[NFBEspanol-Talk] {Spam?} Una Carta a Mí Mismo o Una Etapa Incómoda
Frida Aizenman
nfbfrida at gmail.com
Sun Apr 3 22:43:32 UTC 2022
BRAILLE MONITOR
Tomo 65, Número 4
Abril de 2022
Gary Wunder, Redactor
[LEYENDA DE LA FOTO: Buddy Collier]
https://nfb.org//images/nfb/publications/bm/bm22/bm2204/bm220411.htm
Una Carta a Mí Mismo o Una Etapa Incómoda
por Buddy Collier
Nota del Redactor: Buddy es un miembro que vive en Nevada. Es un miembro
activo de nuestra filial, y en este artículo expresa algo de lo que
hablamos poco en la Federación, que es la transición de la vista a la
ceguera. Algunos de nosotros no hemos conocido la experiencia. Otros de
nosotros hemos estado ciegos el
tiempo suficiente
como para que lo veamos como una etapa por la que pasamos, y que ahora
se trata de vivir nuestras vidas como personas ciegas. Mientras que la
realidad dicta que aceptemos
nuestra nueva situación
y que busquemos las ventajas que se encuentran en eso, no podemos
simplemente ofrecer el consejo de trabajar a través de la transición
manteniendo fortaleza y estoicismo ante la adversidad, y una actitud
positiva.
Para la mayoría de nosotros, los sentimientos no se manipulan tan
fácilmente, y los sentimientos no reconocidos pueden conducir a
problemas a largo plazo y a un fracaso en la transición a algo mejor---a
darnos cuenta de que, todavía somos seres humanos destinados a prosperar
y no personas videntes quebrantadas.
He aquí lo que Buddy, una persona aún no
ciego pero bien encaminado, tiene que decir:
Esta es una carta para mí, a ese yo que estaba tratando de darle
sentido, hace seis años cuando la retina se desprendió en mi ojo derecho
después de una extirpación de cirugía de cataratas.
En esta carta me hablo a mí mismo, el yo que estaba pasando por tanto
trauma y dolor hace seis años. También es una especie de charla con
cualquiera
que puede estar experimentando algún grado de pérdida de vista, pero que
no es legalmente ciego.
Desde que sucedieron todas esas cosas terribles, he visto a tres de mis
amigos sufrir experiencias similares. Todos tenemos sesenta años o más.
Si tuviera que darle un título, lo titularía, "Mi Etapa Incómoda."
Después de ocho cirugías y semanas de mantener la cabeza baja---con la
esperanza de que la burbuja de aire, luego la burbuja de gas, y luego el
aceite de silicio que pusieron en el ojo para reparar la
retina---después de todo eso puedo ver,
y hay cosas que no puedo ver.
La vista en el ojo derecho ha desaparecido.
Cuando se fue, era casi un alivio. La hebilla escleral unida al ojo me
hizo ver el doble, y eso fue peor que ver con un solo ojo. Así que
ahora, ver con un ojo a través de
trifocales, vivir con glaucoma y una catarata en formación significa que
con frecuencia soy consciente de mi situación de visión. Además, hay
cosas que
puedo ver que me confunden.
Creo que mi cerebro está trabajando horas extras para traducir las
señales que recibe haciendo suposiciones sobre el mundo, que no lo son.
Soy alguien que vive entre el mundo vidente y el mundo ciego. Mi vista
utilizable me pone fuera del mundo de aquellos que dependen únicamente
de otros sentidos para
navegar su mundo.
Mi impedimento me hace cauteloso y a veces temeroso. Me encanta la vista
que tengo; simplemente no confío plenamente en ella. Mi vista es
frecuentemente
desorientadora y poco fiable.
La pérdida gradual e impredecible de la vista que dura meses o años es
un proceso que cambia la vida. Dudo que alguien que deba vivir el
choque, la depresión,
y los desafíos que se les plantearon debido a la pérdida de la vista
encontraron algo fácil de tratar. También podríamos enfrentarlo y
llamarlo lo que es: es una pérdida.
La incertidumbre que lo acompaña, al igual que el dolor que acompaña a
la tristeza, solo se suma al miasma. Casi a diario, la persona que
experimenta esta pérdida
se pregunta cuán lejos va a llegar.
o ¿Ya se ha detenido? O, ¿voy a entrar por completo en las tinieblas?
Tal vez esta experiencia debería clasificarse como experiencia auxiliar
además de una disminución de la vista.
