[Nfbespanol-talk] Selecciones de Deja Que la Campana de la Libertad Suene

Frida Aizenman aizenman at earthlink.net
Sat Jun 12 22:15:01 UTC 2010


Braille MonitorVolumen 53, Número 6Junio 2010Daniel B. Frye, Redactor Selecciones de Deja Que la Campana de la Libertad SueneCiegos Estadounidenses Alzan Sus Voces en Apoyo de la Alfabetización de Braille Nota del editor: Después de su lanzamiento de febrero, de vez en cuando, planeamos imprimir pasajes seleccionados de Deja Que la Campana de la Libertad Suene: Cartas en Braille al Presidente Barack Obama, nuestro volumen de cien relatos en primera persona sobre la importancia del Braille. Muchos de estos narrativos presentan relatos convincentes de cómo el código, o su ausencia, ha influido en las vidas de las personas ciegas. Estos relatos deben ser útiles en iniciativas locales de promoción del Braille, y serán efectivas obras educativas para el público en general sobre el valor de la alfabetización para las personas ciegas, y presentará una serie de personas interesantes, a menudo modelos de conducta ciegos realizados. Este mes, nos centramos en cuatro contribuciones que comparten sus impresiones y experiencias personales Acerca del Braille en las siguientes cartas.Angela Matney vive y contribuye a la labor de la Federación en Virginia. Criada en el relativo aislamiento de la población rural de West Virginia, con el beneficio del Braille se ha  distinguido en las carreras diversas: profesora de matemáticas, y abogada. Angela Howard Frederick es una líder activa en nuestra filial de Tejas, y una estudiante de doctorado en sociología en la Universidad de Texas. 
Con Braille a la mano, y su compromiso personal con la justicia social, el potencial de Angela de dar forma a la sociedad en que vive y trabaja es ilimitada.Barbara Loos, una líder por largo tiempo en nuestra filial de Nebraska, da nueva visión general en su carta al Presidente Obama sobre la influencia que ha tenido el Braille en los distintos ámbitos de su vida.Por último, Gary Wunder, secretario de la Federación Nacional de Ciegos, y presidente de nuestra filial de Missouri, hace un perfíl de la importancia del Braille. El conocimiento del código le ha permitido tener éxito personal y profesional. Aquí están sus cartas: 
Puede ver las fotos cómo HTML en su navegador http://www.nfb.org/images/nfb/Publications/bm/bm10/bm1006/bm100606.htm

[LEYENDA DE LA FOTO: Angela Matney]
Angela Matney 
Charlottesville, Virginia,

28 de agosto del 2009 
Estimado Presidente Obama: 
Ninguno de mis padres terminó la escuela secundaria. Mi padre, un minero de carbón, dejó la escuela después del sexto grado. Mis dos padres finalmente ganaron un Diploma General Educativo, GED. Estában decididos a que a ninguno de sus hijos les faltaran oportunidades de educación. 
Cuándo mamá y papá decidieron que yo asistiría a la misma escuela que mis hermanos y hermanas, sabían que se enfrentaban a una ardua batalla para garantizar que yo recibiría una educación accesible. El consejo escolar le dijo a mis padres que no me enseñarían Braille hasta llegar al sexto grado. Mis padres comprendieron que yo no iba a leer y escribir hasta que aprendiera Braille. 
Con la ayuda de la Federación Nacional de Ciegos, que persuadió al consejo escolar, me proporcionaron la instrucción en Braille en las escuelas de nuestra comunidad sureña de West Virginia. 
Zane, mi instructora de Braille, no era una maestra certificada para aquellos con deficiencias visuales, de hecho, nunca asistió a la universidad. Poseía una certificación en la transcripción del braille. Empezó a trabajar conmigo cuándo yo tenía cuatro años. Bajo la instrucción de Zane completé un plan de estudios de lectura en Braille, además de todas las tareas asignadas a compañeros de clase videntes. Comenzando en kindergarten, habían lecciones adicionales en el Código Nemeth, el sistema Braille de la notación matemática. Pensé en aquel momento que era injusto que yo tubiera más trabajo que hacer que mis compañeros de clase. Ahora estoy agradecida de que Zane y mis padres entendieron lo importante que era que Me hicieran leer y escribir. 
