baum: ?Eso fu? en idiomas tambi?n? ?Griego?
Perry: Eso fu? en idiomas. He olvidado lo que era; podr?a haber sido alem?n,
porque s? que el Profesor Putzker de la Universidad estaba interesado en su
tesis. Putzker era jefe del Departamento de Alem?n.
Baum: ?Cu?l fu? el negocio del se?or Kalman?
Perry: Realmente era un comerciante de vinos. Siempre iba a Par?s y as?
sucesivamente para comprar los diferentes vinos. Ten?a algunos hombres que
pod?an degustar el vino y decirle como va a estar despu?s de tantos a?os
ah?. Una vez en la Feria de St. Louis de 1903, alguien le dio al se?or
Kalman un poco de vino para degustar y adivin? que era de menos de una milla
donde las uvas crecieron, en el R?o Rhine en Alemania.
Baum: ?Sab?a la se?ora Perry trabajar antes de casarse? ?Ense?ar idiomas?
Perry: S?, lo hizo un poco. Yo empec? una especie de escuela privada en
Berkeley mientras era estudiante y, mientras era un estudiante graduado.
Ella se uni? conmigo all? y ense?? idiomas, sobre todo lat?n. M?s tarde,
ella, su madre y su padrastro, todos fueron mucho a Europa, y viv?an en
Nueva York. Entonces, En 1912 est?bamos planeando casarnos, y volv? a
California, y ella lleg? un par de meses m?s tarde, y nos casamos en abril
de 1912. Ella falleci? en 1935.
Baum: ?Tuvieron hijos?
Perry: No, no tuvimos hijos.

Asociaci?n de Ex Alumnos en la Autosuficiencia de los Ciegos

Baum: Nuestra ?ltima entrevista lleg? hasta su viaje a Europa, pero no
cubrimos la organizaci?n de la Asociaci?n de Ex Alumnos en la
Autosuficiencia de los Ciegos.
Perry: ?Quiere o?r hablar de eso?
Baum: S?, en eso es lo que estoy especialmente interesada

Perry: Muy bien. Mientras estaba en la universidad, por supuesto que me pas?
un buen rato pensando en lo que iba a hacer cuando terminara, y muchos de
los chicos que hab?an estado en la escuela se me acercaban para contar sus
historias y lo que les gustar?a hacer, y c?mo fueron incapaces de hacerlo al
parecer, y as? sucesivamente.
Baum: ?Por qu? se acercaron a usted, Doctor Perry? Debido a que hab?a pasado
por la universidad?
Perry: No lo s?. Hab?an ca?do en el h?bito, supongo, en la escuela. Todos
los chicos de la escuela se me acercaban por alguna raz?n u otra. Y las
otras personas en la escuela, la gente de autoridad, lo dieron por hecho. Un
chico ven?a y quer?a saber si no pod?a ir al centro de la ciudad esta tarde,
y yo los escuchaba decir: "Bueno, si haces que Perry vaya contigo, est?
bien."
Baum: ?Fu? cuando usted era todav?a un estudiante en la escuela?
Perry: S?, esto fu? cuando a?n era un ni?o yo mismo, al igual que ellos lo
eran.
Baum: ?La gente, naturalmente, lo ve?a para pedir consejo?
Perry: Bueno, por supuesto que ten?a una notable capacidad para moverme.
Hab?a desarrollado esa habilidad para moverme poco despu?s de que me qued?
ciego, en el viejo rancho. Estaba corriendo, y sol?a correr en lugar de
caminar. La gente se acostumbr? a ello. En todo caso, si ten?an una fila,
los ni?os, si un grupo estaba molestando a otro, ven?an a m? con sus quejas.
Quer?an que lo detuviera. Siempre ten?an una idea ... se supon?a de alguna
manera que yo ten?a autoridad. No la ten?a.
Baum: Entonces, cuando estaba en la universidad, ?los chicos ven?an a
pedirle consejo?
Perry: S?, los que se hab?an graduado y hab?an salido de la escuela ven?an y
me ve?an, realmente para pedir consejo. No s? si tuve mucho para dar a
ellos, pero tuve la idea por todo de que era un problema, no s?lo para m?,
sino que era evidente que para todos ellos. Eso me convenci? de que era
sumamente esencial para las personas ciegas obtener toda la educaci?n que
pudieran conseguir. Me di cuenta de que aquellas personas que hab?an
abandonado la escuela y no ten?an educaci?n superior, y eso eran
pr?cticamente todos ellos, no sab?an que hacer. Iban a casa a sentarse y a
esperar a que algo sucediera, pero nunca suced?a.
En la mayor?a de los hogares, a las personas ciegas se les desalienta de
hacer las cosas.
Bueno, mi padre siempre quiso que yo tuviera cuidado. No deb?a ir aqu? o
all?. deb?a mantenerme alejado del pozo y todo ese tipo de cosas. Por
supuesto, eso me estimul? a ir a?n m?s. Creo que mi principal m?rito fu? no
sentirme obligado a hacer lo que ?l me dijo. En poco tiempo me dejaron en
paz; dejaron de decirme que no debo hacer esto y lo otro porque me vieron
hacer eso. Despu?s de un tiempo lleg? al punto en que me dec?an, que hab?an
algunos caballos en el establo [que] no hab?an sido cepillados esta ma?ana,
y que si yo ?pod?a ir a cepillarlos? Al principio no se habr?an atrevido a
dejarme ir al establo solo alrededor de los caballos.
As? que siempre aconsejo a los ni?os ciegos de no obedecer a sus padres
porque nunca llegar?n a ninguna parte si lo hacen. Los ?nicos que adquieren
la capacidad para moverse son los que simplemente van y lo hacen, que est?
siempre en contra de los consejos e instrucciones de sus superiores.
Baum: Estas personas que se reunieron en la Asociaci?n de Ex Alumnos hab?a
sido el grupo que ten?a m?s confianza en s? mismo.
Perry: Estaban fuera de la escuela; se hab?an graduado. Yo obtuve lo que
pude. S?, eran personas maduras, y ni siquiera tomaban las cosas en serio.
En primer lugar ten?an temor de que, si tuvieran una asociaci?n de ex
alumnos, las autoridades de la escuela se opondr?an, lo cual era cierto. Las
autoridades de la escuela en esa ?poca ten?an temor de las personas ciegas
organizadas.
Baum: ?Oh, lo ten?an?
Perry: Bueno, ten?an temor de que se extendiera la cr?tica y ser?a una
fuente de problemas, que no era del todo infundado. Probablemente lo habr?an
hecho, porque los ni?os, despu?s de que sal?an de la escuela, comenzaron a
preguntarse por qu? no hicieron esto o aquello y por qu? alguien no les
ayud?.
No hab?a nadie que les ayude. La escuela no estaba preparada para ayudar a
los ex alumnos. Probablemente deber?an haberlo hecho, pero no lo hicieron.
Baum: Usted llam? a su asociaci?n la asociaci?n de auto-suficiencia de los
ciegos. ?Todos los miembros se ganaban su propia vida?
Perry: Todos eran personas que estaban tratando de hacer algo, es decir, los
principales. Hab?a un hombre, el se?or Hull, un hombre totalmente ciego que
dirig?a una compa??a expresa. La hab?a empezado por s? mismo aqu? en
Oakland. Hab?a un chico que era un buen m?sico, de hecho, un buen m?sico
maravilloso cuando era ni?o. Ense?? el viol?n y el piano y cosas diferentes,
y tambi?n toc? en los conciertos. Se llamaba Henry Foster.
Hab?a un hombre, Daniel Weider, quien fu? empleado realmente en este hogar
en Oakland que hab?a comenzado, y ?l no s?lo hizo escobas y todo eso, sino
que tambi?n manten?a la maquinaria en orden. Era un buen mec?nico, un hombre
ambicioso. Hab?a querido ir a la universidad, que fu? antes de mi ?poca,
pero nadie le ayud?. Siempre estaba amargado por eso.
Hab?a otro compa?ero que hab?a abandonado la escuela. Ten?a un poco de
vista. Ten?a capacidad como dramaturgo, actor. Le gustaba hacerlo, y era una
fuente de gran cantidad de placer para todos. Se llamaba George Calvert.
Finalmente se adelant? y se uni? a grupos teatrales y viaj? por todo el pa?s
con el resto de ellos. Era bien querido, un compa?ero muy popular.
Pero, cuando lleg? y les dije que quer?a formar una organizaci?n, a la vez
ten?an temor de que la escuela se opusiera. Yo dije: "Bueno, ?qu? pod?an
hacer en su objeci?n? ?C?mo pueden molestarlos a ustedes? Ellos no saben
d?nde est?n o c?mo est?n viviendo. No saben nada de ustedes."
Oh, ten?an temor de eso. Dijeron: "S?, la escuela, si se opone, podr?an
hacernos da?o." Es una idea extra?a, pero ten?an ese temor en sus mentes. Y
de hecho, las escuelas sol?an aconsejar a los chicos En aquella ?poca,
cuando ya salieron de la escuela, no ver mucho de otras personas ciegas en
alg?n tipo de organizaci?n o club. Mant?nganse alejados de ellos. As? que,
tuve que lidiar con ello. La expresi?n general de mi idea era, con perfecta
buena naturaleza, pero con franqueza considerable: "Esa es una idea loca de
Newel Perry".
Por supuesto, yo sosten?a que, si los ciegos iban a llegar a alg?n lugar,
tendr?an que hacerlo ellos mismos, y estar sentados a esperar por Pap? Noel
que est? por venir no funciona. Pero la idea era nueva para ellos, y eran
muy t?midos. Sin embargo, ven?an y ten?amos una fiesta y caf? y pastel y
discut?amos sobre esto, aquello y lo otro, y lo disfrutaban. As? que
empezamos a planear entonces.
En primer lugar, quer?amos educaci?n superior, que no ten?amos en ninguna
parte. Entonces, quer?amos oportunidades de empleo remunerado, lo que por
supuesto, significaba que se necesitar?a una gran cantidad de legislaci?n
estatal.
Eso quer?a decir que deb?amos pensar en lo que quer?amos, ponerlo en la
forma de una resoluci?n o algo, llevarlo a un miembro de la legislatura, y
trabajar por ello.
Baum: ?Exist?a alguna legislaci?n estatal en esa ?poca para los ciegos?
Perry: Bueno, nada tal como lo es ahora. Por supuesto, la Escuela Estatal
era una instituci?n estatal que se cre? all? por [1860]. Pero no se hizo
nada m?s all? de la educaci?n primaria. El problema del futuro de un ni?o
cuando dejaba la escuela estaba en blanco. Nadie ten?a la menor idea o tom?
alg?n inter?s particular en ello, en gran parte porque simplemente no cre?an
que fuera pr?ctico o posible. Eso sigue siendo bastante frecuente. Este
problema estaba enfrente de nosotros, as? que convocamos una reuni?n en
Oakland en una de sus casas, y tuvimos una gran multitud. Algunos ven?an
s?lo por curiosidad, unos pocos se interesaron en ello, y los dem?s vinieron
a buscar un poco de diversi?n social. Entonces, otros empezaron a hablar
sobre el deseo de ir a la universidad, las personas m?s j?venes. Recuerdo
que tuvimos una buena parte de publicidad en los peri?dicos. Una se?ora
reportera, creo que se llamaba Darling ... Era una graduada de la
universidad con honores muy altos, se
  acerc? y me llam? y nos dio una rese?a en el Bolet?n, creo que un Bolet?n
del S?bado, pocos d?as despu?s de que tuvimos esa reuni?n en Oakland.
Imagino que era en 1898. Bueno, la cosa creci? bastante. Tuve una buena
multitud.
Baum: ?Era usted presidente de esta asociaci?n?
Perry: Supongo que s?. Una especie de olvido. De todos modos, si no fuera
presidente nominalmente, lo era de todos modos, ya que todos me lo dejaron a
m?. Yo era el ?nico que ten?a ideas tan locas, y ellos no estaban tan locos
como yo.
Baum: ?Cerca de cu?ntos miembros estaban all? entonces?
Perry: Creo que ten?amos alrededor de 25 a 30.
Baum: ?Y todos eran autosuficientes?
Perry: No dir?a que eran todos exactamente autosuficientes. Todos estaban
ganando algo, y algunos ten?an bastante ?xito, y hab?an otros que no tanto.
Baum: Ese fu? un n?mero bastante bueno, ?no le parece, para esa ?poca?
Perry: Bueno, lo era. Por supuesto, otras eran personas que hab?an venido a
lo largo y no eran particularmente prometedoras, y no esper?bamos mucho de
ellos.

Europa y un Doctorado

Perry: En 1900 me fu? a Europa para obtener mi doctorado. Fu? a G?ttingen y
decid? que no era lo que [Yo] quer?a y me fu? a Zurich, Suiza, y permanec?
all? durante un semestre. Luego me fu? a Munich y tom? un semestre, y luego
recib? mi licenciatura, un doctorado en las matem?ticas. Me gust? mucho
Munich.
Baum: ?Hab?a estado en contacto con alg?n grupo de ciegos en Europa?
Perry: S?, lo ?nico que pude ver que los [ciegos] estaban haciendo, algunos
de ellos hab?an estudiado m?sica y pod?an tocar, y algunos de ellos ten?an
posiciones tocando el ?rgano para las iglesias. Vi un gran n?mero de ellos
en Suiza y en todas partes. Los ciegos parec?an ser capaces de llenar las
posiciones, y la gente lo aceptaba, pero fuera de eso no los v? haciendo
gran cosa. Algunos de ellos ten?an las instituciones donde los adultos
ciegos pod?an ir, dirigido tal vez por el gobierno, a veces por la
beneficencia, pero en gran parte por el gobierno. Se les ense?aba a hacer
escobas y cepillos y cosas de ese tipo, que es lo que hacen aqu? en Oakland
en esta instituci?n para adultos.
(Carga un cepillo para la ropa para mostrar.)
Perry: Cuando estaba en Munich, un hombre ciego en una instituci?n hizo este
para m?.
Baum: ?Se refiere a este cepillo que tiene m?s de cincuenta a?os?
Perry: ?l hizo ese en 1901.
Baum: Ese es un buen cepillo.
Perry: S?, me lo dio como una especie de regalo, No ten?a ni idea de que
podr?a durar tanto como lo ha hecho.
Baum: ?Hab?a grupos ciegos organizados en Europa? ?Pensaba la gente ciega en
reunirse en su propio beneficio?
Perry: No. De vez en cuando el gobierno ten?a una especie de convenci?n, una
convenci?n internacional a veces. Mientras que yo estaba en Zurich, ten?an
una convenci?n en Par?s. Los ciegos fueron a ella. Por supuesto que no la
iniciaron; los maestros de las instituciones, y as? sucesivamente, la
iniciaron. Las personas ciegas pod?an venir.
Baum: ?Fu? principalmente s?lo social?
Perry: Bueno, en gran parte. Los diferentes superintendentes de las
diferentes instituciones dec?an lo que estaban haciendo y as? sucesivamente.
No hab?a nada muy constructivo que sal?a de ello, debido al hecho de que la
gente ciega no ten?a mucho que ver con ello. No se les animaba a tener mucho
que ver con eso. La timidez detiene a los ciegos. Lo hizo m?s que ahora. Han
superado esa timidez, muchos de ellos por lo menos, por lo que, ahora las
personas ciegas pueden hablar por s? mismas.
Baum: ?Consider? en esa ?poca que Europa estaba m?s adelantada o m?s
atras?da que los Estados Unidos en las oportunidades de los ciegos?
Perry: Bueno, en realidad, ninguno de ellos ten?a algunas oportunidades para
ciegos. Hab?a habido una historia del desarrollo de los ciegos, que se hab?a
desarrollado en Europa, pero considero que ya los hab?amos pasado en mi
?poca.
Cuando estuve en Alemania, ten?a un amigo que ten?a un taller de qu?mica. Me
pregunt? acerca de mi mismo y de mi vida, y le cont? como hab?a sido criado
en California, como mi familia perdi? su dinero y estaban desechos, como fu?
a la escuela para ciegos, c?mo me fui a Alemania a estudiar. ?l estaba muy
silencioso cuando termin?; entonces dijo: "No podr?a suceder en Alemania".
No se atrevi? a decir que no me cre?a, o tal vez era demasiado cortez.
Despu?s de eso dej? de reunirse conmigo para la cena. Comenc? a preguntarme
qu? le pasaba. Entonces me di cuenta de que se sinti? insultado; hab?a
insultado su inteligencia cont?ndole seriamente un cuento incre?ble que se
puede contar como un cuento a la hora de acostar a los ni?os. No lo culpo,
cualquier otro alem?n se habr?a sentido de la misma manera. Incluso sin el
elemento de la ceguera, era todo un cuento debido a las condiciones
especiales estadounidenses. Un ni?o nacido en la pobreza en Alemania no
tiene forma de salir de ell
 a. Bueno, ahora est?n mejorando, pero no lo tienen. Me deber?a haber
detenido a pensar.
Baum: S?lo le dijo la verdad sin pensar.
Perry: ?Qu? tonto he sido! No lo culpo en absoluto por no creerme.