Sin embargo, una cosa es segura: Cuando estás en medio de ella, no
puedes saber dónde termina una y
comienza la otra.
En las primeras etapas probablemente parezcas normal para tus amigos
videntes. Cuando detectan pruebas de tu deterioro en un momento extraño,
pueden declarar su sorpresa de que sea real.
Legalmente, es muy posible que seas vidente.
Aprendes que los expertos no pueden ponerse de acuerdo al 100 por ciento
en una
definición de ceguera.
Kenneth Jernigan exploró acertadamente la cuestión de dónde podría
aplicarse el término "ceguera" en su artículo, ""¿Quiénes somos? Una
definición de ceguera".
Aprendes que hay más en la visión que en el ojo físico y que la ceguera
tiene más que ver con la función que con el estado del ojo.
Sabes que algo en ti anda mal.
Las cosas no están bien y, naturalmente, te sientes amenazado. Los
oftalmólogos que consulté no ofrecieron ninguna dirección ni ayuda cuando
se trataba de lidiar con la pérdida de visión, o el trauma emocional que
la acompaña. Su mundo parecía estar limitado a números y condiciones
observables que obedientemente
graban en archivos. Mi especialista en retina declaró que la última
cirugía que me realizó en el ojo derecho había sido un éxito. Dijo esto
a pesar de
lo obvio,
el hecho de que mi ojo estaba ahora completamente ciego. Casualmente
añadió que el ojo izquierdo probablemente seguiría el mismo camino que
el derecho. Dijo que en diez o
Quince años tendré serios desafíos con la vista.
Su preocupación estaba tan centrada que había excluido a su paciente.
Como individuo que experimenta pérdida de la vista, eres muy consciente
de que se están produciendo cambios fundamentales en tu cuerpo y en tu
vida. El guión
de tu vida está siendo revisado sin tu consentimiento. Puedes, como yo,
sentir que estás tratando de vivir la vida desde dentro de una caja. En
los primeros
días tuve un
sentir de que estaba físicamente desconectado de mi entorno. Fue una
especie de entumecimiento. Al principio de este viaje, la mayoría de las
personas con
las que
interactué eran incapaces de percibir estos cambios que ocurren dentro
de ti.
Nadie más que tú sabe cómo has reunido un conjunto de habilidades en
desarrollo
para navegar por la vida cotidiana. Ahora compruebas el escalón con el
dedo del pie antes de subir una escalera o cuando te encuentras con una
acera.
Luego está como en la caja del supermercado,
donde sumerges tu tarjeta poniendo la mano debajo del dispositivo de
pago y te mueves lentamente hacia arriba para encontrar la ranura donde
insertarás
la tarjeta. Ahí está ese
truco que averiguaste cuando la gente quiere entregarte una taza o
devolver tu tarjeta de débito. Aprendiste que es más fácil extender la
mano y esperar
para que te la empujen en los dedos que sentirlos alrededor, delante de
ellos, haciendo un espectáculo de todo. Eliges un lado por el que
caminar cuando sales con
amigos.
Todos los días te preguntas, "¿Hasta dónde llegará esto?" Aprendes que
no se debe confiar completamente en tu visión actual. Es como un viejo
amigo que
se ha vuelto
contra ti. Alguna vez sentistes que podías confiar en él por completo.
Ahora miente al azar, abandonándote para averiguar tu próximo movimiento
sin una
guía fiable.
Así que, poco a poco, empiezas a descubrir que tus dedos pueden ayudar a
llenar algunos de los huecos. ¿Estás a punto de rasparte en la esquina
de la encimera
de la cocina?
Tus dedos pueden decírtelo. ¿A qué distancia está esa rama colgante o la
puerta del armario? De repente hay tropiezos y pequeñas repisas en
artículos domésticos
comunes
que te hablan en un nuevo idioma. ¿Es ese mi cepillo de dientes? Siente
la curva del mango o pon una banda elástica a su alrededor para que tus
dedos lo
sepan.
¿Te acercas, o por debajo del vaso, cuando estás vertiendo un líquido,
haciendo un desastre? Deja que tus dedos sean el juez de la distancia
allí también. ¿Hay un poco de comida seca en la parte superior de la
encimera de la cocina que tus ojos no pueden ver? Bueno, tus dedos
pueden encontrarla. He descubierto que
mis dedos son mucho más estrictos
limpiando las encimeras de lo que mis ojos habían sido.