Porque empecé a aprender el Código Nemeth a una edad tan jóven, las matemáticas eran accesibles para mí. Eventualmente gané un grado de licenciatura bachelor, de la ciencia, y un título master en matemáticas, y enseñé matemáticas de post- cursos de secundaria. Estoy segura de que no podría haber hecho estas cosas sin el Braille.
Hace poco me gradué de la Universidad de Virginia, facultad de derecho, School of Law.
Dentro de unos meses voy a comenzar a trabajar cómo abogada en la sección de negocios de un bufete de abogados en Fredericksburg, Virginia. Mi facilidad con el Braille me permitirá llevar a cabo la investigación jurídica eficaz y fundamental para acceder información en reuniones con clientes. 
Mis padres estában decididos a que sus hijos se beneficiarían de mayores oportunidades educativas que los que habían estado a disposición de ellos. El hecho de que un niño era ciego no era pertinente. Debido a su tenacidad, y la dedicación de Zane, rápidamente puedo hojear los menus del restaurante, resolver ecuaciones matemáticas, escanear artículos jurídicos para buscar errores tipográficos, y leer a mis sobrinas y sobrinos pequeños. Ahora me doy cuenta hasta qué punto tengo suerte de que recibí instrucción fenomenal en Braille. Sólo puedo esperar que algún día, mi experiencia sea la regla y no la excepción. 
Atentamente, 
Angela Matney 


[LEYENDA DE LA FOTO: Angela Howard Frederick] 
Angela Howard Frederick 
Austin, Tejas 
22 de agosto del 2009 
Estimado Presidente Obama: 
En primer lugar deseo darle las gracias sinceramente por el discurso conmovedor de la victoria que pronunció en la noche electoral. Me acuerdo de su discurso, no sólo porque tan hábilmente ha capturado el estado de ánimo del país, sino que también debido a la manera elocuente y discreta en que incluyó a personas con discapacidad. Cómo una persona ciega, rara vez puedo escuchar que las personas con discapacidad figuran en la lista de grupos que han contribuido a algo más grande que nosotros mismos. Significó muchísimo para muchos de nosotros que haya hablado de las contribuciones de nuestro grupo con tal normalidad. 
Me agradaría compartir con usted un poco acerca de mí misma, y el papél que el Braille ha jugado en mi vida. Me diagnosticaron con retinitis pigmentosa, una enfermedad ocular que causa el deterioro gradual de las retinas. He estado perdiendo poco a poco mi vista desde la edad de tres, y a la edad de treinta y tres, ahora veo la luz fuera de un solo ojo. 
Una de las razones por las que su discurso de la victoria me conmovió tanto es que es raro que la discapacidad se presente cómo algo que es normal, y que puede ser manejada con éxito. Supongo que esta es la razón por la cual esas herramientas asociadas con la discapacidad se consideran a menudo cómo cosas que deben evitarse. 
La triste ironía de esto es que muchas veces, el estigma asociado con la discapacidad resulta en la negación de las herramientas y técnicas alternas que pueden permitir a las personas con discapacidad llevar una vida productiva. 
Cuándo estaba creciendo con vista limitada, los profesores y profesionales de educación especializada les dijeron a mis padres que yo no debía utilizar el Braille a menos que absolutamente fuera necesario hacerlo. Al igual que la ceguera en sí, el Braille se presentó cómo algo que era vergonzoso, y que sólo debe utilizarse cuándo todas las demás opciones se vuelven inútiles. A consecuencia, me enfrenté a muchas luchas cómo una jóven estudiante. He encontrado que la lectura en inprenta es lenta, penosa, y insoportablemente dolorosa. Me pasaba muchas horas tratando de completar la tarea en la noche porque me tomó mucho más tiempo que a otros estudiantes. Cuándo no más podía leer las letras, me dieron una máquina de ampliación que tenía que ser rodada de aula en aula, obligándome a sentarme en forma aislada de otros estudiantes. Esta fué una de las más dolorosas experiencias de mi vida. Todo esto fué para evitar el uso del método de lectura que con el tiempo transformaría mi vida. 