La Tutor?a en Nueva York

Perry: Cuando volv? de Europa, estaba muy impresionado con Nueva York. Es
una ciudad tan maravillosa, y, financieramente hablando, era el centro del
pa?s; ahora es el centro financiero del mundo. Se puede hacer tantas cosas
con tanta facilidad. Se puede salir a recoger 100.000 d?lares, donde se
podr?a reunir 100 d?lares en esa ?poca. As? que decid? que, en vez de
regresar aqu?, me gustar?a parar y probar suerte en Nueva York. Era profesor
particular para la entrada de personas a las universidades, para los ni?os
que no hab?an sido buenos estudiantes cuando estaban en las escuelas
secundarias, y se encontraron con que al llegar al ?ltimo a?o, no estaban
preparados para ir a la universidad, y que deseaban ir a la universidad.
Quer?an un profesor particular. Tambi?n he instruido a los estudiantes de
Columbia, los estudiantes de ingenier?a que no hab?an sido debidamente
entrenados antes de entrar a la universidad.
Baum: ?Fu? principalmente en las matem?ticas?
Perry: Matem?ticas, s?.
Baum: He o?do que tambi?n trat? la empresa aseguradora.
Perry: Vend?a seguros, seguro personal, y luego intent? asegurar el ganado.
Baum: ?Asegurar ganado!
Perry: Comenz? una peque?a empresa en ello, de hecho, y la vend?. No hice
mucho en ninguna de las dos; yo estaba interesado principalmente en tutor?a.
Baum: ?As? que, la empresa de los seguros no era mucho?
Perry: No. hab?a hecho un poco de dinero en ello, pero no estaba
principalmente interesado en eso. Tend?a a tomar mi tiempo fuera de tutor?a.
Baum: Tambi?n he o?do que ten?a un pedido por correo para adivinar la
fortuna, donde se puede saber si un ni?o no nacido, iba a ser un ni?o o una
ni?a.
Perry: ?Oh no! Eso fu? originado en m? como una broma de alguien. Hablamos
mucho sobre ello, y los estudiantes de Derecho de Columbia sol?an discutir
sobre eso.
Baum: ?Discutir si esto se pod?a hacer?
Perry: Acerca de si era legal. Todo el mundo con que he hablado de ello
considera que lo ser?a. He hablado de ello como una broma muy a menudo.
Pensamos en publicidad, el env?o de cartas a la gente, metiendo un
cuestionario, y cobrar un d?lar por una predicci?n. Si nos equivoc?bamos,
hubi?ramos devuelto el d?lar. El cuestionario fu? para hacerlo m?s
misterioso. Uno estar?a seguro de estar en lo cierto en algunas ocasiones, y
eso ser?a un d?lar ganado.
Baum: ?Cre?a que era legal?
Perry: No, pero los estudiantes de derecho hab?an pensado que lo ser?a. Creo
que el director General de correos tiene la autoridad para detener correo no
deseado. Era tan s?lo muy divertido discutirlo.
Baum: ?Alguna vez tom? alg?n curso en Columbia?
Perry: No.

La Asociaci?n Americana de Trabajadores Ciegos,                 American
Association of Workers for the Blind.

Baum: Me dijeron que hab?a participado en la organizaci?n de la Asociaci?n
Americana de Trabajadores Ciegos en 1905. ?Podr?a decirme sobre eso?
Perry: S?. Soy un miembro vitalicio de esta organizaci?n ahora.
Baum: Que se separ? de la Asociaci?n Americana de Instructores para Ciegos,
?no es as??
Perry: No, no creo que tuvo mucho que ver con los instructores, o por lo
menos, nunca lo hizo en mi mente. Nunca tuve mucho inter?s en los
Instructores. Los instructores eran funcionarios estatales, principalmente
de las escuelas, y que en realidad ten?an muy poco, por lo que pude ver,
para contribuir. Mi impresi?n siempre ha sido que los maestros de las
escuelas saben muy poco acerca de los problemas reales de las personas
ciegas y toman poco inter?s.
Baum: ?Cu?l fu? el prop?sito de esta Asociaci?n de Trabajadores Ciegos?
Perry: Fu? considerada para ser una organizaci?n en gran parte compuesta de
ciegos, a f?n de darse cuenta de que ellos deben resolver sus propios
problemas y no esperar a que agencias estatales lo hagan. Todo nuestro
progreso ha sido a pesar de la oposici?n de las agencias estatales.
Baum: ?Fu? esta asociaci?n compuesta principalmente por personas ciegas?
Perry: S?, en gran parte.
Baum: Ya no lo es m?s, ?verdad?
Perry: Cuenta con un gran n?mero de videntes en ella; incluye a cualquier
persona que trabaja para los ciegos. Los oficiales electos son ciegos. La
Asociaci?n Americana de Trabajadores Ciegos,                 A.A.W.B. era un
buen esfuerzo y ha logrado mucho. Son muy activos ahora, y m?s bien, guardan
resentimiento en contra de los esfuerzos de la Federaci?n Nacional de
Ciegos. Considero que est?n un poco celosos; todas las agencias lo est?n. A
las agencias gubernamentales, ya sean federales o estatales, les gusta
anunciar por ellos mismos que hacen tanto por los ciegos, pero en realidad
hacen muy poco en forma progresista. El hecho de que ellos son funcionarios
del gobierno los intimida, y no se atreven a ir a las legislaturas y al
Congreso, tocante a la nueva legislaci?n.
Nadie en el Consejo de California o en la Federaci?n Nacional recibe
remuneraci?n alguna, por lo que, las ?nicas personas que tenemos son las que
est?n realmente interesadas y que est?n dispuestas a hacer una campa?a y
propagaci?n. considero que La Asociaci?n Americana de Trabajadores Ciegos,
A.A.W.B. ha mejorado debido a nuestra Federaci?n Nacional y nuestros
consejos estatales, y ha superado alguna de su oposici?n inicial por
nosotros. En muchos sentidos, est? haciendo las mismas cosas que los
consejos estatales est?n haciendo, excepto que no le gusta alentar a los
ciegos para expresarse por s? mismos. A las agencias les gusta tomar todo el
cr?dito, pero no pueden hacerlo tanto, debido a que se propagan
publicaciones por los ciegos, que hacen un llamado a su intento de
aparentar, por lo que, ahora se est?n interesando en la legislaci?n.
Baum: ?La mayor?a de los miembros de La Asociaci?n Americana de Trabajadores
Ciegos, A.A.W.B. son videntes?
Perry: Oh, alrededor de la mitad, pero los l?deres son ciegos.
Baum: Se creer?a que estar?an de acuerdo junto con la Federaci?n y luego
ser?an miembros de la misma.
Perry: No. Ellos son en gran parte los empleados de las agencias, o esperan
serlo, y las agencias estatales desalientan las cosas progresistas. As? que,
estaban absolutamente sorprendidos de que alg?na gente ciega tuviera el
valor de levantarse y decir lo que quer?an. Por supuesto, es nuestra
hip?tesis, que las ?nicas personas que entienden la ceguera realmente son
los ciegos.

Winifred Holt y el Lighthouse

Perry: Durante el tiempo que estuve en Nueva York, llegu? a estar asociado
con el Lighthouse. Hubo un movimiento iniciado en Nueva York para ayudar a
los ciegos a conseguir empleo. La idea era construir un taller y tener a las
personas ciegas trabajando en el taller, lo mismo que tenemos en California.
Aqu? hemos tenido estos talleres a cargo del estado. Nueva York, por alguna
raz?n u otra, es muy atrasado en esas cosas, aunque considera que est? a la
altura. ?Ha le?do el nombre del editor de numerosos libros, Henry Holt and
Company?
Baum: Oh, s?.
Perry: Bueno, su hija Winifred era una figura social muy importante en New
York City, y estaba muy entusiasmada en ayudar a los adultos ciegos. Oy?
acerca de m?, de alguna manera, y me hizo ir all?, y Me sent? a hablar por
horas con ella. Al d?a siguiente me llam? de nuevo, lo que me mantuvo
alejado de mi tutor?a.
Baum: ?Deseaba su consejo?
Perry: S?, quer?a que yo hablara de ello. Ella lo deseaba, creo, con fines
de propagaci?n tambi?n. Creo que quer?a escribir una gran cantidad de cosas,
y consider? que podr?a hacer un relato de ello. No se. Comenzaron un taller
de escobas para los ciegos, y as? sucesivamente. As? que inmediatamente
dije: "Debemos tener una organizaci?n de estos ciegos." Eso la atemoriz? un
poco.
Baum: ?Lo hizo?
Perry: Finalmente dijo que s?. As? que, escrib? una constituci?n para ellos.
Convocamos una reuni?n y tuvimos un club formado. Lo llamaron ...

Baum: ?Era esa la Asociaci?n para ciegos,

New York Association for the Blind?

Perry: No, esa era la organizaci?n de la se?orita Holt. ?Se refiere al
Lighthouse en la Calle 59?
Baum: Si.
Perry: Bueno, ella fu? la fundadora de eso, y lo estaba haciendo entonces.
Ellos no ten?an ese edificio en la Calle 59 en aquel entonces. Por supuesto,
mi asociaci?n estar?a en conexi?n con eso. Creo que lo llamamos el Club de
Auto-Mejora de los Ciegos. Tuve el "Auto" en ello, porque quer?a que los
ciegos hicieran algo por s? mismos.
Baum: Esto era similar al club que comenz? aqu??
Perry: S?. La palabra "Auto" cre? problemas. Ver?, la Se?orita Holt quer?a
hablar de lo que estaban haciendo por los ciegos y no lo que los ciegos
hac?an por s? mismos. Socialmente, la Se?orita Holt era alta en la sociedad,
y ten?a el o?do de un sinf?n de gente rica, as? que, pod?a hacer mucho, y yo
estaba contento de animarla. Pero por supuesto que no pod?a ver ese asunto
de "Auto" en absoluto. En todo caso, formamos la organizaci?n, y ella sol?a
venir.
Finalmente, le dije que no pod?a dar m?s de mi tiempo. Ten?amos una gran
sociedad en aumento de unas 100 personas. He formado, supongo, decenas de
organizaciones para ciegos alrededor en diferentes lugares, pero, tan pronto
como me fu?, por lo general se extinguieron. Esa sociedad a?n est?
funcionando ahora. Se llaman a s? mismos, El Club de Mejoramiento de los
Ciegos. quitaron el "auto" despu?s de que me fu? de Nueva York.
Baum: ?Se logr? mucho?
Perry: Bueno, no mucho porque no lo dirig?an. Usted ve, ellos son los
trabajadores de ese taller, y la actitud de las agencias para ciegos, no de
ciegos , intimidan a los ciegos. Los ciegos sienten, y supongo que debe
haber alg?n fundamento para ello, que si expresan ideas que no est?n de
acuerdo con los que est?n a cargo de la agencia, esto ser? para su gran
desventaja. Y funciona de esa manera. Por supuesto, en Nueva York, en
general, las agencias para ayudar a los pobres, y as? sucesivamente, est?n
fuertemente arraigadas, y cualquier pobre diablo que se ha permitido la
cr?tica, muy pronto desear? no haber dicho algo. Eso sigue siendo cierto.
Y la se?orita Holt tom? la misma actitud, y quer?a que fuera una parte de la
asociaci?n. Quer?a una especie de dictadura de lo que deben hacer y lo que
no deben hacer, y todos los programas peque?os deb?an ser sus programas, no
de ellos.
Baum: ?Considera que Winifred Holt realmente entendi? los problemas de los
ciegos?
Perry: Bueno, ella lo pens? as?. No, sab?a que los ciegos ten?an gran
necesidad, y deseaba ayudarles. Por supuesto, al igual que un gran n?mero de
gente, quer?a conseguir un poco de gloria. Consegu?a que los peri?dicos
escribieran las cosas que ella hab?a hecho. Expresiones antag?nicas a lo que
hab?a dicho tambi?n se pon?an en los peri?dicos.
Baum: ?Hecho por personas ciegas?
Perry: Por las personas ciegas y amigos de las personas ciegas que
expresaron las ideas de las personas ciegas. El redactor de la revista
Matilda Ziegler escribi? un largo art?culo criticando a la Se?orita Holt, e
hizo un gran revuelo.
Baum: Dios m?o. Bueno, no hab?a ning?n beneficio obtenido en este taller,
?lo hab?a?
Perry: ?Se refiere a para ella?
Baum: S?, ?o para alguien m?s?
Perry: Bueno, emplearon personas. Ten?an un director, y se le pag? un
salario. Por supuesto que fu? el comienzo de una organizaci?n, y,
naturalmente, no ten?an mucho dinero todav?a. Estas personas ciegas no se
estaban ganando la vida en absoluto, pero por otro lado, si no lo hac?an, se
sentar?an en casa, por lo que, algunos de ellos iban y trabajaban, pero no
eran empleados de verdad. Mezclaban una gran cantidad de charla con su
trabajo.
Oh, yo mismo, nunca he cuestionado sus motivos. A ella le hubiera gustado
haber hecho algo por los ciegos, y ten?a la idea de que sab?a hacerlo, que
no ten?a demasiado fundamento, supongo. Mi propia idea era que la educaci?n
avanzada era la cosa para ayudar a los ciegos. Es por eso que pens? tanto en
un proyecto de ley del lector. Los ciegos ten?an colegios para ir, y, cuando
terminaron la escuela, no pod?an ir a la universidad, y luego estaban
perdidos. Sin embargo, el punto era que ella consigui? mezclarme, ayud?ndola
yo all?, y por supuesto, las personas ciegas ven?an a m?. Quer?a llegar a
librarme de eso, ya que ten?a que ganarme la vida por m? mismo. No hab?a
nada en ello salvo que estaba tomando mi tiempo, y cuando pasaba mi tiempo
con ellos, no estaba sucediendo nada. As? que, trat? de salirme de ello.
Pero eso es una cosa sobre el trabajo con los ciegos, usted comienza a
trabajar para los ciegos y no se puede salir de ello. Esto sigue creciendo.
Baum: ?Quiere decir que no quiere salirse de ello, en realidad, despu?s de
que ha comenzado?
Perry: Bueno, no quiero hacerlo, pero, si lo quiciera, ser?a casi imposible.
Ellos siguen llegando, y, si est? realmente  interesado en ayudarles, y
supongo que en general lo est?mos, pasa su tiempo en ello cuando deber?a
estar pensando en usted mismo. Por supuesto, si hubiera sido un millonario o
algo por el estilo, no habr?a importado, pero tuve que saltar bastante
animado para mantenerme con vida.
Baum: Entiendo que Carl Schurz fu? asesor de Winifred Holt.
Perry: No lo s?. Pudo haberlo sido. No hab?a estado en contacto con ?l, o lo
he olvidado. Eso fu? hace mucho tiempo, ya sabe.
Baum: Mark Twain estuvo en esta Asociaci?n de Nueva York para Ciegos
tambi?n.
Perry: Bueno, s?. Cuando se trataba de tener una reuni?n preparatoria para
recoger una gran cantidad de dinero, y en Nueva York la riqueza es ilimitada
al parecer, la Se?orita Holt convoc? una reuni?n, pas? varios meses
public?ndola. Por supuesto, ella era sumamente importante en la sociedad.
Saltaron a la oportunidad de conseguir a Mark Twain, con el f?n de ser uno
de los principales oradores en este gran evento. No estoy enterado de que ?l
alguna vez tuvo alg?n gran inter?s en particular en los ciegos. Hizo una
charla muy agradable.
Baum: Hicieron mucho dinero en esa reuni?n, ?no?
Perry: S?, hicieron mucho dinero.
Baum: ?En realidad no trabajaba en la Asociaci?n? No era m?s que un gran
nombre.
Perry: Oh, no, ?l era un gran hombre tra?do por su gran nombre.

El Proyecto de Ley del Lector para Estudiantes Universitarios Ciegos en
Nueva York