Lo mismo ocurre con el lavado de platos.
Pensarías que esto sería suficiente, pero la experiencia es más grande
que eso.
¿Qué tal ver cosas que no están ahí?
En mi viaje he visto muchas ilusiones.
Mis favoritas personales eran las fotos de galeones decorando la pared
de un restaurante. Parecían como si estuvieran dejando la pintura y pegando
en el aire.
Unas palabras sobre quejarte:
Te vas a inclinar mucho a quejarte ese primer año. Ya que carecemos de
un vocabulario adecuado para explicar nuestras
nuevas experiencias, tendemos a luchar con palabras que pueden ayudar a
otros a entender nuestro nuevo mundo. Recuerda que hay un límite en la
cantidad que otras personas pueden centrarse en ti. No queremos fatigar
la paciencia de nuestros amigos. Esto puede invitarte a amargarte y a
pensar que a nadie le importa. Intenta
recordar que para ellos
entender tu situación puede ser como explicar algo que está sucediendo
en otro planeta. Saben que estás perturbado, pero no pueden
mirar lo que estás viendo. Y, a medida que estás aprendiendo, lo que la
gente no puede ver se descarta con frecuencia.
También puedes buscar algún contexto espiritual en el que colocar todo
esto. En algún momento tienes que seguir adelante y hacer lo mejor que
puedas con
lo que tienes.
Creo que había llegado al lugar donde finalmente había llorado lo
suficiente y me quejé lo suficiente como para comenzar mi viaje hacia la
aceptación.
Eso me llevó unos tres años.
¡Paciencia!
Por lo tanto, como soy una persona que generalmente reacciona de forma
exagerada a las situaciones, elegí informarme lo más plenamente posible
sobre los problemas y habilidades de la ceguera.
De verdad salté en el extremo profundo de la piscina. Esto significaba
que decidí aprender Braille, algunas técnicas de bastón blanco, algo de
tecnología útil, y decidí
hablar con
y escuchar a las personas ciegas exitosas en mi ciudad.
Si de hecho, vienen las tinieblas, ¿realmente quiero esperar hasta ese
momento para decidir informarme?
Ser proactivo es mejor que esperar hasta que algún trabajador social o
miembro de la familia con exceso de trabajo asuma tu caso y decida por tí.
¡Espera un minuto! ¿Qué pasa si nunca necesito nada de esto? Tal vez sea
más fácil tener varias lupas alrededor de la casa y no salir tanto como
yo lo hice.
Bueno, tal vez.
Y esa es una opción. Pero creo que es la inferior de dos opciones, una
de ellas es claramente una opción inferior. Personalmente, siempre he
disfrutado aprender cosas nuevas.
El Braille se ha convertido en un pasatiempo mío. No lo uso para
funcionar, pero me gusta leer y escribir Braille.
¿Conmocionado?
¿Por qué?
Algunas personas
coleccionan cucharas o dedales, y nadie cree que sea extraño. Resulta
que mi pasatiempo puede ser útil en un día en el que realmente lo necesite.
¿Qué tal tener un bastón de identificación cuando lo necesitas? Los
espacios abarrotados pueden ser un problema para mí. Ya he aprendido que
caerse no es divertido, y
algunas personas se enfadan cuando me tropiezo con ellos. Cuando tengo
ese bastón corto en la mano, la gente me da un par de pulgadas de
espacio extra,
y no me siento
como si estuviera a punto de tropezar con un extraño en cualquier momento.
Por lo tanto, camino por el mundo de los videntes, y tomo prestadas
cosas del mundo de los ciegos. La línea entre los dos es borrosa.
O ves o no,
¿Verdad? Lo lamento, es mucho más matizado que eso. Ve a leer el
artículo de Kenneth Jernigan que mencioné anteriormente.
Incluso yo, con un impedimento, sigo albergando sentimientos que no he
aceptado plenamente. Pero ojalá que lo haga algún día. He sufrido la
pérdida de alguna
de mi
agudeza visual.
Ya sea que experimente o no un mayor declive en mi vista, mi mundo se ha
vuelto más rico por las cosas que he aprendido y las personas
con las que tengo amistad que me enseñan a vivir con varios grados de
visión.
Pierdes algo y ganas algo si te acercas y lo intentas.
Ahora bien, ¿eso no suena mejor que sentarte en casa sin tener ni idea
de qué hacer?
More information about the NFBEspanol-Talk
mailing list