Cuándo tenía trece años, participé en un programa de verano para niños en el Centro para Ciegos, Louisiana Center for the Blind. Este es uno de los centros de entrenamiento más impactantes de nuestro país para adultos y niños ciegos. Mientras que participé en este programa, se me dio la oportunidad de aprender Braille. Mi desesperación por tener un medio por el cual podía leer, me llevó a muchas noches de estudio con las luces apagadas después que todos se habían ido a dormir. Aprendí todo el código Braille en un mes; por lo general toma a adultos de tres a seis meses para aprender el código completo. 
Después de una acalorada discusión, los maestros de educación especializada estubieron de acuerdo en dejárme tratar de usar Braille en la escuela. El experimento fué un aplastante éxito. Mis calificaciones mejoraron a pasos agigantados, y descubrí el amor por la lectura y el aprendizaje que transformaría mi vida. 
Después de obtener un grado de licenciatura bachelor,  serví cómo voluntaria en AmericCorps VISTA, trabajando para una compañía de préstamos estudiantiles durante varios años.

Decidí regresar al colegio para continuar con mi doctorado en sociología en la Universidad de Texas en Austin. Estoy trabajando en mi tesis sobre las mujeres en la política de Tejas, y enseño un curso de graduación en los problemas sociales. 
Cómo bien sabe, los avances tecnológicos han transformado las aulas de todo nuestro país. Hago uso de la tecnología tanto cómo mis compañeros. Puedo utilizar PowerPoint en el aula, y mis estudiantes me envían sus trabajos a través del correo electrónico. Sin embargo, a pesar de estos avances tecnológicos, doy crédito al Braille cómo una de mis herramientas más importantes para la independencia. He tomado las notas de Braille en todos mis cursos de postgrado, y utilizo un cuestionario Braille que entrevista a mujeres dirigentes elegidas para mi tesis de investigación. Con el fín de mantenerme organizada y competente, etiqueto documentos de los estudiantes y las pruebas con pequeñas notas en Braille, y archivo con etiqueta carpetas en el sistema Braille. También tengo mis herramientas de escritura Braille a la mano con el fín de apuntarme notas rápidas a mí misma cuándo me reúno con los estudiantes. Tal vez aún más importante que estas estrategias, es que el Braille es una herramienta esencial que me permite vivir de forma independiente. Etiqueto muchos aparatos electrodomésticos en el sistema Braille para que pueda utilizarlos de forma competente, y utilizo Braille para etiquetar productos importantes cómo la medicación y latas de comida, y tan divertidos e interesantes cómo discos compactos y DVD. 
Estoy segura de que ya ha leído las estadísticas sobre la correlación entre la alfabetización en Braille y los resultados del empleo para los ciegos. También ojalá que los relatos que lea en las páginas de este libro pongan un rostro humano a esas estadísticas. Mi relato está entre los más afortunados de los ciegos Estadounidenses. Debido a la previsión de los adultos que proporcionó la oportunidad para mí de aprender Braille, ahora estoy construyendo una carrera fuera de mi pasión por la lectura, escritura y aprendizaje. Ojalá que se sume a nuestro compromiso para continuar la lucha a fín de  garantizar que todos los niños ciegos en este país puedan contar con la suerte de tener la oportunidad de alfabetizarse, y ser miembros productivos de nuestras comunidades. 