Perry: Bueno, me qued? pensando en un proyecto de ley del lector para
ciegos, por lo que, un d?a me dije a m? mismo: "S?lo voy a escribir un
proyecto de ley, y ver si puedo conseguir a alguien para introducirlo en la
legislatura en Albany y ver lo que sucede." Es gracioso, porque escrib? el
proyecto de ley, y luego no sab?a d?nde encontrar un asamble?sta. Se me
ocurri? entonces que el ?nico lugar en el que podr?a pensar que
probablemente sabr?an ser?a en la taberna, as? que fu? y le pregunt? al
cantinero: "?Qui?n es tu asamble?sta por aqu??" dijo, oh, s?, s? todo sobre
ello y me lo dijo. Si yo hubiera ido a la universidad y le hubiera
preguntado a cualquier profesor, qui?n es el asamble?sta, ?l no lo habr?a
sabido.
Fui y llam? al asamble?sta. Le dije mi nombre y de donde era, y que ten?a un
proyecto de ley que quer?a que fuera presentado, y que si ten?a tiempo para
que yo lo vea. ?l dijo: "?Bueno, s?, s?. Puede venir en cualquier momento.
?Quiere que vaya ahora?" le dije, "No, creo que lo aplazar?. ?Qu? le parece
el domingo?" Dijo: "S?".
As? que el domingo ?l entr?, y le mostr? el proyecto de ley, y expliqu? lo
que era. Dijo: "Bueno, est? bien. Creo que podemos conseguir que sea
aprobado". ?l present? mi proyecto de ley en la Asamblea.
Baum: ?Hab?a hablado con alguna otra gente ciega sobre esto?
Perry: ?All?, quiere decir?
Baum: S?, en Nueva York.
Perry: No con muchos. Hab?a pensado en ello, y ten?a muchas oportunidades ,
pero sab?a que, si lo hubiera avanzado, habr?a hab?do oposici?n, y consider?
que podr?a llevarlo mejor sin decir nada de ello en absoluto. Despu?s de
todo, se trataba de aprobarlo mediante la legislatura.
Baum: As? que comenz? esto solo.
Perry: Oh, s?, completamente solo. Hice un movimiento, y cre? que hab?a
cometido un error; fu? al jefe de la ..., una organizaci?n de abogados que
dan asesor?a legal a los pobres.
Baum: ?La Sociedad de Asistencia Legal, The Legal Aid Society?
Perry: S?. Fu? al jefe de la Sociedad de Asistencia Legal, despu?s de que
consiguiera que el proyecto de ley fuera presentado, y quer?a que le
escribiera al poder legislativo, o al gobernador. Le di el n?mero del
proyecto de ley, y as? sucesivamente. ?l dijo, oh s?, que lo har?a, y creo
que lo hizo. Dijo que lo hizo.
M?s tarde habl? con este mismo abogado que me pidi? que escribiera al
gobernador, y ?l dijo: "Bueno, considero, Doctor Perry, que he hecho todo lo
que [Yo] debo ... Considero que lo que debemos hacer ahora es ver si usted
no puede tener una asociaci?n interesada en ello."
Bueno, sin saber lo que estaba haciendo, me dec?a que la Se?orita Holt se
hab?a puesto en contacto con ?l. Eso fu? despu?s de que yo hab?a dejado de
ir a su lugar. Sab?a de inmediato que ella se habr?a opuesto a mi idea de la
educaci?n superior. Ella podr?a pensar que era un lujo, porque habr?a s?lo
un hombre ciego en varios miles que podr?a ir a la universidad. As? que no
dije nada. S?lo actu? mudo y sal?. No creo que hubiera podido hacer algo por
m? de todos modos.
Todo el mundo con quien hab?a hablado a cerca del proyecto de ley hab?a
dicho: "Pero si es inconstitucional. Es una legislaci?n de clase. Apropiarse
de dinero para estudiantes ciegos universitarios; ?por qu? se lo dar?an a
las personas ciegas y no a otras personas?" Bueno, estaba bastante seguro de
que no era el caso, y conoc?a muchos abogados. De hecho, un abogado y yo nos
sent?bamos juntos todos los d?as en la cena, y ?l dijo: "Oh, es una
legislaci?n de clase". Luego, los miembros de la legislatura me escriben que
pensaban que era inconstitucional, o que se les hab?a dicho que era
inconstitucional. Era evidente que ten?a que hacer algo.
Yo le hab?a escrito al gobernador (Charles Evans Hughes) y pregunt? si pod?a
verlo. Eso fu? antes de que se hubiera presentado. As? que muy amablemente
me dijo que estar?a en una oficina determinada en una fecha determinada y
estar?a contento de verme en un momento determinado. Fu? ese d?a y le dije
lo que quer?a. ?l era un hombre muy notable. Su mente era tan r?pida que No
pod?a seguir el ritmo de la misma. Se volvi? hacia m? inmediatamente,
"Bueno, eso Suena bien. Ahora bien, ?me puede mostrar c?mo al hacerlo, lo
que ser?a una buena cosa para los ciegos, no estar?a abriendo una
oportunidad a lo ancho como extensi?n a otras clases. He aqu? una viuda
pobre en esta calle aqu?, y ella tiene que ganarse la vida para sus hijos.
Tiene un hijo, y, si pudiera ir a la universidad, ?l ser?a un hombre mejor y
tendr?a mejores oportunidades.
?Por qu? no darle un poco de dinero? Cuando vienen adelante con ese plan,
?c?mo puede la legislatura defenderse?"
Por supuesto, eso era precisamente lo que me hab?a estado preocupando, pero
no sab?a la respuesta. Pero vi que pr?cticamente me dio a entender que
estar?a muy contento de ayudarme y me pareci? que era una buena cosa si
pod?a superar este obst?culo. As? que le d? las gracias y dije: "Bueno,
Tiene que darme un poco de tiempo, pero creo que puedo hacerlo".
Fu? y compr? una constituci?n del estado de Nueva York y mir? a trav?s de
?l. Ahora, usted sabe que la mayor?a de las constituciones tienen, despu?s
de que se ha puesto lo que puede y no puede hacer, una secci?n de
excepciones y dicen que a pesar de todo lo escrito en otra parte de esta
Constituci?n, nada en esta Constituci?n se interpretar? para evitar esto,
aquello y la otra cosa. En todas las constituciones, es ilegal que la
legislatura d? dinero a alguna persona. Ellos pueden pagar un sueldo por
trabajar para el estado, pero no pueden presentarlo con alg?n dinero fuera
de la tesorer?a del estado.
Me dije a m? mismo: "Voy a apostar, si puedo encontrar esa secci?n con
excepciones en ella, vamos a ver si no voy a encontrar algo." Bueno, por f?n
encontr? la secci?n, y creo que hab?an venti pico algunas excepciones abajo,
y recuerdo que era la n?mero dieciocho, all? dijo: "Nada en otra parte
establecida en esta Constituci?n ser? obst?culo para la apropiaci?n de
dinero del Estado para la educaci?n de los ciegos."
Bueno, no podr?a haber pedido nada mejor. Por supuesto, los hombres quienes
pusieron eso ah? estaban, sin duda, pensando en la escuela estatal para
ciegos. No dijeron nada sobre los adultos o los ni?os, pero Supongo que la
pregunta de ayudar a adultos ciegos nunca se hab?a pensado. Pero eso no
marcaba ninguna diferencia. Esto dec?a, para la educaci?n de los ciegos, y
mi proyecto de ley no era para otra cosa que la educaci?n de los ciegos.
R?pidamente le escrib? al gobernador y le dije exactamente d?nde encontrarlo
y lo cit? y tambi?n se lo dije a estos legisladores que hab?an expresado sus
dudas en cuanto a su constitucionalidad.
Bueno, la asamblea aprob? el proyecto de ley en muy poco tiempo y lo dirigi?
al Senado. Por ?ltimo, el jefe del comit? de programaci?n y presupuesto, el
comit? de recursos financieros, me escribi? una carta y dijo que
probablemente tomar?an este proyecto de ley en Cierto d?a, y consider? que
podr?a ser una cosa muy buena si yo estuviera presente. As? que tuve que
salir e ir a Albany.
Me faltaba el cambio. Fu? gracioso c?mo hab?a llegado all?. Ten?a que
dirigirme hasta Albany y estar all? todo el d?a y tal vez pasar la noche.
Por lo tanto, baj? a la taberna en la esquina de nuevo. Hab?a un buen grupo
de compa?eros que llegaron all?. Muchos de ellos eran miembros de la
facultad de Columbia, casi como un club.
Les d? una sorpresa. Les dije lo que mi situaci?n era y que quer?a ir all?
ma?ana por la ma?ana, y quer?a saber si quer?an pasar el sombrero alrededor
y ver que podr?a llegar hasta all? y volver. Pues bien, se hizo silencio en
todas partes. Eso me sorprendi? porque pens? que se morir?an de risa. Y
entonces, se les ocurri? la pregunta: "Bueno, Yo lo har?a, claro, si te va a
ayudar. ?Va a serte de alguna ayuda de alguna manera?" Bueno, no pod?a decir
que " S?." Yo no quer?a ir a la universidad. As? que dije: "No, no, no que
yo sepa." Ellos dijeron: "Bueno, si no conseguir?s nada por ello, de que
sirve preocuparse de eso?"
Les di una charla sobre lo que se lograr?a, as? que hicieron pasar el
sombrero. Creo que me dieron doce o quince d?lares.
La ma?ana siguiente fu? y consegu? un tren temprano y llegu? a Albany. Fu? a
ver a mi representante, que hab?a presentado el proyecto de ley. Dijo que
ir?a conmigo a la reuni?n del comit? de la tarde.
Baum: ?Se acuerda de c?mo se llamaba este asamble?sta?
Perry: Creo que era Brough. Recuerdo que le pregunt? ... ?l se llam? a s?
mismo "Bruff" y yo dije: "?De d?nde saca su "gh" ah? dentro?" ?l dijo:
"Bueno, ?c?mo se escribe "rough"? Me acerqu? a ver al director del Comit?
del Senado y ?l dijo: "Vaya directamente a nuestro sal?n. S?lo vamos a
clausurar la sesi?n, y todo nuestro comit? estar? all? en unos pocos
minutos." As? que fu? all? y me sent?, y ellos vinieron y llevaron a cabo su
reuni?n, un proyecto de ley tras otro, un proyecto de ley tras otro, no
dijeron ni una palabra sobre mi proyecto de ley. Siguieron; se puso tarde,
las cuatro de la tarde, despu?s de las cuatro, despu?s de las cinco. pens?:
"Bueno, cielos, van a clausurar en un minuto. Me pregunt? si se hab?a
olvidado de m?." Entonces se me ocurri? que estaba haci?ndolo
deliberadamente. Estaba esperando hasta que todos quisieran clausurar y
todos estaban apurados y ?l dir?a algo sobre el proyecto de ley, y bingo, se
aprobar?a. Estaba corriendo un riesgo, pero apuesto a que era lo que estaba
haciendo.
Efectivamente, al final, dijo, "Bueno, ahora tenemos un peque?o asunto
aqu?." S?lo es una peque?a cantidad de dinero. Tres mil d?lares que yo
estaba pidiendo." Considero que todos estamos interesados en ello y el
Doctor Perry  est? aqu?. Le pedir? hablar de ello. Queremos que se apruebe
hoy si se puede". ?l mostr? su mano de inmediato a todos ellos, puesto que
quer?a que el proyecto de ley fuera aprobado.
As? que me levant? y les dije cu?l era el plan. S?lo hab?a un hombre al que
yo hab?a pensado que no le agradar?a eso. El director dijo: "Bueno, ?cu?l es
su decisi?n, caballeros? Vamos a tener que clausurar la sesi?n." Y todos
ellos votaron, y la cosa se aprob? por unanimidad.
Entonces, eso me encant?, as? que fu? a casa y escrib? una larga carta al
gobernador. El gobernador de Nueva York ten?a treinta d?as para firmar el
proyecto de ley y, si no lo firmaba, ser?a vetado.
Baum: Usted dijo que pensaba que Winifred Holt estar?a en contra de ello.
Perry: Bueno, ella lo estaba. Se opon?a.
Baum: Me preguntaba si cualquier otra agencia se opon?a.
Perry: No sab?an al respecto. Quer?a mantenerlo lo m?s silencioso que pod?a,
ya que prefer?a concentrarme en la gente en la legislatura. Despu?s de que
el gobernador lo firmara, podr?an hacer todo el ruido al respecto que
quisieran. No hubo oposici?n pronunciada. A algunas personas no les
importaba, pero no hicieron nada al respecto para oponerse a ello porque
pensaban que no llegar?a a nada de todos modos, que era una idea loca.
El Estado de Nueva York ten?a dos escuelas residenciales para ciegos,
todav?a las tiene. El superintendente de una de ellas se enter? del proyecto
de ley, y me escribi? una nota cort?s, agradable instando a que retire el
proyecto de ley para el presente a fin de que todos pudieran considerarlo y
quiz?s aprobarlo durante el pr?ximo a?o. Eso simplemente significaba que no
quer?an que alguien se interesara demasiado en lo que estaban haciendo.
Ten?an una especie de posici?n aislada en las escuelas; nadie sabe nada de
ellos. No est?n particularmente ansiosos de que la gente pueda tener alg?n
inter?s en las reformas ni nada por el estilo. Yo sab?a lo suficiente acerca
de las escuelas de ciegos como para saber eso. As? que le escrib? una carta
cort?s y dije que iba a considerar lo que dijo. Lo expres? de tal forma que
llegar?a a la conclusi?n de que no iba a seguir adelante con ello. As? que
no me molest? m?s.
Pas? el tiempo y empec? a preocuparme. Dos d?as antes del vencimiento del
plazo para que el gobernador firmara, llam? a la Se?orita Holt. Yo dije: "Mi
proyecto de ley est? en manos del gobernador; ha estado durante alg?n
tiempo; se aprob? en ambas c?maras por unanimidad; deseo que ?l lo firme al
menos para ma?ana; si desea que su organizaci?n escriba al gobernador a f?n
de abogar por ello, eso ser?a bueno." Ella dijo: "?Por qu? no me lo dijo
antes?" Yo no estaba en busca de un argumento, as? que lo dej? pasar. Pero,
cuando se dio cuenta de que la cosa iba a ser ley, por supuesto que quer?a
ser inclu?da. Dijo que iba a convocar una reuni?n del comit? en la noche y
lo apoyar?a, y escribir?a una carta al gobernador. Al parecer lo hicieron.
Finalmente, el ?ltimo d?a lleg?. Si no lo firmaba ese d?a, ya no ser?a
aprobado. Yo dije: "Bueno, he cumplido lo mejor que pude. Voy a sentarme y
tomar mi medicina si tengo que hacerlo. Voy a tener que intentar de nuevo el
a?o que viene".
Alrededor de las cinco en punto, los ni?os salieron con sus peri?dicos,
gritando y gritando, y estaban haciendo un ruido horrible. "El Gobernador
firma el proyecto de ley del lector para los estudiantes universitarios
ciegos." Sal? fuera de prisa y obtuve un peri?dico. Lo hab?a firmado el
?ltimo d?a. Eso fu?, supongo, en agosto. La universidad se puso en marcha en
breve, y once personas ciegas entraron en la universidad de Nueva York.
Pens? que todos los otros estados s?lo tendr?an que copiarlo. Yo estaba
decepcionado. Lo est?n haciendo, pero muy lentamente. Algunos lo hicieron
despu?s de un a?o m?s o menos, y otros no lo han hecho todav?a. Entonces
llegu? a California en 1912, as? que lo present? aqu? de inmediato. De
hecho, present? dos formas del mismo, y el gobernador firm? los dos. Ahora
es frecuente en casi todos los estados.
Por supuesto, hemos aumentado la cantidad, de a?o en a?o. En la ?ltima
sesi?n de la legislatura, California elev? la cantidad. Los estudiantes
graduados pueden gastar $1.200 por a?o de dinero para el lector por a?o, y
estudiantes no graduados $1.000. El proyecto de ley de Nueva York, cuando
empez?, era de $300 al a?o. Ha sido una cosa maravillosa. Ahora, no hay nada
que impida a una persona ciega, sea cual sea su situaci?n; si es un hu?rfano
y vive en un asilo, no hay nada que impida su ida a la universidad y obtener
su t?tulo de doctorado ahora en California, excepto su falta de inteligencia
y la falta de ambici?n. Ahora tenemos en California en nuestros diferentes
colegios, m?s de setenta personas ciegas. Los otros estados tienen algunos,
pero no tantos.
Baum: Suena como si el nuevo proyecto de ley de Nueva York fuera un logro de
una sola mano por usted. Lo hizo todo solo.
Perry: Bueno, ten?a temor. Si hubiera iniciado una discusi?n sobre ello con
el p?blico, encontrar?a una cierta oposici?n, y no veo que la necesitaba.
S?lo ten?a que presentar mi caso ante el poder legislativo; ellos son los
que hacen la votaci?n. Tiene que tener su consentimiento. Se ve?a muy
sencillo, ya que la cantidad que ped? era muy peque?a. Mi experiencia con
las legislaturas, y he estado trabajando con ellos durante toda mi vida, es
que eso no cuenta tanto como pensaba. Es tan dif?cil conseguir un proyecto
de ley de apropiaci?n de $3.000 a trav?s de la legislatura, como lo es por
$300.000. Tiene que hacer las mismas cosas, y hay tendencia a no estar muy
entusiasmado porque se ve como un proyecto de ley insignificante.
Baum: ?Cuando usted y la Se?orita Holt no est?ban de acuerdo en el proyecto
de ley del lector, eso da?? su amistad?
Perry: Oh, no le hizo mucho bien. No. .. ella era sumamente amable conmigo,
pero era una mujer que siempre ha querido las cosas a su modo, muy
intolerante, y nunca he tenido alguna discusi?n con ella. Pero dijo, y habl?
mucho en torno, a cerca de lo injusto que era tener un proyecto de ley del
lector, dinero para los pocos que estaban siendo educados. Ella iba a poner
un taller, a f?n de ganarse la vida, supongo que para todos los ciegos en
Nueva York, as? pens?. Por supuesto, nunca se hace.
No, las personas que no saben nada acerca de ello, inmediatamente piensan en
un taller. Junte a los ciegos, p?ngalos adentro, ens??eles a hacer una cosa,
y todos van a ganarse la vida, y ser feliz el resto de sus vidas. Pero en
primer lugar, las personas ciegas no querr?an hacerlo. Var?an en su gusto
como cualquier persona. No les agradar?a el trabajo.
Por supuesto, lo que no puede hacer es que la gente entienda por qu? es tan
caro educar a los ciegos. Gasta tanto dinero en una sola persona en lugar de
tener el mismo dinero y ayudar a mucha gente. Ese es su argumento. El hecho
es que, si va a educar a poca gente ciega, esto trae un gran cambio. El gran
inter?s en los ciegos ahora se debe al hecho de que poca gente ciega ha
tenido una educaci?n. Ayud? a un ni?o, Ernest Crowley, a entrar en la
legislatura en Sacramento, y se convirti? en, posiblemente el hombre m?s
popular de la legislatura. Era abogado. Todo el mundo en el estado lo
conoc?a o sab?a de ?l pr?cticamente, y sab?an que era totalmente ciego.
Detuvo toda la charla acerca de c?mo los ciegos eran desvalidos, que no
hab?a nada que pudieran hacer. ?l pod?a aprobar proyectos de ley a trav?s de
la legislatura, cuando nadie m?s pod?a hacerlo ... Falleci? hace unos a?os,
y parec?a como si todo el condado estuviera en su funeral. Ha acabado con la
mayor parte de esa charla
  acerca de c?mo se puede compadecer al ciego, pero no hay que esperar nada
de ellos.
Baum: Aparentemente el Gobernador Hughes fu? capaz de ver su punto de vista
en lugar del punto de vista de la Se?orita Holt.
Perry: Bueno, b?sicamente, mi punto es muy sencillo. Si se educa a un
hombre, va a aumentar sus oportunidades de hacer cosas. Considero que Hughes
vio inmediatamente que se trataba de un problema m?s grave para los ciegos
que para los dem?s, y que la educaci?n podr?a reducir sus dificultades. Vio
eso en el tiempo en que se puede chasquear los dedos.
Baum: Suena como si pensara que ?l era un hombre muy brillante.

Perry: ?Hughes? Oh, era un hombre muy brillante.
Baum: ?Vot? por ?l para gobernador?
Perry: S?, lo hice.
Baum: ?Consider? que era un buen gobernador?
Perry: Era un gobernador muy bueno. Por supuesto que era un hombre sumamente
recto, muy brillante.

Newel Perry: M?s perfiles de la Pol?tica, y de la escuela para ciegos,
California School for the Blind

Este segmento es una discusi?n de las figuras destacadas en el campo de la
ceguera, y las luchas internas en la Escuela para Ciegos, California School
for the Blind, que trajo de regreso a Perry a California.

Charles Campbell

Baum: ?Ha estado en contacto con Charles Campbell? Creo que es el compa?ero
que fund? Perspectivas para los Ciegos, Outlook for the Blind.
Perry: ?Campbell? Oh, ya s? a qui?n se refiere. S?, conoc?a a Charles
Campbell muy bien. Era el hijo de un hombre ciego. Su padre era
Estadounidense y se convirti? en todo un m?sico destacado, e iba en viajes a
trav?s de Inglaterra, donde daba actuaciones musicales. Inglaterra deseaba
hacer algo para mejorar la suerte de sus ciegos, y decidieron crear una
instituci?n, una escuela, por lo que, le pidieron que se hiciera cargo de
ello.
(Francis Campbell, Sir Francis. Su esposa era Lady Campbell.) Fu? un hombre
muy competente. Sus alumnos ciegos fueron notablemente exitosos. Era una
gran ayuda en la propagaci?n. Contaba cuentos maravillosos sobre sus
alumnos. Mucha gente lo criticaba por ser exagerado. Sin duda, estaba
intensamente interesado en ayudar a los ciegos, y la recolecci?n de dinero
en Inglaterra era un poco lenta, pero s? cre? una instituci?n que era muy
respetada.
Su hijo Charles se cri? con el mismo tipo de inter?s, y propagaba y viajaba
por todo el pa?s dando conferencias aqu?. Se cas? con una mujer muy hermosa.
Ella estaba en California cuando la conoc?. Yo estaba en Nueva York cuando
estaban retumbando la idea de tener estos talleres para los ciegos. Charles
estaba involucrado en ese tipo de trabajo en Boston, pero vino a Nueva York
para dar una conferencia. Charles Campbell era un hombre muy eficaz tambi?n.
Era entusiasta, un buen orador, y era muy optimista al respecto.
Muchas de las personas que estaban conectadas con los ciegos no eran
optimistas. Ese era el problema con las escuelas que ten?amos. Los
superintendentes eran seleccionados, evidentemente, de una manera muy
descuidada, y ninguno de ellos era, en particular, hombre de capacidad, y
algunos de ellos no ten?an mucha educaci?n. Estos hombres m?s bien hab?an
menospreciado a Charles Campbell. Dijeron que era s?lo un artista fanfarr?n
haciendo un gran ruido, y que una gran parte de lo que dec?a no era
confiable. Eso era porque no lo pod?an creer.
Usted ve, nuestras escuelas para ciegos se llenaron de gente que no
comprend?an a los ciegos y no cre?an en sus capacidades en absoluto. En
aquel entonces, el sentimiento general era que los ciegos no pod?an hacer
nada de todos modos, pero era maravillosamente amable que cierta gente
viniera a ayudar a los ciegos. Los maestros de los ciegos eran vistos como
una especie de santos y misioneros, y estaban dispuestos a aceptar esa
admiraci?n. Pero, no eran progresistas ni imaginativos. No s? si lo son a?n.
Baum: Bueno, usted no debi? estar de acuerdo con Charles Campbell en la idea
del taller.
Perry: Oh, no me molest? mucho al respecto. No trabajaba en ello de ninguna
forma. Yo era amable con ?l. No me importaba la creaci?n de sus talleres
para ciegos, si as? lo deseaban, pero ten?a la sensaci?n de que dentro de
cincuenta a?os, la gente no habr?a adquirido la independencia mediante la
autosuficiencia. Y no considero que lo hayan hecho. Estos talleres no
desarrollan la capacidad de los hombres; no lo intentan. A menudo son
dirigidos por hombres que no saben nada al respecto.
Entonces, los mismos ciegos no hicieron algo, no dijeron algo, no
articularon nada, pues ten?an temor de hablar. Como resultado, muy poco se
logr?. Eso es lo que nosotros, en los ?ltimos a?os, hemos hecho. De manera
deliberada y con previsi?n planeada, hicimos que los ciegos asumieran la
responsabilidad de mejorar las condiciones de los ciegos.
Baum: ?Conoc?a a Charles Campbell y a su esposa como amigos personales, o le
pidieron a usted consejo?
Perry: S?. Bueno, lo hicieron a veces. No, considero que estaban
posiblemente inclinados a darme consejos a m?.
Baum: ?Ellos le agradaba?
Perry: S?, pens? que eran personas muy agradables. Por supuesto, no estaban
interesados en el asunto que me interesaba a m?, usted v?, no se puede hacer
todo. No puede empezar un grupo de personas que dedican su tiempo para
entretener y tratar de proporcionar a los ciegos con un poco de diversi?n,
llevarlos a pasear ... No quiero restar importancia a eso, eso est? bien,
pero dentro de quinientos a?os estar?n haciendo lo mismo. Las personas
ciegas que asisten no son independientes ni nunca lo ser?n, y especialmente,
no lo desean ser.
Baum: Bueno, Campbell no hizo eso, ?verdad?
Perry: No, no. Campbell estaba interesado en ayudar a los ciegos, pero era
en gran parte ense??ndoles oficios. La idea de que un hombre ciego
consiguiera una educaci?n y llegara a ser m?dico o abogado o algo as?, eso
era algo as? como el cuento de La Cenicienta. ?l no lo tomaba en serio, y
nadie m?s lo hizo. Cuando llegu? a Nueva York, pude encontrar un solo hombre
ciego que Alguna vez fue a la universidad.
Baum: ?Es eso cierto? No es de extra?ar que sonaba como un cuento de hadas.
Perry: Nueva York est? lleno de universidades, as? que pens?, cuando vine,
que debe haber un buen n?mero de graduados universitarios ciegos. No me
encontr? ninguno. Pregunt? acerca de ellos, y nadie hab?a o?do hablar alguna
vez de uno.
Pero hab?a un hombre que hab?a ido a la universidad. ?l era un compa?ero de
clase del hombre que fu? presidente de Columbia en ese tiempo. Cuenta la
historia de que en la graduaci?n de la universidad este chico ciego y este
futuro presidente de Columbia, eran los dos, contrincantes por ser el
estudiante m?s sobresaliente de la clase, y el presidente lo entendi?. Este
hombre ciego fu? a las matem?ticas, dio conferencias en la Universidad de
Columbia.
Baum: ?C?mo se llamaba?
Perry: No me puedo acordar.

Robert Irwin

Baum: ?Conoc?a a Robert Irwin en aquel entonces? ?Pas? por la universidad,
no?
Perry: S?, Robert era del estado de Washington, fu? a la escuela para ciegos
all?, y m?s tarde pas? por la universidad. Luego se traslad? a Nueva York y
comenz? el plan de enviar a los ni?os ciegos, no a la escuela residencial,
sino a las escuelas p?blicas. Luego, fu? a Ohio, y consigui? que comenzaran
las clases en las escuelas p?blicas para los ciegos. Hizo eso en dos o tres
de las ciudades de all?. Luego se fu? a New York City y consigui? a personas
interesadas en iniciar la Fundaci?n Americana para Ciegos, American
Foundation for the Blind. Era un hombre bastante capaz e hizo un verdadero
?xito de la creaci?n de esta fundaci?n.
Esta, ha hecho mucho por los ciegos, creo. Por supuesto que no dirigen
talleres. Tratan de ayudar, a todas las actividades para las personas ciegas
en todo el pa?s. Ahora han llegado a estar bastante bien establecidos.
Supongo que sus gastos anuales corren hasta cerca de un mill?n de d?lares.
Baum: ?Robert Irwin estaba a favor de la educaci?n universitaria para las
personas ciegas?
Perry: Oh, considero que s?. No considero que estaba tan entusiasmado como
yo.
Muchas de las cosas en las que he tenido que trabajar, que eran nuevas, que
la gente No pod?a entender, hoy en d?a s?lo se toman como algo natural. Un
chico ciego en tiempos pasados no pod?a ir a la universidad, no ten?a el
dinero, y no pensaba que podr?a trabajar su camino a la universidad. Ellos
pod?an, supongo. He ganado mayor parte de mi camino a la universidad.
Tambi?n lo hizo Robert Irwin. Tuvo que ir alrededor y vender cosas de puerta
en puerta. Tuvo grandes dificultades en ir a la universidad. Ellos no ten?an
ning?n proyecto de ley del lector. ?l, ten?a que tratar de conseguir gente
que estaba dispuesta a ayudarle un poco al leer para ?l.
Baum: He o?do decir que usted y Robert Irwin trabajaron juntos para derrotar
a un movimiento por una universidad nacional para ciegos.
Perry: No s? si hicimos gran cosa al respecto. Supongo que los dos nos
opusimos.
Baum: ?Han hecho alg?n trabajo juntos en esto?
Perry: Bueno, hemos hablado de ello y, evidentemente, pensamos en la misma
cosa y probablemente nosotros mismos lo hemos expresado as?. S? que yo
escrib? a algunas personas diferentes al respecto. El argumento de tener eso
no era muy fuertemente promocionado. Es una idea absurda.
Baum: Es una idea que se ha planteado una y otra vez, ?no?
Perry: Oh, no creo que vaya a plantearse ya, no en serio, de todos modos.
?C?mo ser?a una universidad para ciegos? Entran a la universidad, y con los
fondos de sus lectores, ellos son como cualquier otra persona. No est?n en
desventaja. Pueden ir a Columbia o a la Universidad de California. Pueden
tener el mejor de los maestros. Ahora bien, si el gobierno federal iniciara
una universidad para ciegos, no tendr?an a un hombre como Einstein ense?ando
en ella.
Ser?a una cosa mediocre, insignificante, en la que se dar?an grados porque
eran ciegos, supongo. No, considero que despu?s de que una persona ciega
alcanza el grado und?cimo o duod?cimo, es mejor para ?l trabajar con
personas videntes. Tiene que vivir con ellos. No va a hacer ning?n dinero a
costa de las personas ciegas. Si va a salir adelante en el mundo, ?l desea
tener la posibilidad de acercarse a las personas videntes.
Baum: Me pregunto lo que pensaba de Robert Irwin.
Perry: Considero que hizo una buena labor. Cre? la Fundaci?n Americana para
Ciegos, American Foundation for the Blind, bastante bien.
Baum: ?Hab?a sido alguna vez miembro de la Federaci?n Nacional?
Perry: Oh, no.
Baum: ?No estaba de acuerdo con eso?
Perry: Bueno, le preocupaba un poco. ?l ven?a a las reuniones, pero por lo
general s?lo para verme.
Baum: Eran amigos?
Perry: S?. Pero ?l ten?a temor de que la Federaci?n iba a hacerle da?o a la
Fundaci?n. No s? por qu? deber?a hacerlo; pero ambas se sienten de esa
manera.
Baum: ?Ambas?
Perry: Tanto la Fundaci?n como la Federaci?n. La Fundaci?n est? tratando de
antagonizar y se opone a la Federaci?n, y la Federaci?n critica mucho a la
Fundaci?n.
Baum: ?Considera que es una cr?tica v?lida De la Fundaci?n?
Perry: Nunca he o?do ninguna cr?tica sistem?tica. S?lo que no se quieren. No
s? por qu?. No veo ning?n motivo para que ellos se critiquen negativamente
entre s? en absoluto.
Baum: ?Considera que la Fundaci?n hace una buena labor para los ciegos?
Perry: No hace la labor que la Federaci?n est? haciendo, pero no intenta
hacerlo. Diferentes tipos de trabajo; sus pol?ticas son diferentes. A la
Fundaci?n le gusta estar de parte de las agencias. No se basa en los
principios de la Federaci?n Nacional. La Federaci?n dice al ciego: "Si
quiere algo, depende de usted ir a buscarlo. Tiene que dejar de depender de
otra persona; tiene que organizarse e ir por ello." Y yo creo en eso.
Considero que tiene raz?n. La Fundaci?n est? interesada en la psicolog?a de
los ciegos, o algo por el estilo. Personalmente, Irwin estaba centrado en s?
mismo, y era un individuo ego?sta. No conozco a muchas personas que no lo
son. Estaba muy interesado en s? mismo, y fu? todo un hombre eficaz y, desde
su punto de vista, muy exitoso. Falleci? un hombre rico. Comenz? como un
chico sin nada. Muy interesado en su propio bienestar, lo cual est? bien,
supongo.

Walter Holmes

Baum: ?Usted conoc?a a Walter Holmes mientras estaba en Nueva York?
Perry: ?Walter Holmes? Lo conoc?a muy bien. Quer?a comenzar una revista
braille. ?l no era ciego, pero estaba muy interesado en los ciegos. Un
compa?ero maravilloso. Nos conocimos en una biblioteca y nos convertimos en
grandes amigos. Consigi? que la se?ora Matilda Ziegler, una viuda cuyo
marido hab?a sido un explorador sumamente rico en el Polo Norte, pusiera el
dinero para la revista. Por supuesto, ahora hay un gran n?mero de revistas
para las personas ciegas.
Baum: ?Esa se llama la revista Matilda Ziegler?
Perry: S?. [Muestra la revista en Braille.]
Baum: ?Considera que esta revista, Matilda Ziegler, era buena?
Perry: Es mejor ahora de lo que era. No s?lo era muy popular; sino que hab?a
tenido diez o quince mil lectores. Holmes hab?a sido un periodista. Ten?a un
medio hermano ciego en quien ?l tom? un gran inter?s. El chico ciego no era
particularmente brillante o con talento o capacitado para alguna cosa, lo
que sol?a preocupar a Holmes. El padre dijo: "No lo molestes; s?lo s?
bondadoso con ?l y deja las cosas as?."
Holmes sac? un mont?n de seguro para s? mismo con el chico ciego como
beneficiario, pero el chico ciego falleci? primero, y Holmes vivi? hasta ser
muy de edad. Un hombre maravilloso. De alguna manera entend?a a los ciegos
por completo. Si bien, la mayor?a de personas videntes quieren ser
bondadosas con las personas ciegas, no los entienden.
Holmes era soltero; dedic? toda su vida, ma?ana, tarde y noche, para ayudar
a las personas ciegas.
Esta revista Ziegler fu? la primera revista Braille en este pa?s. Holmes
consider? que era sumamente importante que las personas ciegas tuvieran una
revista porque no pueden recoger a trav?s de la experiencia tanto como otras
personas. Holmes no estaba interesado en obtener ganancias; sino que
simplemente quer?a ayudar a los ciegos. Una vez, un hombre quer?a que se
fuera de la revista para ciegos y fuera con ?l a otro negocio. Holmes dijo:
"No estoy interesado en hacer dinero".
El otro hombre dijo: "Yo lo estoy; he hecho mucho dinero, y no s? qu? otra
cosa hacer sino seguir haciendo dinero." Holmes lo rechaz?. As? que, el
compa?ero sigui? con su plan e hizo dos millones de d?lares en el pr?ximo
a?o y medio. Luego le pregunt? a Walter Holmes si estaba arrepentido de no
haberlo hecho e ido con ?l. Holmes dijo que no, que no sabr?a qu? hacer con
un mill?n y medio si lo tuviera.
Baum: ?Estaba a favor de su proyecto de ley del lector?
Perry: S?.
Baum: ?Le dio alguna publicidad en su revista?
Perry: ?l lo habr?a hecho, pero le dije que no quer?a ninguna. Hab?a ido
antes a la revista Perspectivas, Outlook , esa revista ha sido
descontinuada. No me refiero a Perspectivas para Ciegos, Outlook for the
Blind, sino a Perspectivas, Outlook, una revista semanal. Theodore Roosevelt
fu? el editor en Outlook por un tiempo. El editor real, que escribi?
editoriales en Outlook, era un editor muy famoso, Lyman Abbott. As? que, le
di un resumen de lo que el proyecto de ley del lector era, y ?l escribi? un
editorial sobre ello, uno muy largo. Le di una copia de mi carta al
gobernador, y se refiri? a esa en una buena parte del editorial. (Outlook,
volumen 86, p. 938, 31 de agosto de 1907) era una revista muy popular en
todo el pa?s .... Despu?s de que el proyecto de ley fu? firmado, escribi? un
art?culo sobre el tema. ?l era un hombre muy brillante.

Mayor Migel

Baum: ?Estaba Mayor Migel trabajando para personas ciegas en la ?poca en que
usted se encontraba en Nueva York? ?Migel de la Fundaci?n Americana para
Ciegos, American Foundation for the Blind?
Perry: Cuando llegu? a ese club que organic? por primera vez para Personas
ciegas, es decir, la gente ciega de la se?orita Holt, ella llegaba a la
reuni?n y (siempre tra?a a algunos invitados consigo, gente de sociedad) una
vez trajo a Migel. Migel estaba muy entusiasmado. Qued? sumamente encantado
conmigo; ?ramos grandes amigos por el momento, al menos. Quer?a que yo fuera
a su oficina. Result? ser un hombre muy rico, un comerciante de seda. As?
que dijo: "Si est?s interesado en esto , tengo que ir a Europa por un par de
meses , pero si ubicas a esta gente ciega, que consideras que son deseables,
a f?n de que hagamos algo por ellos, educativo o de otra ?ndole,
familiar?zate con sus nombres, para que cuando regrese, podamos repasarlo y
ver lo que podemos hacer." Bueno, eso fu? realmente un asunto maravilloso
porque era un hombre que estaba sumamente interesado en los ciegos, y ten?a
el dinero y el deseo de ayudar. As? que le dije que me gustar?a probar, pero
por supuesto que 
 estaba haciendo tutor?a y ten?a tiempo limitado. Pero ?l insisti?.
La se?orita Holt hab?a o?do hablar de esto. Por supuesto, peg? el grito en
el cielo. En primer lugar, me hab?a presentado a Migel. Pero, cuando Migel
estaba pensando en hacer algo que no estaba en su l?nea, ella estaba
preocupada. Era muy aficionada a la publicidad de peri?dicos y le encantaba
leer sobre lo que hab?a hecho, mientras que Migel prefer?a que su nombre
nunca ocurriera en el peri?dico. Eso no le interesaba en absoluto. Ella era
tan antag?nica hacia ?l al hablar de m?, que me di cuenta de que, si yo
segu?a con lo que Migel quer?a, tendr?a que dejar de hacer cosas que yo
hab?a estado haciendo por ella.
Eso ser?a algo sumamente indeseable, as? que decid? decirle a Migel que le
estaba dando todo mi tiempo a la se?orita Holt. As? que, llam? a uno de sus
tenientes y le dije que tendr?a que postergar cualquier trabajo o dejarlo
ir. El hombre dijo: "Por supuesto, no tengo ninguna autoridad en este
asunto, pero s? que el se?or Migel estar? muy decepcionado si no trabaja
para ?l."
Por supuesto, Migel no entend?a y no entender?a mi relaci?n con la se?orita
Holt en particular, por lo que, le dije al hombre, que me ser?a imposible
poder hacerlo hasta el regreso de Migel. Cuando regres? y se le dijo por sus
informantes que me hab?a retirado de ese trabajo, supongo que consider? que
era el final del mismo. No mantuve mi amistad con ?l nunca m?s. Robert Irwin
lleg? entonces y se puso en contacto con Migel, y Migel hizo mucho para
ayudarlo a iniciar el American Foundation, y todav?a lo hace.