Atentamente, 
Angela Howard Frederick 


[LEYENDA DE LA FOTO: Brad y Barbara Loos] 
Barbara Loos 
Lincoln, Nebraska 
28 de agosto del 2009 
Estimado Presidente Obama: 
La lectura y la escritura siempre se han sentido mágicas para mí. Incluso el apodo mi hermano sigue utilizando para mí viene de lo que llamé, la pluma que mi padre llevaba en su bolsillo, con la que estába fascinada. Cómo mis padres eran socios en el periódico de Weeping Water, Nebraska, donde crecí, los sonidos, olores, y el tipo utilizado en la impresión de metal caliente, eran parte de mi vida cotidiana. Cómo una niña ciega de nacimiento, lo único que no podía entender era cómo varias personas podían tomar un libro o un periódico y decir exactamente las mismas palabras, incluso si la segunda persona que lo decía, no había escuchado a la primera. Y yo estába intrigada cuándo la gente escribía cosas debido a que la Página no revelába nada para mí. 
Entonces mi hermano ciego, un año mayor que yo, empezó la escuela en la escuela para ciegos en la ciudad de Nebraska, y pasé un año escolar solitario preguntándome cómo sería cuándo yo llegára allí. Aunque, un resultado inicial fué que cambié la soledad por la nostalgia, una recompensa para toda la vida fué que recibí el don de la lectura y la escritura del Braille. Desde que crecí en los años 1950 y 1960, la población en la escuela era más grande que habitualmente, debido a algunas causas específicas de la ceguera durante ese tiempo. Aunque la causa de nuestra ceguera es aún desconocida, el hecho de que crecimos en aquel entonces, nos permitió el beneficio de tener amigos y competidores que eran ciegos. Se esperaba que aprendiéramos Braille, y lo utilizáramos con soltura. 
Braille ha sido un ingrediente clave en mi educación. Me gradué con distinción de la Universidad de Nebraska, Lincoln. A lo largo de mi carrera, el Braille ha sido inestimable. He dirigido a un centro de orientación para ciegos, he enseñado Braille y el uso del equipo de adaptación para ciegos, y he transcrito materiales utilizando textos de Braille y audio. Mi primer marido murió cuándo nuestros hijos tenían cinco y siete años, así que hice parte de la crianza de mis hijos cómo madre soltera. Mi conocimiento del Braille me permitió satisfacer estas responsabilidades. He estado activa en mi iglesia, grupos de lectura, AmeriCorps, y la Federación Nacional de Ciegos. Me gusta leer, hacer rompecabezas de palabras, crear arte, cultivar plantas, y escribir, entre otras cosas. Cómo se puede imaginar, el Braille es fundamental para todos estos compromisos personales de recreo. 
Me siento afortunada de que me crié en una familia donde la alfabetización se esperába, en momentos en que se entendía que el Braille era el camino a la alfabetización de los ciegos, y en un lugar en el que se facilitó su instrucción competente. 
Mi madre nos leyó en voz alta a mi hermano y a mí antes de que aprendiéramos a leer por nosotros mismos, y después, sobre todo cuándo no podíamos conseguir libros específicos en Braille. Ambos de nuestros padres leían los textos no disponibles de la universidad para nosotros. 
Una de las ironías de nuestra era tecnológica es que, a pesar de que el Braille Es mucho más fácil de imprimir y más portátil, (lo que solía ocupar muchos volúmenes grandes, hoy se puede llevar alrededor en pequeñas máquinas con Braille actualizable), a la mayoría de niños ciegos no se les enseña a leer y a escribir en él. Si bien es posible conseguir libros de audio y utilizar los equipos con salida de voz, escuchar algo no pone la ortografía, puntuación, texto con formato frente al oyente. También puede robar a una persona la parte más mágica de la lectura y la escritura, la interpretación. 