El Conflicto Dentro de la escuela para sordos y ciegos, School for the Deaf
and Blind, 1912

Baum: Despu?s de su estancia en Nueva York, usted regres? a la escuela para
ciegos en Berkeley. Creo que lo primero que hizo fu? casarse.
Perry: S?, creo que el 19 de abril de 1912.
Baum: ?C?mo era la escuela en 1912? ?Fu? mejorada desde el momento en que se
fu??
Perry: Algunos de los antiguos maestros se hab?an ido, y ten?an otros
nuevos. Nadie parec?a estar haciendo mucho trabajo. Hab?a menos celo en la
escuela. La escuela para sordos y ciegos, School for the Deaf and Blind, se
hab?a desorganizado por interferencia pol?tica. El Doctor Wilkinson hab?a
renunciado un par de a?os antes. Hab?a sido director durante cuarenta y
tantos a?os.
Baum: ?Por qu? renunci?? ?La vejez?
Perry: S?.
Baum: no era un problema pol?tico, sin embargo.
Perry: No es eso. Dos o tres de los diferentes empleados quer?an suceder al
Doctor Wilkinson. Ten?an algunos estudiantes, tambi?n, que causaban
problemas. Estaba la se?orita Mary White Eastman, una graduada ciega de la
Escuela, que era una maestra de los ni?os ciegos, ni?os peque?os, en lo que
llamaron un "grupo de oportunidad" para los ni?os retrasados. Ella era una
mujer que nunca hab?a tenido alguna experiencia o entrenamiento, salvo que
era, naturalmente, una muy buena maestra. Era sumamente ambiciosa y quer?a
ser jefe del departamento de los ciegos. Luego estaba el se?or Douglas
Keith, un ingl?s, que hab?a sido secretario al director por muchos a?os, y
un maestro de sordos, Francis E. H. O'Donnell, un escoc?s, que quiso ser
nombrado. La escuela estaba dirigida por una junta directiva de cinco
miembros que eran personas prominentes, y se desempe?aban sin compensaci?n.
Eran las personas que seleccionan al director. As? que se nombr? al se?or
Keith.
Baum: ?Hab?a Keith hecho alguna ense?anza?
Perry: Hab?a hecho la ense?anza antes de llegar all?. Una buena parte de los
maestros jugaban en torno a los pol?ticos, se quejaban de la escuela, que no
est?ba siendo dirigida adecuadamente, y as? sucesivamente. Algunos de ellos
exitaron a los ni?os. El lugar estaba desmoralizado terriblemente.
Baum: ?Esto fu? despu?s de que el se?or Keith hab?a sido designado?
Perry: S?. Las personas que estaban decepcionadas se quejaron. Por ?ltimo,
la apelaci?n fu? hecha al Gobernador, Hiram Johnson, y por eso, orden? una
investigaci?n. Supongo que se prolong? durante un mes o dos. Yo no estaba
aqu? entonces. Tambi?n hubo una gran cantidad de quejas sobre el se?or
Wilkinson, a pesar de que se hab?a ido. Los investigadores llegaron cada d?a
y tuvimos una audiencia y todo el mundo fu? llamado para hablar, contar su
historia, incluyendo a los chicos mayores y algunos de los antiguos alumnos.
Algunos de los ex alumnos deseaban puestos de trabajo all?, y no los
consiguieron; supongo que no los deber?an haber tenido. Comenzaron a
sentirse energ?ticos. Bueno, se hizo muy dif?cil para el se?or Keith.
Decidi? renunciar. Me envi? un telegrama para que viniera a tomar el cargo
como jefe del departamento de los ciegos. Iba a salir en un d?a determinado,
pero se qued? hasta que tuvo mi respuesta de que iba a venir. As? que me
limit? a tomar el tren y vine.
Baum: ?Hab?a mantenido correspondencia con la escuela cuando estaba en Nueva
York?
Perry: No mucho. De vez en cuando. El se?or Keith y yo hab?amos sido amigos
muy cercanos mientras que yo estaba aqu?. Era un buen hombre, pero se meti?
en el l?o equivocado. Hab?a celos y tantas sensaci?nes fuertes que parec?a
como si fuera algo dif?cil de manejar. As? que, la recomendaci?n del
gobernador fu? que el se?or Keith deb?a ser removido y que la junta
directiva deb?a obtener un nuevo hombre. Las cosas se pusieron m?s calientes
con todo el mundo tratando de que el gobernador lo dejara entrar. La junta
directiva estaba a favor del se?or Keith. No quer?a deshacerse de ?l, pero
el gobernador insisti?.
Cuando llegu?, ten?an un maestro de sordos como director en funciones, no
uno que hab?a sido un elemento perturbador en absoluto, sino que uno de los
hombres principales, William Andrew Caldwell. ?l hab?a estado all? por
muchos a?os, y era pr?cticamente el jefe del departamento de sordos. Era un
gran amigo del se?or Wilkinson tambi?n. La junta directiva se quej? al
gobernador de que no conoc?an a ?n buen hombre para conseguirlo. El
gobernador dijo que hab?a recibido noticias de varios hombres de la costa
Este que quer?an el trabajo, y consideraba que algunos de ellos eran muy
buenos.
Hab?a un hombre que hab?a estado en la escuela estatal para sordos y ciegos,
Colorado State School for the Deaf and Blind. Se llamaba L. E. Milligan.
Vino y tom? el puesto de trabajo. Ten?a una buena cantidad de problemas,
tambi?n, para empezar porque todo el mundo quer?a una posici?n m?s alta. ?l
era muy discreto en muchos aspectos. Por supuesto, se meti? en este l?o
pol?tico en el que andaba, y hab?a bastante rencor.
Baum: Permanecieron los dos maestros, la Se?orita Eastman, y,

Perry: S?, la Se?orita Eastman se qued?. Y O'Donnell. Eso fu? un desastre.
El se?or Caldwell mantuvo su posici?n como jefe del departamento de sordos.
Trat? de no hacer mucho problema. Todos estaban muy avergonzados por los
pol?ticos.
Baum: ?A qui?n se refiere con los pol?ticos?
Perry: los pol?ticos reales, los miembros de la legislatura, las personas
que eran amigos del gobernador.
Baum: ?Se refiere a este grupo que hab?a estado investigando?
Perry: S?. Pero Milligan los mantuvo bastante tranquilos.
Baum: ?Segu?a el se?or Keith trabajando en la escuela?
Perry: No, se hab?a ido. Cuando llegu? aqu?, era un hombre sin trabajo. La
fila se hab?a extendido al hogar para adultos ciegos, Oakland Home for Adult
Blind, y se investig? all? durante un a?o m?s o menos tambi?n. El hogar fu?
dirigido por un hombre ciego muy capaz, el se?or Joseph Sanders, quien se
enferm? y falleci? alrededor de esa ?poca. El Hogar fu? dirigido por una
junta directiva. Vinieron a verme para saber a qui?n sugerir?a que fuera el
nuevo director. Les recomend? al se?or Keith y se?al? que era un hombre muy
capaz y que hab?a perdido su trabajo injustamente a causa de un malestar
pol?tico y (sin) culpa suya. Me ofrecieron el trabajo en su lugar, pero los
rechaz?; no hab?a nada educativo en ello. As? que, se nombr? al se?or Keith,
y ?l hizo un buen trabajo ah?.
Cuando estaban teniendo su investigaci?n, los ex alumnos se fueron. Unos
pocos estaban con los pol?ticos, pero los ex alumnos que yo hab?a organizado
antes de irme en el 98 confirmaron al se?or Keith. As? que, cuando Milligan
lleg?, por supuesto, ten?a que decidir si iba a ser un amigo de estos
antiguos alumnos o de los que hab?an estado causando problemas. No deseaba
ser un rival del gobernador, ya que, si no hubiera sido por el gobernador,
no habr?a conseguido su trabajo, as? que se uni? al partido equivocado, el
partido del gobernador. Pero todos los ciegos progresivos, a quienes yo
hab?a organizado antes, eran amigos de Keith, y, en lugar de que el problema
desapareciera, se puso peor y peor.
Cuando llegu? aqu?, hab?a tratado de traer juntos a los dos grupos, pero no
pod?a llegar a ninguna parte. El otro grupo era de personas sin educaci?n y
sin capacidad de alguna ?ndole; no eran alguien. No ten?an ideas sobre c?mo
mejorar la situaci?n, y supongo que no les importaba mucho. Uno de ellos, el
l?der, el se?or Don Darrow, quer?a un trabajo en la escuela. Era un hombre
sin educaci?n m?s all? de graduarse de la escuela. Ninguna universidad. No
era estimado por alguien. Supongo que el se?or Milligan habr?a sido muy
feliz de darle trabajo, pero ten?a temor porque la otra gente ciega pegar?a
el grito en el cielo, mi grupo. El sentimiento entre ellos era muy intenso.
Logramos un club y hab?a dos grupos reuni?ndose hasta que el grupo de Darrow
lo hizo imposible, por lo que, abandonamos el intento. Est?bamos tratando de
ayudar a los ex alumnos a conseguir trabajo y empezar una empresa. Recuerdo
que una vez, los ex alumnos quer?an tener algo de dinero para hacer algo con
el, por lo que, les d? un donativo, creo que $100. Luego, cuando nos
encontramos con que los dos grupos de ex alumnos no pod?an llevarsen bien,
lo abandonamos, y no hicimos nada m?s con el grupo de Darrow. Lo siguiente
que o? fue que hab?an tomado los $100 que eran para ser gastados en tratar
de ayudar a algunos de los compa?eros a iniciar una empresa, y lo utilizaron
para darse un picnic y un paseo alrededor de San Francisco Bay.
Baum: ?Ese grupo no ten?a ninguna ambici?n para mejorar!
Perry: Oh, no, no ten?an ninguna idea. La escuela se hab?a deteriorado
mucho. Los chicos crecieron y fueron m?s bien ?speros y groseros, y no
hab?an evidentemente, estudiado algo; ten?an muy pocos libros de texto.
Baum: ?Fu? el se?or Milligan capaz de mejorar las cosas?
Perry: Bueno, ?l trat? de hacerlo, pero ... ya ve, los chicos que estaban
all? hab?an estado bajo la influencia de las personas que hab?an estado
causando el problema. Todav?a trataron de asociarse con los chicos. Eso
caus? problemas. Ellos estaban en oposici?n a todo lo que yo quer?a hacer.
Baum: ?El se?or Milligan permaneci? como director?
Perry: S?, permaneci? hasta su muerte, que fu? bastante m?s tarde.
Baum: ?Qu? pensaba ?l de su organizaci?n de ex alumnos?
Perry: Considero que pens? que era una cosa muy buena, pero que la
organizaci?n no lo apoy? fuertemente. Creo que muchos de ellos pensaban que
?l no me quer?a demasiado. No creo que tuviera ning?n sentimiento en mi
contra. Sencillamente, ten?a un poco de temor de ser demasiado amable porque
Ten?a miedo de esta otra turba. Puesto que el gobernador hab?a removido al
se?or Keith, Parec?a como si la multitud de Darrow era la buena multitud,
as? que, no puedo entender c?mo podr?a pensar que ten?a que alinearse con
ese mont?n de gente. Cometi? un error, ya que todos los ciegos progresivos
estaban en el otro lado.
Baum: ?Era progresista en sus ideas?
Perry: Bueno. (Duda) No era un gran campe?n de algo. Era s?lo un hombre que
quer?a dirigir la escuela y obtener su salario. Nunca he o?do de sus
surgientes nuevas ideas para alguien.
Baum: ?Estaba al tanto del problema de ganarse la vida que sus estudiantes
tendr?an que enfrentar al graduarse?
Perry: No, no lo creo. No creo que alguna vez pens? en ello.

La Separaci?n de la Escuela para Ciegos y la Escuela para Sordos

Baum: ?C?mo hab?a ocurrido la separaci?n de la escuela para sordos y la
escuela para ciegos?
Perry: Mi antigua organizaci?n, que todav?a existe, logr? un plan para ver
si pod?a hacer algo para separar la escuela de ciegos de la escuela para
sordos. As? que comenzamos la propagaci?n de ello. Tambi?n hubo un
movimiento para que le quitaran la escuela a la junta directiva que
gobernaba, y convertirla en una parte de la organizaci?n de la escuela
p?blica, ya sea, bajo el superintendente de educaci?n.
Baum: ?Usted estaba a favor de eso?
Perry: S?. Todos lo est?bamos. Y propagamos por ello. Y finalmente se
aprob?.
Baum: ?C?mo propagaron por ello?
Perry: Se escribieron art?culos en los peri?dicos que abogaban por ello, y
finalmente tuvimos un plan para ponerlo en la boleta electoral si pod?amos
conseguir suficientes firmas, y promulgarlo.
Baum: ?Cu?ndo comenz? todo esto?
Perry: 1912. El movimiento para acabar con  la junta directiva, eso fu?
aprobado por la legislatura, por lo que, la antigua junta directiva se
retir?. Eso no sucedi? por dos o tres a?os.
Luego se trabaj? en un plan para separar las dos escuelas. La idea era tener
la escuela aqu? donde tenemos ambas ahora, y construir una nueva escuela
para sordos. Los sordos son mucho m?s numerosos que los ciegos.  Quer?amos
que los ciegos permanecieran aqu?. Hab?amos abogado por conseguir un gran
terreno de tierra para los sordos donde pudieran aprender, adem?s de
materias acad?micas, oficios y la agricultura. Siempre me llam? la atenci?n
que la agricultura, era una cosa que los sordos pod?an hacerla tan bien como
cualquiera. No hab?a nada para ellos aqu? que No pudieran hacer en el campo
igual de bien. Utilizaron im?genes en movimiento; podr?an utilizarlos en el
campo igual de bien. Yo deseaba que los ciegos estuvieran cerca, donde
pod?an ir a conciertos musicales e ir a la universidad.  Consider? que
Berkeley era un lugar ideal. Deseaba que la Escuela de Sordos se trasladara
al campo.
Baum: No pudo lograr eso, ?verdad?
Perry: Obtuve la ley escrita, y luego tuvimos que conseguir firmas. No
ten?amos dinero o cualquier otro gran n?mero de personas que estaban de
acuerdo con nosotros. Los maestros de la escuela no quer?an tener nada que
ver con tal cosa. Quer?an que las cosas se dejaran as?. Ninguno de ellos
entend?a lo que significaba, de todos modos.
A algunos j?venes ex alumnos, tal vez ocho, salieron y trataron de conseguir
firmas. Ernest Leslie, y Leslie Schlingheyde estaban entre ellos.  Yo los
llevaba hasta el concurrido Mercado de Productos Agr?colas de la Calle Diez
en Oakland. Entonces, me dirig?a a la multitud, y ellos estaban all? con las
peticiones para ser firmadas. En un s?bado nos dieron m?s de 11.000 firmas.
Lo hicimos muy bien, pero no ten?amos ning?n equipo en todo el estado y
est?bamos sin dinero. Tuvimos que contratar a alguien para mirar cada firma
y averiguar de qu? recinto el votante proven?a. Hab?a usado todos mis
ahorros de sellos de guerra para ese f?n, y me tom? dos a?os de pagos
mensuales para pagar la factura de la impresora en nuestra publicidad.
No tuvimos suficientes firmas. Est?bamos 10.000 menos de lo necesario, pero
eso fu? una exhibici?n muy buena. Hab?a tanta propagaci?n  que muchas
personas se hab?an sumado a nuestra idea. As? que yo, realmente, iba a
dirigirla de nuevo, al a?o siguiente, pero no ten?a tiempo.  Consider?
dejarla ir por un tiempo.
La legislatura finalmente se convenci? de que deb?an estar separadas algo.
En lugar de seguir lo que hab?amos sugerido, se mantuvieron las dos escuelas
aqu?, pero las separaron administrativamente. Est?n separadas pero en el
mismo terreno, lo que no considero que es muy bueno para las personas
sordas, y no considero que hay suficiente terreno asignado a los ciegos.
Pero fueron separadas y tienen directores independientes.
Baum: Tengo una nota que dice que la separaci?n fu? en 1921.
Perry: S?.
Baum: Creo que fu? en gran parte debido a la propagaci?n de la Asociaci?n de
los Ex Alumnos?
Perry: S?.
Baum: Suena como si su grupo de ex alumnos era muy activo.
Perry: Se hizo muy activo.
Baum: Fueron activos mientras usted estaba en Nueva York y Europa?
Perry: No, se hab?an ido a dormir. Sin embargo, cuando entendieron que Keith
quer?a que yo viniera, se pusieron muy activos. Fueron a la junta directiva
despu?s, e insistieron en que tomaran la recomendaci?n del se?or Keith, y me
hicieron venir.
Baum: Pero, ordinariamente no hicieron nada a menos que usted estuviera hay
manteni?ndolos en movimiento?
Perry: Bueno, no mucho. Hab?a que tener a alguien cerca para instarlos. Por
supuesto, ahora las cosas son algo diferentes. Algunos de estos chicos  han
ido a la universidad y tienen una formaci?n, tienen puestos de trabajo, son
abogados. Ahora tenemos muchas personas ciegas que mantienen buenas
posiciones, y todos ellos est?n interesados en el progreso de los ciegos. Y
ahora se ha hecho un movimiento nacional en lugar de uno local.
Baum: Ahora tiene mucho material de liderazgo.
Perry: S?. Ahora tenemos clubes para ciegos. Mi Asociaci?n de Ex Alumnos
para Ciegos era el ?nico club que exist?a desde hace mucho tiempo. Entonces,
formamos el Consejo para Ciegos, Council for the Blind, en 1934, y alentamos
la creaci?n de clubes locales de los ciegos para ser dirigidos por los
ciegos por completo. Esa fu? una nueva idea. Nadie hab?a pensado alguna vez
en que los ciegos dirigieran una campa?a por s? mismos; siempre esperaban a
que alguien los dirijiera.
Baum: Entonces, entren? una buena cantidad del liderazgo que est? disponible
ahora?
Perry: ?Oh, s?, todos son mis chicos. El Doctor tenBroek, Robert Campbell,
George Fogarty, Ernest Crowley, Ernest Leslie, y Leslie Schlingheyde eran
mis chicos.
Baum: ?Es esto principalmente en California?
Perry: Hice una buena cantidad de ese tipo de cosas en Nueva York cuando
estaba all? tambi?n. Eso es lo que mi proyecto de ley del lector se supone
que debe hacer.

Newel Perry y el Consejo de California para Ciegos, California Council for
the Blind

En este segmento, el Doctor Perry habla de su trabajo como profesor en la
escuela para ciegos, California School for the Blind, de su trabajo con el
movimiento de los ciegos organizados, y de las personas cuyos corazones y
mentes ?l ayud? a dar forma.

Las Funciones de Perry en la Escuela.

Baum: ?Cu?les eran sus funciones en la Escuela en el a?o 1912?
Perry: Era el maestro director de los ciegos. Fu? bastante dif?cil por un
tiempo.
Baum: ?Era usted realmente un maestro o un administrador?
Perry: Las dos cosas.
Baum: ?Era maestro director para ciegos en la escuela todo este tiempo?
Perry: Yo era el maestro director de los ciegos hasta que llegu? a estar
sumamente interesado en estudios avanzados. A partir de entonces ense??
principalmente clases preparatorias en la universidad. El se?or Chapman se
hizo cargo de las tareas administrativas de maestro director para ciegos.
Baum: ?Cu?ndo se convirti? en director de estudios avanzados?
Perry: Bueno, supongo que fu? nombrado oficialmente director de estudios
avanzados en 1921 o 1922. El Doctor French era superintendente entonces,
pero yo era pr?cticamente eso ya. Ayud? a los chicos a superar las escuelas
secundarias. Tuvimos que conseguir dinero de alguna manera para ayudarles a
obtener lectores.
Baum: ?Cuando ellos estaban en la escuela secundaria?
Perry: S?. Cuando llegu? all?, tuve una clase de ocho chicos, y me llam? la
atenci?n que los chicos eran brillantes, pero ninguno de ellos ten?a la m?s
m?nima idea de ir a la universidad. Un d?a les pregunt? qu? es lo que hab?an
estado pensando acerca de c?mo ganarse la vida al salir de la escuela. Ellos
no ten?an la m?s m?nima idea. Nunca cre?an que ser?an capaces de ganarse la
vida.
Baum: Fu? tan malo como en los d?as en que usted era un estudiante.
Perry: Fu? un poco peor. Despu?s de haber estado all? un poco de tiempo, Le
dije a una de las maestras, "Tengo ocho chicos all?, y cada uno de esos
chicos debe ir a la universidad". Esper? un rato y luego dijo,
"Pero Doctor, ellos son chicos ciegos".
Baum: Ella debe haber sabido que usted hab?a ido a la universidad.
Perry: No s? c?mo se imagin? eso. Pero cada uno de esos chicos fu? a la
universidad. Tres de esos chicos se convirtieron en abogados y lo han hecho
muy bi?n. Todos ellos se convirtieron en hombres de ?xito.
Baum: Una gran parte de su trabajo era guiar a los ni?os a trav?s de la
escuela secundaria.
Perry: S?, y a trav?s de la universidad tambi?n.
Baum: Usted ten?a un proyecto de ley de lectores en California para
entonces. Ese fu? aprobado en 1913.
Perry: Cuando al principio comenc? a enviar estudiantes a la universidad
aqu?, los chicos que hab?an estado aqu? en la Escuela dijeron: "Eso estar?a
bien. Deme un lugar para vivir. Me gustar?a vivir en la misma casa con
fulano de tal," otro compa?ero ciego. Yo siempre escrib?a de vuelta y dec?a:
"No, no quiero que viva en la misma casa con otro chico ciego. Deseo que
vaya con personas videntes." Fu? una tarea dif?cil superar eso. Trae de
regreso el hecho de que la sensibilidad es el mayor obst?culo en el camino
de los ciegos. Algunas personas ciegas no son sensibles en absoluto acerca
de su ceguera. Se olvidan del todo de ella; no hablan mucho de ella. No creo
que pienso alguna vez en mi ceguera. Pero las personas videntes piensan que
la gente ciega piensa acerca de su ceguera en todo momento. Usted ve, el
hombre con vista mira a la ceguera con el pensamiento: "?C?mo ser?a si me
quedara ciego en los pr?ximos dos minutos?" No hay nada que ?l pueda hacer
por s? mismo. Es ese pu
 nto de vista que los hace tan desesperados.
Un d?a estaba hablando con la legislatura sobre un proyecto de ley para los
ciegos, y ellos eran bastante reacios a ver la necesidad de algo que yo
estaba tratando de hacer que se aprobara. Les dije: "Pues bien, ustedes
compa?eros parecen no entender. Estas personas que se quedan ciegas, est?n
realmente en un estado terrible. Si quieren saber lo que ?l est? pensando,
probablemente pensando en el suicidio."
Bueno, ellos me iban a dar el ja-ja. Yo les dije: "Dentro de una distancia
de menos de cien millas de donde est?n sentados ustedes, caballeros, Ahora,
el hombre que ten?a tal vez la posici?n m?s alta en la educaci?n de
California acaba de suicidarse hace dos d?as. A ?l se le dijo que se iba a
quedar ciego. "?l era presidente de la Universidad de California. No
mencion? eso, pero debieron haber sabido lo que yo quer?a decir. El
presidente Campbell, quien fu? el director del Observatorio Lick desde hace
muchos a?os, un astr?nomo muy distinguido, salt? del piso de arriba pensando
en quitarse la vida, y vivi? unos pocos d?as despu?s de eso. Dijo en aquel
momento, que pensaba que su esposa ser?a sirvienta de ?l  porque ?l no pod?a
hacer nada. Para qu? molestar a otras personas; ser?a una molestia para los
dem?s, as? que, lo justo s?lo ser?a salirse. Si hubiera conocido a algunas
otras personas ciegas en ese momento, tal vez podr?a no haberse sentido de
esa manera, pero no lo hizo.
Pero la mayor?a de la gente ciega es sensible acerca de su ceguera. Tuve un
muchacho, Phi Beta Kappa aqu? en la universidad, un hombre brillante.
Estudi? derecho, Comenz? a practicar con un valor de $1.000 de pagar?s a la
gente que lo quer?a ayudar. Ahora es due?o de seis edificios en Modesto, un
lote de terreno que se est? desarrollando. Hace unos d?as le dije: "?Cu?nto
falta para que te compre fuera de todo lo que tienes?" dijo: "Oh, ser?a
entre $50.000 y $60.000." Estaba muy altamente respetado por todos los
abogados en Modesto.
Baum: ?C?mo se llamaba ese abogado en Modesto?
Perry: Leslie Schlingheyde. (Leslie Schlingheyde falleci? en marzo de 1956).
Este chico ten?a ese sentimiento sensible. Iba a la escuela secundaria,
Berkeley High School. Yo le dije: "Cuando la escuela se termina en la tarde,
?qu? haces? "
?l dijo: "Me voy a casa".
Le dije: "Bueno, los otros chicos van todos ah? a la pista, donde corren.
?Por qu? no vas por ah? con ellos?"
"No, no. ?Qu? dir?an?"
Yo dije: "No lo s?. Hablar?an contigo como hablan con las otras personas."
Finalmente dijo que lo intentar?a una vez. dentro de unas dos o tres semanas
hab?a llegado de nuevo y yo le pregunt?: "Bueno, ?has ido a la pista?" No,
no lo hab?a hecho. Y ten?amos el argumento de nuevo. Eso continu? durante
meses. ?l promet?a hacerlo, ten?a la intenci?n de hacerlo, pero ten?a miedo.
Finalmente lleg? un d?a y dijo: "?Sabes lo que hice? Fu? a la pista."
Yo dije: "?Tuviste una situaci?n embarazosa?"
?l dijo: "No, todo el mundo se acerc? y dijo: "Hola, Schling, ..." y
bromeaban con ?l. La pas? maravilloso. Pero pens? que ser?a muy diferente.
Esa sensibilidad hace que las personas ciegas sean t?midas, y no quieren ir
a un baile por miedo de que podr?an hacer algo malo. Es una l?stima. Si
pudi?ramos encontrar alguna manera de hacer una ruptura en la sensibilidad
del joven ciego, Ser?a una gran ayuda, y eso ayudar?a mucho. No s? c?mo
hacerlo, excepto ir y llevarlos conmigo, y forzarlos.
Baum: ?Fueron la mayor?a de sus estudiantes en la escuela chicos?
Perry: Hab?an m?s chicos que chicas. No, tuvimos un buen n?mero de chicas
que fueron a la universidad, y todav?a lo hacemos. Las chicas tienen
posiciones. Se convierten en taqu?grafas ... tenemos que mantener la
apertura de oportunidades para las personas ciegas, a f?n de obtener
posiciones. Si no lo hacemos, es simplemente quitarles la vida.
Baum: ?Cree que las chicas ciegas tienen tan buena oportunidad de obtener un
trabajo como los chicos ciegos tienen?
Perry: Bueno ... Considero que s?. Una chica puede convertirse en una
abogada, supongo, convertirse en una escritora, una mecan?grafa. Tenemos
chicas que son mecan?grafas, maravillosas mecan?grafas.
Baum: ?usted ten?a tantas chicas que se convirtieron en un ?xito como sus
chicos? Algunos de sus chicos eran bastante excepcionales.
Perry: S?, he hecho un mejor trabajo con los chicos que tengo que con las
chicas, a la larga. Las chicas, creo, no tienen muchas oportunidades, pero
las est?n recibiendo ahora. Tenemos chicas que trabajan como mecan?grafas,
trabajando en los cuartos oscuros de rayos X; tenemos un buen n?mero de
chicas haciendo eso.
La gran dificultad es que la persona ciega tiene la necesidad de que alguien
le d? un trabajo. No tenemos a alguien que haga eso. Tenemos una Oficina
Estatal de Rehabilitaci?n. No les gusta hacer el trabajo de colocaci?n. La
ley lo requiere, pero no les gusta. Es un trabajo duro. Es mucho m?s f?cil
sentarse en torno a la oficina y escribir notas y copiar algo, con las
formalidades de hacer algo y obtener un buen sueldo por ello. Por supuesto,
un oficial de colocaci?n podr?a llegar a cien puestos de trabajo para
personas videntes, con menos esfuerzo de lo que har?a en conseguir un
trabajo para una persona ciega. Ahora se est? haciendo un poco m?s f?cil
conseguir un trabajo para una persona ciega porque estamos educ?ndo al
p?blico un poco con la idea.
Necesitamos a alguien que le diga a la Oficina de Rehabilitaci?n que ?l es
empleado como trabajador de colocaci?n, e instru?do en limitarse al trabajo
de la colocaci?n de las personas ciegas en puestos de trabajo. ?l no puede
hacer eso sentado en su oficina. Tiene que salir y desgastar su calzado de
cuero yendo de un hombre de negocios a otro, y seguir as?. Dentro de un
tiempo, llegar?a a conocer a todos estos hombres de negocios, y f?cilmente
podr?a acercarse a ellos.
Ser?a lento y dif?cil, pero ser?a m?s f?cil, y m?s f?cil a medida que pasa
el tiempo. Llegar?a a conocer a todos los empleadores y no tendr?a que
esperar para entrar y ver al jefe. ?l entrar?a, lo llamar?a por su nombre de
pila. Si un hombre pasara seis horas al d?a paseando, en sus primeros tres
meses, s?lo podr?a encontrar un puesto de trabajo, pero dentro de un a?o
podr?a muy f?cilmente conseguir trabajo. De hecho, los empleadores lo
llamar?an y le dir?an: "?Tienes un hombre ciego que puede hacer tal cosa, y
as? sucesivamente? Env?amelo, y le voy a dar un trabajo." Esto no es como
comienza, pero termina siendo as?. Esa es la ?nica soluci?n.

Proyecto de Ley de Asistencia a los Ciegos Necesitados, 1928

Baum: ?Tengo entendido que usted fu? fundamental en conseguir el Proyecto de
Ley de Ayuda a los Ciegos Necesitados?
Perry: S?, escrib? el proyecto de ley para obtener pensiones para los
ciegos. Ten?a que ser votado por la gente, ya que la legislatura no pod?a
dar dinero a un individuo sin una enmienda constitucional. Tuvimos un
senador que present? la enmienda que escrib?, d?ndole a la legislatura el
poder de dar ayuda financiera a los ciegos. Una se?ora asamble?sta de
Berkeley hizo lo mismo por los ancianos, pues, hab?a puesto en marcha un
proyecto de ley para los ancianos, a f?n de tener una pensi?n, as? que,
tuvimos dos proyectos de ley en la boleta electoral, modificando la misma
secci?n en la Constituci?n de [California].
Baum: Uno era para los ciegos y uno para los ancianos. ?Qu? pasa con los
sordos?
Perry: No, los sordos nunca tuvieron un proyecto de ley. La se?ora Anna L.
Saylor, La asamble?sta de Berkeley, no estaba particularmente a favor de la
ley para los ciegos, porque considero que ella pensaba que el p?blico no lo
estaba tampoco. Supuso que ten?amos una organizaci?n muy peque?a y lo tom?
como una broma. Pero ella trabaj? para los ancianos y los ancianos hab?an
trabajado muy duro tambi?n. Por supuesto que s?lo ten?a unos pocos chicos
ciegos para que me ayudaran a promocionar, unos pocos en la universidad, y
uno en la escuela secundaria.
Y yo no ten?a tiempo porque estaba ense?ando en la escuela todo el tiempo,
pero lo hicimos. Para sorpresa de todos, nuestra medida fu? aprobada por
delante de cualquier medida propuesta alguna vez, as? que la broma era para
las dem?s personas. El proyecto de ley fu? aprobado para los ancianos
tambi?n.
Eso s?lo le dio a la legislatura la autoridad para concedernos una pensi?n.
Eso fu? aprobado por los votantes en noviembre de 1928. Cuando la
legislatura se reuni? en Enero de 1929, el se?or Crowley, quien fu? uno de
mis chicos ciegos, un abogado, present? el primer proyecto de ley de la
pensi?n para los ciegos.
Baum: ??l estaba en la legislatura para entonces?
Perry: Creo que estaba en la legislatura un poco antes de eso. Estuvo en la
legislatura durante veintis?is a?os, hasta que falleci? hace varios a?os.
El proyecto de ley  fue aprobado sin ning?n problema. El gobernador, pocos
d?as despu?s de la elecci?n dijo: "Bueno, ciertamente tenemos que hacer algo
por los ciegos."
Se refer?a a que hab?amos llegado a ese voto tan profundamente que se
trataba de un mandato. El gobernador Young lo hab?a firmado sin ning?n
problema.
La se?ora Saylor hab?a estado en la asamblea. Ella y el gobernador eran muy
buenos amigos pol?ticos, y la nombr? jefe del Departamento de Asistencia
Social. Era un cargo pol?tico entonces. Ella era una dama muy popular,
sumamente respetada por todos. Quer?a que su departamento tuviera todo el
poder sobre las pensiones. Estaba un poco humillada ya que aqu?, nosotros,
las personas ciegas hab?amos hecho aprobar la pensi?n para las personas
ciegas. No hab?a puesto alg?n proyecto de ley para una pensi?n para los
ciegos. Cuando nos marchamos con el gran voto, eso la avergonz?.
Tambi?n ten?amos un chico ciego, Ernest Leslie, candidato a la legislatura
contra la se?ora Saylor, y ?l hizo una demostraci?n maravillosa. Acab? por
conseguirlo por casualidad, y para una mujer que hab?a sido tan popular
pol?ticamente como ella lo hab?a sido, fu? un golpe terrible. S?lo obtuvo
800 votos m?s que Leslie.
Hiri? su prestigio pol?tico. Ernest Leslie acababa de terminar la
universidad. Aunque fu? derrotado, fu? una gran victoria ya que casi derrot?
a la miembra m?s popular de la legislatura.