Cuándo leo algo en Braille, puedo crear las voces, la cadencia, y el estado de ánimo, y puedo experimentar el pensamiento rápido, silencioso, no comprometido, que es más rápido que el lenguaje hablado que sucede dentro del cerebro lector. Si lo que estoy leyendo es técnico, Braille me permite explorar sus matices. Si es lectura ligera, puedo descremarla y tomar lo que quiero. Afortunadamente para mis compañeros estudiantes y yo, estábamos haciendo todo esto antes de escuchar los informes tristes principalmente propagados por aquellos que, cualesquiera que puedan ser sus aspiraciones, ni tienen de corazón, los intereses de los ciegos, ni la comprensión del Braille. 
Cuándo escribo, hago mi mejor esfuerzo para darle a mi lector, pistas a través de la puntuación y el estilo de cómo quiero que sientan y piensen acerca de lo que Estoy ofreciendo, y a veces, incluso lo que espero que van a hacer una vez que lo han leído. Nuevamente, sin Braille esto no sería posible. 
Señor Presidente, espero que usted verá esta carta cómo una llamada a la acción. El 90 por ciento de tasa de analfabetismo entre los niños ciegos, el 70 por ciento de la tasa de desempleo entre los adultos ciegos en edad de trabajar, y la incapacidad de muchas personas mayores ciegas de tener una vida independiente son indefendibles. Por favor, haga lo que esté en su poder para hacer que nos ayude a revertir la crisis de alfabetización que en la actualidad existe para los estadounidenses ciegos. Estoy desconsolada ya que las personas ciegas de todas las edades, que deberían estar compitiendo en condiciones de igualdad con sus compañeros videntes, no lo están haciéndo porque el sistema Braille, la herramienta esencial para su alfabetización, se les niega en un momento en que se ha vuelto más disponible de lo que era cuándo yo era jóven. 
Nosotros, en la Federación Nacional de Ciegos, estamos haciendo lo que podemos a través de la venta del dólar de plata bicentenario de Luis Braille y otras iniciativas para cambiar lo que significa ser ciego en forma positiva, incluyendo el procurar que las personas ciegas aprendan braille. Pero necesitamos su ayuda. Puede contar con nosotros para hacer nuestra parte. ¿Hará Usted la suya? 
Atentamente, 
Barbara Loos 



[LEYENDA DE LA FOTO: Gary Wunder]
Gary Wunder 
Columbia, Missouri 
28 de agosto del 2009 
Estimado Presidente Obama: 
Cuándo pienso en el Braille, pienso en lugares en los que nunca he estado salvo a través de mis dedos. Pienso en lugares en los que he estado porque mis dedos me han permitido hacer el dinero para ir. Considero que los sueños se hicieron realidad porque los secretos para hacerlos realidad se encontraron en las páginas de un libro de Braille. 
Cuándo era un niño en la escuela, no cabía duda de si las personas totalmente ciegas aprenderían el braille. Hoy la gente hace la decisión más complicada al decir que la tecnología nos ofrece alternativas, pero lo que la tecnología nunca puede reemplazar es su  necesidad de leer, garabatear una nota  a su esposa en su aniversario, ¿o escribir un recordatorio para traer el pastel de cumpleaños para su hija? La tecnología suplementa qué y cómo leer, pero nunca suplanta su necesidad de leer. Lo mismo ocurre con sus hermanos y hermanas que son ciegos. 
Me gano la vida escribiendo programas de ordenador. Un periódo pasado por alto, una sangría dejáda fuera de lugar, y el programa que he escrito para pagar mi día no funciona. ¿Cómo son los errores evitados o detectados cuándo se producen? 
Para las personas ciegas, a través del braille. Si gran parte de lo que aprendemos es a través de imitación, ¿cómo vemos la ortografía de las palabras o la puntuación que se utiliza para formular oraciones gramaticalmente correctas? Las personas ciegas utilizan el Braille. 
En un mundo forjado por tantas maravillas tecnológicas, por favor ayúdenos a estar en el lado correcto de la divisoria digital, no de las bajas de la edad de la información, sino que, más bien, contribuyentes de manera significativa en ella. Líder o perdedor, especialista o espectador: la lectura marca toda la diferencia. 
Atentamente, 
Gary Wunder 
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