El Consejo de California para Ciegos

Baum: Deseo preguntarle acerca de la fundaci?n del Consejo de California
para Ciegos. ?C?mo surgi? eso?
Perry: La campa?a para la pensi?n nos mostr? que necesit?bamos m?s
representaci?n en todo el estado. Mediante nuestra propagaci?n,
naturalmente, nos hab?amos puesto en contacto con un gran n?mero de personas
ciegas de lo que hab?amos tenido antes. Consideramos que era mejor que
tuvi?ramos clubes locales en diferentes ciudades, y fuera de eso, creci? la
idea de las organizaciones locales que se re?nen para dar una expresi?n a
nivel estatal para los ciegos de California, a f?n de que pudi?ramos estar
en una mejor posici?n para influir en la legislatura.
La se?ora Anna L. Saylor hab?a sido nombrada directora del Departamento de
Asistencia Social y, al igual que los funcionarios en muchos estados,
planeaba formar algunas organizaciones de imitaci?n de los ciegos. Las
personas ciegas en Los Angeles formaron la Organizaci?n de Ciegos del Sur de
California, y la se?ora Saylor tom? cargo de ella.
Alrededor de 1929 se convoc? una reuni?n en San Francisco. Por alguna raz?n
No pude ir, pero todos mis amigos ciegos estaban all?. (El Doctor Perry
llam? por tel?fono a Ernest Leslie durante la entrevista para refrescar su
memoria sobre este incidente.)
La se?ora Saylor vino; el se?or Dodd, de la oficina de rehabilitaci?n y su
asistente de San Francisco, el se?or  Ballard vinieron. La se?ora Quinine de
San Francisco, de la tienda de escobas estaba all?. La se?ora  Saylor
simplemente iba a tomar posesi?n de la reuni?n. Ella se levant? y explic?
c?mo, en su condici?n de jefe del Departamento de Asistencia Social, podr?a
hacer mucho m?s para las personas ciegas que lo que las personas ciegas
podr?an hacer por s? mismas. Deseaba ser presidente de la organizaci?n que
ellos hab?an formado, la Asociaci?n para Ciegos de California del Norte. El
Doctor Richard French, superintendente de la Escuela para Ciegos, estaba
all? con un gran ramo de flores para la supuesta presidente a ser.
Todo el mundo escuchaba con atenci?n lo que la se?ora Saylor ten?a que
decir, y luego se levantaron y nombraron a oficiales diferentes, y no la
nominaron a ella en absoluto. Eso hiri? sus sentimientos bastante. Estaba
totalmente tomada por sorpresa. Ernest Leslie se convirti? en el presidente.
Baum: Doctor Perry, he le?do que el Consejo de California se organiz? en
1934 en Fresno, y que, la reuni?n fu? convocada por la se?ora Mary Carroll
Scott Lafer, y la se?ora  Kathleen Michael Smale.
Perry: La se?ora   Michael era la superintendente de Asistencia a los Ciegos
Necesitados.
(La se?ora   Rheba Crawford Splivalo hab?a reemplazado a la se?ora Saylor
como directora de Asistencia Social despu?s de la elecci?n del Gobernador
Rolph.) Ella hab?a planeado ser presidente de nuestra nueva organizaci?n
estatal, y la se?ora    Carroll hab?a planeado ser secretaria. La se?ora
Michael era una buena pol?tica. De una manera condescendiente, las damas nos
sugirieron que, deber?amos hacer a la se?ora Michael Presidente del Consejo
porque ella podr?a hacer mucho m?s por nosotros. Yo estaba muy sorprendido
cuando el se?or William Groshell, un oste?pata de Los Angeles, (Groshell
falleci? en 1956) se levant?, discuti? y protest?, y no permiti? que la cosa
se detuviera. ?l no era, por lo general, un l?der o un hombre que habla
mucho, pero lider? la lucha para hacer que el Consejo fuera un verdadero
club de hombres ciegos, y no una herramienta de las damas de la Asistencia
Social. Me hab?an nominado para presidente y fu? elegido; no me acuerdo si
fu? un?nime o no.
Todo eso desconcert? a la se?ora Michael mucho, pero todav?a esa se?ora
estaba siempre en muy buenos t?rminos con nosotros. S? que de vez en cuando,
ten?a algunos problemas en Sacramento sobre algunos pensionistas, y a menudo
quer?a que yo viniera a ayudarla. No era una mujer tan culta y capaz como la
se?ora Saylor. Despu?s de que Merriam se convirti? en gobernador, fu? a
hablar con ?l y pedirle que mantuviera a la se?ora Michael, pero me hizo
saber que no iba a hacerlo. Nombr? a la se?ora E. Clair Overholtzer como
supervisora de Asistencia a los Ciegos Necesitados; ella era una se?ora m?s
agradable que la se?ora Michael.
Hicimos propagaci?n en torno a obtener una organizaci?n fundada en San
Francisco y una en Sacramento, y tratamos de conseguir una en Los Angeles,
pero ellos eran un poco lentos al respecto. La gente de ah? todav?a no
parecen saber de lo que todo esto se trata.
Pero nos hemos organizado, nos pusimos a trabajar en una constituci?n,
obtuvimos comit?s, y nos fuimos. Ha ido creciendo; diferentes clubes se
organizan en diferentes lugares, y solicitan al Consejo tomarlos en calidad
de miembros. Ahora tenemos veintiocho o treinta clubes de miembros. Cada
club miembro, env?a a un delegado ciego para su representaci?n, y estos
representantes conforman el Consejo de California para Ciegos.
Baum: Una de las primeras resoluciones del Consejo, N?mero 4, a favor de un
proyecto de ley de la asamblea para otorgar a los ciegos y sus gu?as tarifas
reducidas en tranv?as.
Perry: Ese fu? un proyecto de ley que escrib?. Es una ley ahora. La tengo
aqu?. Primero, proh?be a cualquier empresa de transporte p?blico emitir
cualquier tarifa gratuita o reducida para pasajeros dentro del estado,
excepto a los residentes ciegos de California. Entonces dice: "A todos los
residentes ciegos de California se les podr? conceder transporte gratuito en
todos los tranv?as y se les permitir? circular en todos los otros portadores
comunes dentro del estado por la mitad de la tarifa actual, y cuando
cualquier persona ciega est? acompa?ada por un gu?a, las tarifas combinadas
de tal persona ciega y su gu?a podr?n fijarse en no exceder la tarifa actual
para un individuo."
Baum: Cuando se aprob? eso?
Perry: 1935. Una pregunta interesante es si un avi?n es una empresa de
transporte p?blico como la palabra se usa en el estatuto. Hay una
disposici?n federal interestatal tambi?n que otorga tasas reducidas para las
personas ciegas. ?Se di? cuenta de que la palabra "puede" se utiliz? en
lugar de "debe"?
Baum: S?, me d? cuenta.
Perry: Tuve que cambiar la palabra "debe" por "puede", a f?n de seguir
adelante con esa cosa. Consider? que si segu?a adelante con "puede" la gente
exigir?a que se le permita. Siempre tiene que ir a la corte cuando dice
"puede" para saber lo que significa.
Baum: ?No tuvo un poco de problema con el Southern Pacific sobre eso?
Perry: Un poco, pero finalmente sucedi?. Ahora no nos molestan. Por
supuesto, podemos usar la ley federal, pero esta es una ley m?s liberal que
la federal si las v?as ferrovi?rias  la reconocen. Bajo la ley federal usted
puede ser hecho viajar en trenes determinados, y son aptos a venderle un
boleto a mitad de precio, pero requieren que tome un tren lento. Cu?ndo la
gente viaja, por lo general se encuentran apurados. Los autobuses ahora nos
permiten ir por una tarifa reducida.
Baum: ?Cu?l fu? la idea detr?s de esto, que los ciegos tienen muy poco
dinero?
Perry: Bueno, tienen muy poco dinero, y muchos de los ciegos viajan con un
gu?a, y tienen que pagar dos tarifas y tambi?n pagar a su gu?a por su
tiempo. Por lo tanto, si un hombre ciego es vendedor ambulante de puerta a
puerta, est? agotado antes de que haya comenzado. La disposici?n sobre el
transporte de tranv?a gratis nunca se ha utilizado. Los ciegos no obtienen
transporte gratis en los tranv?as, excepto en San Francisco.
Baum: ?Quiere decir que los tranv?as no han permitido que se monten
gratuitamente?
Perry: Eso es correcto. Bueno, no lo hemos probado. He pensado una o dos
veces que me gustar?a tener un caso y llevarlo a los tribunales, pero para
obtener un buen ejemplo, un hombre ciego tendr?a que subir al tranv?a y,
cuando le exigieran su pasaje, se negara a pagar, citando esta regla, y
luego tratar de obtener que lo pongan patitas fuera del tranv?a. Si s?lo lo
rega?an y pelean y no lo ponen patitas fuera, no tendr?amos un caso. Si lo
ponen patitas fuera, ?l puede demandarlos por no llevarlo en base de esta
decisi?n, y entonces el juez tendr?a que decidir sobre ese, "puede". Y se
podr?a salir con la suya.
S?lo hay una forma de averiguarlo, y es llev?ndolo a la corte, y yo no pod?a
encontrar a alguien que estaba dispuesto a tomar el peso de la angustia.
Ninguno estaba dispuesto a ser puesto de patitas fuera del tranv?a.
Baum: Al mirar a trav?s de las resoluciones del Consejo, noto que a?o tras
a?o, hab?an resoluciones tratando de obtener que las distintas agencias
empleen a personas ciegas para trabajar con los ciegos.
Perry: S?. Todav?a estamos en esas.
Baum: ?Han tenido alguna suerte?
Perry: Ellos ten?an un poco de suerte, s?. Ya que hemos creado una oficina
de profesores domiciliarios para los ciegos que viajan y visitan a un
determinado distrito, en los hogares de las personas ciegas para tratar de
ayudarles a adaptarse, especialmente a los reci?n cegados, a su nuevo
impedimento. Se acostumbraba en cierto modo, el dejar a algunas personas
videntes que lo hicieran. Ahora se pone a personas ciegas. Creo que ahora
tienen un personal de alrededor de veinte en diferentes distritos en todo el
estado.
Baum: ?Veinte personas ciegas?
Perry: Pr?cticamente todos ciegos. Ellos ayudan a los ciegos, les ense?an
c?mo moverse por s? mismos, les ense?an la forma de hacer muchas cosas que
hicieron antes de quedarsen ciegos. Es curioso c?mo una persona reci?n
cegada piensa que no puede hacer ciertas cosas cuando con un poco de
instrucci?n descubre que puede salir adelante y hacerlas. Es una buena idea.
Baum: ?Para un trabajo como ese, una persona ciega puede hacerlo mejor que
una persona vidente?
Perry: S?. ?l puede hablar con los empleadores en el trabajo de colocaci?n
con m?s autoridad. En la ense?anza de estas personas en sus hogares, puede
ir directamente y convencerlos de inmediato haciendo lo que ?l quiere que
hagan. Ellos dicen: "Si usted puede hacerlo, supongo que yo puedo."
Baum: ?Fu? ese el motivo principal, para tratar de emplear a la gente ciega
en estos puestos de trabajo ya que pueden trabajar mejor con otras personas
ciegas? ?O es que Cree que tal vez el p?blico estar?a dispuesto a ver a un
ciego trabajando con otro hombre ciego cuando no los emplean en un trabajo
con la gente vidente?
Perry: Hay varias razones. Una de ellas es que van a necesitar instrucciones
para la vida en su propia casa. Una mujer de repente se queda ciega. Su
marido, cuando sale por la ma?ana, le muestra una silla y dice: "Ahora te
quedas all? hasta que yo venga a casa. Podr?as caerte por las escaleras si
caminas alrededor." Todo ese tipo de cosas. horrible que se quede sentada y
pierda la esperanza y est? convencida de que no puede ir a la cocina y
preparar la cena y mantener la casa. Ahora bien, si una persona ciega entra
y dice: "Voy a cocinar para usted, y le mostrar? c?mo lo hago ", ella no
est?, realmente, ense??ndole a la se?ora algo que no sabe; la se?ora ha
estado cocinando toda su vida. Pero ahora que su marido vuelva a casa un
d?a, ella no va a estar sentada en su silla. Tendr? la cena toda lista. Y
cambia la atm?sfera de la situaci?n por completo. Se da cuenta de que puede
hacer pr?cticamente todo lo que hac?a antes.
Baum: ?Y consider? que era importante que una persona ciega debiera
ense?arle esto?
Perry: Las personas videntes no creer?an que ella lo pod?a hacer tampoco. La
persona vidente no sabr?a c?mo ense?arle. La persona vidente promedio le
dir?a a una persona ciega: "No se acerque a la estufa; no encienda el gas;
no encienda f?sforos; se quemar? el cabello", y as? sucesivamente. Las
personas ciegas pueden seguir adelante y cuidar sus hogares, pero no se les
puede convencer al darles una charla. Por lo tanto, especialmente para las
mujeres ciegas que tienen que mantener la casa, los maestros domiciliarios
ciegos son una buena idea.
Baum: Suena como si el Consejo de California, y usted en particular, ha
tenido mucho que ver con la legislaci?n de California sobre los ciegos.
Perry: S?, y eso fu? un poco de problema para m? porque yo era un empleado
estatal. Dud? mucho sobre tomar el trabajo porque ten?a temor a que todas
las agencias, la Escuela para Ciegos, la gente de la asistencia social,
pelear?an conmigo, y lo hubieran hecho, supongo. En cierto sentido, lo
hicieron, pero finalmente tuvieron m?s miedo de m? de lo que yo ten?a de
ellos. Tuve la buena voluntad de la gente de la legislatura, pero siempre
estaba corriendo un riesgo. Podr?an haberme despedido en cualquier momento,
pero ten?an miedo de la reacci?n del p?blico. Ellos me dieron oposici?n en
vez de cooperaci?n con la esperanza de que ?bamos a morir en poco tiempo. En
lugar de eso, la legislatura hab?a cooperado con nosotros muy bien.
Baum: ?Con el Consejo de California?
Perry: S?. Todas esas leyes de asistencia a los ciegos fueron escritas por
el Consejo, la mayor?a de ellas realizadas personalmente por m?. Me acerqu?
a Sacramento y ten?a el proyecto de ley de asistencia presentado por Ernest
Crowley, y conseguimos que fuera aprobado. A.B. 117 en 1929, si mal no
recuerdo. La gente en la administraci?n se opon?a a que individuos
presentaran proyectos de ley, ya que deseaban establecer las pol?ticas. En
cualquier momento podr?an haber dicho que yo no ten?a porque ir a la
legislatura, que deber?a estar en la Escuela haciendo mi trabajo escolar, y
que deber?a ser sancionado o despedido. Pero decidieron no hacerlo.
Baum: ?Usted ten?a demasiados amigos?
Perry: Se dieron cuenta de que, si hubieran hecho eso, el Consejo habr?a
salido con un ataque incre?ble, y hubi?ramos ganado. Podr?amos demostrar
f?cilmente que los ciegos estaban en terrible necesidad, y nadie nos
prestaba atenci?n. Los administradores son todos t?midos, ya sabe. Ellos
quieren promociones, y aumentos de salarios.
Baum: ?C?mo fu? el proceso de conseguir que un proyecto de ley fuera
aprobado?
Perry: Tiene que conseguir la buena voluntad de los legisladores, que por
supuesto significaba que ten?a que pasar mucho tiempo en Sacramento. He
hecho aprobar muchos proyectos de ley all?, muy cerca de un centenar de
ellos en ese tiempo. De vez en cuando hay un argumento genuino real, pero
una gran cantidad de ello es simplemente obtener su buena voluntad y
conocerlos lo suficiente como para que no aparezca su proyecto de ley en el
momento equivocado. Si tiene a un hombre que presenta su proyecto de ley,
quien ha estado en la legislatura desde hace alg?n tiempo, ?l conoce a todos
estos legisladores y sabe cu?les son sus inclinaciones, y c?mo se sienten
acerca de esto, aquello, y la otra cosa. As? que, cuando su proyecto de ley
aparece, ?l mira a su alrededor en el sal?n, y dice: "Voy a pedir que el m?o
sea postergado hasta ma?ana", lo que significa que una gran cantidad de
personas que ?l conoce que van a votar por ?l no est?n presentes, y muchas
de las personas que no lo va
 n a hacer est?n presentes. As? que lo posterga. Por supuesto, un novato no
lo sabe. No conoce al hombre.
As? que es una muy buena idea conseguir a un hombre que conoce bien a sus
compa?eros legisladores, y sabe cu?ndo hay que presentarlo. Mediante el uso
de juicio As?, a veces se puede conseguir un proyecto de ley que no tendr?
ning?n argumento al respecto en todo, sino que uno lo presenta y, uno, dos,
tres, se pasa a trav?s.
Tuve a Ernest Crowley, un hombre ciego en la legislatura. Uno de los chicos
que yo ten?a en la escuela cuando llegu? por primera vez se hab?a convertido
en un abogado, y luego se meti? en la legislatura, y estaba all? durante
veintis?is a?os, creo. Falleci? hace un a?o o m?s. Fu? un gran asistente
para m?. Era muy popular en la legislatura, y era muy devoto de m?. Pues
bien, se levantaba cuando yo estaba hablando con el comit? legislativo y
dec?a: "Ese es mi viejo profesor con el que ustedes est?n hablando ahora."

La Asistencia a los Ciegos Que Se Ganan Parcialmente la Vida

Baum: S? que usted era, en gran parte, responsable del proyecto de ley de
1941, de Asistencia a los Ciegos Que Se Ganan Parcialmente la Vida. ?Me
podr?a decir c?mo consigui? hacer que fuera aprobado?
Perry: Al igual que los dem?s. Me sent? y escrib? el proyecto de ley, eso es
todo.
Baum: ?Hab?a hablado de esto en el Consejo?
Perry: No. Oh, podr?a haber hablado con algunos de ellos, pero en esa ?poca
el Consejo no era muy fuerte. Estaban sentados esperando que yo hiciera
algo. Yo, hab?a presentado el proyecto de ley, hace un a?o o menos antes.
Fu? un proyecto de ley revolucionario.
Baum: S?, lo fu?.
Perry: No hab?a nada parecido en ning?n otro lugar. El proyecto de ley de
pensiones, al igual que el proyecto de ley de pensiones de vejez, le dio al
los ciegos un poco de dinero porque eran pobres, pero nunca se hab?a pensado
en tratar de alentar a los ciegos a ganarse la vida. Eso le parece absurdo a
la mayor?a de la gente. Escrib? este proyecto de ley para alentar a los
ciegos a trabajar por s? mismos fuera de la pensi?n para convertirsen en
personas independientes.
Baum: ?C?mo consigui? que fuera aprobado? El Estado no recibi? asistencia
federal en los pagos de la ayuda.
Perry: No, pero el n?mero de personas que aprovechan el proyecto de ley es
muy limitado. Hemos tenido a la vez, hasta trescientos o cuatrocientos en el
estado bajo el Cap?tulo Tres, en la Asistencia a los Ciegos Que Se Ganan
Parcialmente la Vida, y Por supuesto, la mayor?a de los mismos trabajan
saliendo adelante en un tiempo. Hice que la legislatura estuviera a favor
del Cap?tulo Tres. El argumento que les d? fu? que, si no dan a estas
personas una oportunidad de trabajar por s? mismas para la libertad
econ?mica, van a seguir pagando la pensi?n por cada uno toda la vida. Si los
ponen en el Cap?tulo tres, en tres o quince a?os se habr?n establecido, y se
eliminar? la pensi?n.
Bajo el Cap?tulo tres, despu?s de que una persona gana m?s de $1.000 al a?o,
con lo cual, se queda, se queda con la mitad de lo que gana y el resto se
paga de vuelta al tesoro p?blico estatal. As? que, cada vez que gana un
d?lar m?s de $1.000, el Estado est? 50 centavos mejor, y ?l tambi?n lo est?.
Se le anima m?s a seguir ganando. La pensi?n ahora es de $95 al mes o $1.140
al a?o, por lo que, cuando una persona gana $3.280, ha pagado de vuelta
?ntegramente su pensi?n.
Recuerdo haber ido hasta all? a la ?ltima sesi?n de la legislatura antes de
la clausura, y el comit? celebr? una sesi?n nocturna. No iban a aprobar el
proyecto de ley, y me exit? y me levant? y pronunci? un discurso. No
recuerdo lo que dije, pero los chicos siempre me pueden decir al respecto.
Le d? a la legislatura una charla dura horrible, y ellos cambiaron y lo
aprobaron por unanimidad. Henri Bindt, y Kingsley Price, estaban all?. Bindt
siempre est? hablando de c?mo lo hice derramar l?grimas cuando hice ese
discurso. Hab?a llegado a ser amigo de la legislatura en ese tiempo, y por
eso, ellos hubieran hecho casi cualquier cosa por m?.
Baum: ?Pero ten?a una batalla real en esa ?poca?
Perry: S?, la tuve, porque hab?an dos o tres hombres en el Senado que no me
conoc?an muy bien. Oh, es una ley maravillosa, pero considero que, m?s bien,
ellos van a luchar por ella este a?o.
Baum: ?Qui?n?
Perry: Le voy a dar un ejemplo. El a?o pasado, la Asamblea Provisional de la
Comisi?n de Asistencia Social ten?a un asesor en el comit?, Everett W.
DuVall, que quer?a acabar con el Cap?tulo tres. Usted ve, el estado recibe
fondos emparejados del gobierno federal en materia de Asistencia a los
Ciegos Necesitados, pero no en pagos del Cap?tulo Tres. Le dije que ser?a un
error terrible. Entonces, el comit? sostuvo audiencias en todo el estado, y
supongo que cambiaron de parecer y decidieron que el Cap?tulo 3 era bastante
bueno. DuVall me escribi? que quieren ahora reforzar el Cap?tulo tres.
Baum: ?Y el Departamento de Asistencia Social? Ellos administran los pagos
de asistencia a los ciegos.
Perry: Bueno, considero que al Departamento de Asistencia no le agrada.
Baum: ?Hacen que sea dif?cil para las personas ciegas conseguir la
Asistencia a los Ciegos Que Se Ganan Parcialmente la Vida?
Perry: Lo hicieron cuando comenz?, y, s?, muchos todav?a lo hacen.
Baum: Prefieren mantenerlos en materia de Asistencia, ?a los Ciegos
Necesitados?
Perry: S?. Y tienen una nueva regla tambi?n. Hace un a?o o m?s que el
Departamento de Asistencia Social declar? que a un hombre que gana m?s de
1.500 d?lares al a?o le ser?a quitada la asistencia total, en lugar de
mantenerla con el acuerdo de 50 centavos.

Baum: Eso tender?a a hacer que un hombre ganara casi hasta $1.500 un a?o, y
entonces deje de ganar.
Perry: S?. Eso tiende a desalentarlo.
Baum: Considero que la pensi?n de Asistencia al Ciego Necesitado fu?
aumentado de entre $90 a $95 por mes este a?o.
Perry: S?, pero no puedo entender su posici?n a veces. Tome un hombre
vidente que est? desempleado; ?l no s?lo recibe $90 al mes. Recibe
compensaci?n alrededor de $150 al mes por desempleo. ?Por qu? no habr?an de
asumir que un hombre ciego tiene tanta hambre y necesita tanto como el
hombre vidente, el cual, puede conseguir empleo m?s f?cil tambi?n. Oh,
hicieron un gran alboroto acerca del aumento de la asistencia de $90 a $95
por mes el a?o pasado.
Baum: ?El Departamento de Asistencia Social?
Perry: S?, y la legislatura tambi?n. Por supuesto, est?n influenciados por
el Departamento Estatal de Finanzas, que quiere ahorrar dinero. Pero deber?a
pensar que le dar?an a un hombre ciego m?s de lo que le dan a un hombre
vidente desempleado, debido a que las necesidades de los ciegos son mucho
mayores. Un hombre vidente puede hacer muchas cosas por s? mismo y recoger
dinero por peque?os mandados para sus vecinos, cosas que un hombre ciego no
puede hacer como regla. En cuanto al Cap?tulo tres, eso, ahorra dinero para
el estado a la larga. Tome a tenBroek. ?l no pod?a haber ido a la
universidad sin la pensi?n y el proyecto de ley del lector, pero ahora es
uno de los principales miembros de la facultad, es due?o de su propia casa,
hace una buena cantidad de dinero, educa a su familia muy bien, y hace una
enorme cantidad de trabajo para los ciegos tambi?n. Esa es una imagen
completamente diferente a la imagen del ciego que se encuentra en la esquina
de la calle tratando de ven
 der l?pices.

?V? usted c?mo el Cap?tulo Tres ahorra dinero?

Baum: S?, lo veo, pero no veo por qu? el Departamento de Asistencia Social
no ve eso.
Perry: Lo hacen, pero les importa un comino.
Baum: ?Es que quieren ahorrar un poco este a?o, a pesar de que tienen que
seguir pag?ndolo todos los a?os?
Perry: Bueno, la Asistencia es administrada por los gobiernos de los
condados y las juntas directivas de supervisores son personas elegidas a
quienes les gusta alardear del ahorro de dinero para el Estado con el f?n de
conseguir la reelecci?n. Bueno, realmente llega al punto de que no
consideran que las personas ciegas pueden hacer mucho dinero, y es una
p?rdida de tiempo tratar todo esto. Y es muy lento cuando se empieza.
Pero las cosas est?n cambiando ahora; un hombre ciego puede conseguir un
trabajo. Tome a Kingsley Price, un profesor muy popular y muy respetado en
la Universidad Johns Hopkins.
Siempre ha tenido un trabajo desde el momento de su graduaci?n. Ha sido
totalmente ciego desde que ten?a cinco o seis a?os de edad. Sus padres lo
trajeron aqu? de Colorado despu?s de escuchar lo que est?bamos haciendo por
la educaci?n de los ciegos.

La Federaci?n Nacional de Ciegos

Baum: Est? hablando del Doctor tenBroek. S? que es presidente de la
Federaci?n Nacional. Me pregunto, ?Ten?a algo que ver con la formaci?n de
eso? ?Ten?a el Consejo de California algo que ver con eso?
Perry: En cierto sentido; nuestros chicos fueron a la reuni?n, y por
supuesto, hice propagaci?n para ello, y lo inst?, y as? sucesivamente, y fu?
delegado del Consejo por muchos a?os. Pero estoy haciendo una especie de
bastante  recorte ahora. Bueno, supongo que estaba en la ?ltima convenci?n,
tambi?n. Ahora hemos ido m?s all? de la etapa en la que un hombre tiene que
hacer todo. Ahora tenemos alrededor algunas personas ciegas capaces que se
est?n interesando por s? mismas y est?n dispuestas a dar su tiempo y
trabajo. TenBroek es uno, pero tenemos otros.
Baum: El se?or Archibald es secretario ejecutivo, ?verdad?
Perry: director ejecutivo del mismo.
Baum: ?Es ?l uno de sus chicos?
Perry: S?. Y Kenneth Jernigan, ?sabe de ?l?
Baum: Oh, lo conoc? una vez.
Perry: Es muy entusiasta, un trabajador muy entusiasta.
Baum: ?Para la Federaci?n?
Perry: S?, est? en la junta directiva de la Federaci?n. Pero trabaja para
los ciegos en general. Es un miembro muy activo del Consejo.
Baum: ?Trabaj? mucho en los asuntos de la Federaci?n Nacional? ?o Estaba
sumamente ocupado con el Consejo de California?
Perry: Bueno, les ayud?, y as? sucesivamente, pero no quise dar todo mi
tiempo a eso, porque debilitar?a mi trabajo aqu?, ya ve. Mi trabajo aqu? no
se hab?a desarrollado hasta el punto en que yo tendr?a la suficiente
confianza de que seguir?a funcionando bien sin m?. Consider? que deb?a
dedicar mis esfuerzos primarios aqu?, y de hecho, es una mejor idea, porque
recibe una buena ley a trav?s de un solo lugar, ya sabe, y entonces, es muy
f?cil duplicarla en otro estado. Por ejemplo, el Estado de Washington tiene
nuestro Cap?tulo 3 en su legislaci?n.
Baum: Me di cuenta de que en las actas del Consejo de 1940, le hab?an dado
una cierta cantidad de dinero, $100, a la Federaci?n Nacional, proveniendo
del Consejo. ?Se acuerda de eso? Creo que fu? cuando la Federaci?n apenas
fu? fundada.
Perry: S?. Quer?amos conseguir dinero para ayudar a la Federaci?n. No fu? en
el 40, ?Verdad?
Baum: 1940 fu? cuando se fund? la Federaci?n.
Perry: S?, pero no s? cuando pasamos ese fallo de que deb?amos contribuir.
Tenemos una Semana del Bast?n Blanco en el que hacemos una apelaci?n p?blica
de dinero, principalmente a trav?s del correo postal. Nuestro acuerdo era
que deb?amos enviar la mitad de lo que hab?amos reunido, y todav?a lo
hacemos. Hemos extendido esta idea del programa del Bast?n Blanco para que
pr?cticamente todos los estados lo tomen y contribuyan a la Federaci?n con
la mitad de lo que recogen. Pero ahora, la Federaci?n ha crecido tanto que,
si bien, contribuyen a ello, contin?an esta misma propagaci?n cada a?o para
recoger dinero. Creo que han recogido 75.000 d?lares el a?o pasado. As? que
son bastante independientes. Sol?a ser un asunto muy serio enviar a un
hombre de la Federaci?n a vivir en Washington, pagar sus facturas de hotel,
secretaria, y todas esas cosas; para hacer propagaci?n en el Congreso se
necesita mucho dinero. En los primeros d?as tuvimos que hacer eso, y en gran
parte no ten?amos e
 l dinero nosotros mismos. Tal vez el hombre al que enviamos hab?a pagado
una gran cantidad de esos gastos por s? mismo. Ha llegado ahora al punto en
que considero, que hemos pasado esa etapa.
Baum: Tengo entendido que usted fu? enviado por la Federaci?n Nacional para
investigar la escuela para ciegos y Sordos, Idaho State School for the Blind
and the Deaf, esta primavera.
(1956) ?Podr?a contarme un poco acerca de esa labor?
Perry: S?. Han habido muchas quejas de los padres de familia, tanto de los
padres de los ni?os sordos como de los padres de los ni?os ciegos en la
escuela, y Frank Collins y su esposa, de la asociaci?n estatal para ciegos,
Gem State Association of the Blind, y Don Pettingill de la asociaci?n de
sordos, Idaho Association of the Deaf, solicitaron a la Federaci?n Nacional
enviar un comit? para investigar. Chick tenBroek nombr? al se?or Durwood
McDaniels, un abogado de Oklahoma City, el director; el se?or  Vernon
Williams, un abogado de Dakota del Sur; y yo mismo. Fuimos hasta all? y nos
reunimos con un comit? de la Fundaci?n Americana para Ciegos, American
Foundation for the Blind, ya en la escena, compuesto por tres personas
videntes: El Superintendente de la reciente creada escuela estatal para
sordos, State School for the Deaf, en el Sur de California; el
superintendente del colegio para sordos, College for the Deaf, en
Washington, D.C.; y una se?ora empleada de la American F
 oundation. Miraron a la escuela y emitieron un informe que Era m?s o menos
un encubrimiento, y muy generoso al colegio y al entonces superintendente, a
quien recomendaron mantener, ya que se hab?a desempe?ado all? por tanto
tiempo. Consideramos que ser?a de muy poco valor el ir al colegio, que no
iban a cooperar, as? que, hablamos principalmente a los alumnos y padres de
los ni?os de all?. Los ni?os no estaban aprendiendo nada, los maestros no
estaban tan bien entrenados como ten?an que estar en otras escuelas, e
incluso,  ten?an dos maestros totalmente sordos para ense?ar a los ni?os
ciegos, una situaci?n rid?cula. Algunos de los mejores maestros renunciaron,
a f?n de atraer la atenci?n del p?blico a las condiciones all?. El
superintendente era un hombre enfermo;  no pod?a hacer el trabajo.
Baum: ?Hab?a podido conseguir alg?n cambio?
Perry: No mucho todav?a. La Junta Directiva Educativa Estatal estaba en
contra de hacer algo y el gobernador se sinti? avergonzado y dijo que toda
esta agitaci?n no era buena para los ni?os. Pero nos quedamos y nos dieron
mucha publicidad favorable en los peri?dicos, y hablamos con el ciego adulto
presente, y pueden seguir trabajando en ello. Considero que la Junta
Directiva Educativa finalmente lleg? a publicar el Informe de la American
Foundation, y quitaron al superintendente, y nombraron a un nuevo hombre
joven que parece competente. Se implic? que obtendr?an algunos mejores
maestros para los ciegos. As? que, la lucha a?n contin?a, pero considero que
las cosas van a mejorar all?.
Baum: ?Su comit? public? un informe?
Perry: No s? si ha sido escrito todav?a. Cuando lo sea, ser? entregado a la
oficina de la Federaci?n Nacional, que se encuentra en casa del Doctor
tenBroek. Tienen muchos materiales all?, los informes y las actas de las
reuniones y copias de los discursos y todo ese tipo de cosas.

Conclusi?n

Baum: Doctor Perry, me gustar?a preguntarle qu? efecto considera que el
nuevo Trato ha tenido en la asistencia a los ciegos.
Perry: ?Qu? quiere decir con el nuevo Trato?
Baum: me refiero a los dem?cratas en el gobierno federal.
Perry: Oh, han hecho mucho para los ciegos.
Baum: La rehabilitaci?n vocacional se mencion? entonces para los ciegos.
Perry: S?, y lo dem?s tambi?n. Es una idea moderna. Finalmente, har? un buen
trabajo para los ciegos, yo creo. Usted est? naturalmente en contra de lo
mismo que los ciegos est?n siempre en contra. Pues, se asume que no hay nada
que se pueda hacer por ellos.
Baum: ?Considera que lo mismo es cierto en la rehabilitaci?n vocacional?
Perry: S?. Las personas videntes all? no saben lo que las personas ciegas
pueden hacer. Al leer estas historias acerca de lo que pueden hacer, estas
les parecen imposibles.
Baum: ?Obtuvo el proyecto de ley de asistencia en California antes del nuevo
trato. Entonces, tuvo muchos problemas con la Administraci?n del Seguro
Social. Me pregunto si se podr?a pensar que las cosas podr?an haber sido
mejores para los ciegos si el nuevo trato no hubiera sido elegido? Quiero
decir, ?considera que ponen las cosas atrasadas o adelantadas en cuanto a
los ciegos se refiere?
Perry: Se progres?. El mundo va a progresar. No me importa si pone a
republicanos o dem?cratas, con el tiempo van a progresar. Ellos van a
progresar para las personas ciegas m?s lento porque la gente no los
entiende. La pensi?n es la ?nica buena idea que se les ha ocurrido. Las
cosas son mejores de lo que eran. Cuando yo era un ni?o, sab?a de un hombre
ciego que ten?a un trabajo; no sab?a de ning?n otro. Ahora, muchos de mis
antiguos alumnos se ganan la vida.
Baum: ?Es usted un Republicano?
Perry: No tengo sentimientos particulares. Realmente, no s? cual es la
diferencia entre un Republicano y un Dem?crata. No puedo distinguirlos,
salvo que tomo su palabra. Considero que en nuestro pa?s, lamentablemente ,
no estamos divididos en diferentes filosof?as. Si habla con un Republicano
ahora, le da la misma canci?n y la danza que un dem?crata le da. Por lo que
puedo ver, el pa?s se divide en dos tipos de personas. Algunas personas
tienen un puesto de trabajo y algunas personas no lo tienen. No s? por qu?.
Por supuesto, no pueden dar puestos de trabajo a todos ellos. Fu? criado
como un Republicano, y todos los que me conocen por aqu? dicen que soy un
Republicano. Dicen que soy un aut?crata en todo, excepto con los ciegos y
para ciegos, soy un socialista o algo as?. La gente se r?e de ello,
consideran que es una gran broma. Nunca puedo ver que hay algo en esa
cr?tica. Por supuesto, mi objetivo en la vida siempre ha sido la creaci?n de
oportunidades para las personas cieg
 as, las oportunidades de que se conviertan en autosuficientes e
independientes.
Baum: ?Considera que es la clave de todo?
Perry: Bueno, esa es la clave para las cosas importantes.
Baum: ?Y considera que la educaci?n universitaria es la mejor manera para
que una persona ciega est? calificada para un trabajo?
Perry: Oh, s?. Est? en menos desventaja. Puede hablar, puede comunicarse.
Ahora bien, cuando se trata de pensar, un hombre ciego puede pensar as? como
cualquier otro. Por lo tanto, si las personas ciegas se educan, tienen
oportunidades de trabajar. Tienen dificultades para conseguir citas, pero
eso es temporal. Considero que va a pasar con el tiempo.
Baum: Me imagino que la se?orita Holt dijo que muchas de las personas ciegas
no tienen la posibilidad de ir a la universidad, por lo que, el trabajo
manual es mejor.
Perry: Eso es cierto, y hay que tratar de hacer algo m?s con ellos, tratar
de hacer lo que pueda. Considero que muchos de ellos tienen la capacidad de
ir a la universidad, aunque no van porque no ven claro su camino para
hacerlo. Han asumido desde sus primeros a?os de vida que no podr?an hacer
estas cosas, y ni siquiera las prueban.
Baum: Alguien me dijo que la mayor parte del trabajo que hizo para los
ciegos no era parte de su trabajo, que le pareci? que las cosas m?s
importantes que hizo fueron cosas que no deb?a hacer.
Perry: Bueno, eso es cierto.
Baum: ?Cu?l cree que fu? su obra m?s importante?
Perry: Oh, mi obra m?s importante fu? arrastrar a los ciegos y despertarlos,
estimul?ndolos, poniendo un poco de ambici?n en ellos, y luego ayudarlos.
Decirles, "vaya a la universidad", no pod?an hacerlo sin dinero o sin
lectores. La idea de ir a la legislatura por su dinero para los lectores
Sonaba rid?cula para ellos. Ninguna de las escuelas ten?a hombres que eran
revolucionarios en absoluto; pues no eran suficientemente grandes hombres.
Baum: Bueno, Doctor Perry, ?cu?l considera que fu? la m?s importante de sus
obras, asegurarse de que el alumno ciego podr?a ir a la universidad, u
organizar a los ciegos en grupos?
Perry: Oh, considero que enviarlos a la universidad fu? quiz?s Lo m?s
importante que he hecho.
Baum: ?Por qu??
Perry: Porque pone a un chico en una posici?n en la que ?l cree que puede
hacer las cosas, y por eso, va y se convierte en alguien.

Ah? est?n las entrevistas de Perry, y es incre?ble ver c?mo muchos de los
programas que tenemos hoy se han originado de lo que Newel Perry pens?,
hizo, e inspir? en sus estudiantes. No vio su trabajo como si fuera todo, y
el f?n de todo para los ciegos. Dej? el trabajo principal de la organizaci?n
y el funcionamiento de la Federaci?n a los dem?s y pensaba que su mayor
logro no eran los grupos que form?, sino que el hacer que las personas
ciegas pensaran de s? mismas que son competentes, y asumi? que la
organizaci?n que necesitaban, vendr?a de su propia iniciativa y sentido
com?n.

Fuentes:

 BRAILLE MONITOR

Julio, 2012

Imagen de Newel Perry en su graduaci?n universitaria.]

https://nfb.org//images/nfb/publications/bm/bm12/bm1207/bm120715.htm
Octubre, 2012

Newel Perry cuando era joven.]

https://nfb.org//images/nfb/publications/bm/bm12/bm1209/bm120911.htm
Noviembre, 2012  

[Newel Perry en la ?poca en que se uni? a la facultad de la escuela para
ciegos, California School for the Blind.] 

https://nfb.org//images/nfb/publications/bm/bm12/bm1210/bm121015.htm
Diciembre, 2012 

https://nfb.org/images/nfb/publications/bm/bm12/bm1211/bm121111.htm

Traducido por Frida Aizenman
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