[Nfbespanol-talk] Recordando al Doctor tenBroek

Thu Aug 11 22:06:40 UTC 2011

Braille Monitor

Volumen 54. Número 7

Julio, 2011

Gary Wunder, Redactor

Recordando al Doctor tenBroek

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{LEYENDA DE LA FOTO: El Doctor Jacobus tenBroek.} 

http://www.nfb.org/images/nfb/Publications/bm/bm11/bm1107/bm110711.htm

Nota del redactor: En julio del 2003, en el Braille Monitor se reimprimió uno de los discursos históricos que el Presidente tenBroek hizo, y un perfil de él, que el New Yorker publicó, el 11 de enero de 1958 en la edición de la revista. Aquí está el New Yorker y el perfil de,

"La Cruz de la Ceguera"

"Cross of Blindness":

Jacobus tenBroek, un hombre robusto y vigoroso de cuarenta y seis años con rasgos aguileños, de tez rubicunda, y una barba rojiza cuidadosamente peinada, es una autoridad en gobierno y el derecho constitucional, un campo en el que ha publicado varios libros y monografías de gran prestigio; es director del Departamento de Oratoria de la Universidad de California en Berkeley; es también un miembro de la Junta Directiva del Bienestar Social de California; y líder del cabildo más importante del país, y activista en contra de un adagio que dice que él considera equivocado, pícaro, y aceptado con demasiada frecuencia , el que dice que: "Si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo." Como presidente y uno de los fundadores de la Federación Nacional de Ciegos, el Profesor tenBroek, que perdió la vista cuando era niño, tiene programado un formidable tiempo libre de discursos, conferencias y asambleas, a través del cual, busca difundir la creencia de la organización de que los ciegos son mucho más capaces de lo que generalmente se piensa, en mantener los puestos de trabajo normal, y el manejo de sus propios asuntos. "He tenido que hacer diez viajes de vuelo en todo el país en los últimos doce fines de semana", nos dijo cuando nos llamó a nuestra oficina durante una escala de unas horas en Nueva York, en ruta desde Washington, D.C., donde había estado hablando con los congresistas sobre la legislación que su organización está promoviendo, en Springfield, Massachusetts, donde tenía previsto pronunciar un discurso ante uno de los capítulos locales de la Federación. "Como regla, abordo el avión, la noche del viernes, justo después de mi última clase", dijo. "Preparo mis discursos durante el viaje, y generalmente puedo tomar un vuelo de regreso que llega a Berkeley justo a tiempo para mi clase del lunes a las ocho de la  mañana." Se echó a reír. "Mis hijos, tengo tres, están hartos de esta rutina. Dicen que están empezando a olvidar como me veo."

Una de las ambiciones principales del Profesor tenBroek, a medida que vuela sobre el país, es convencer a la gente con la que se encuentra que él no es excepcional, ya sea en talento o carácter, sino que, más o menos, un hombre ordinario que simplemente se ha negado a aceptar la creencia generalizada de que una persona ciega debe vivir una vida dependiente y protegida. "Tengo un vecino en Berkeley, un hombre ciego al que conozco desde que éramos compañeros de clase en la escuela, quien construyó su casa, en su totalidad, con sus propias manos", dijo. "Es toda una casa de buen tamaño también. Alrededor de dos mil setecientos pies cuadrados. Él construyó las formas, virtió el cemento, puso la plomería, y el cableado, todo. El lugar está en una ladera bastante empinada , y, antes de que pudiera comenzar, tuvo que hacerse un gran auge de accionamiento eléctrico para transportar sus materiales hasta el lugar. Ahora bien, hay un hombre, quien alguien como yo, alguien que no tiene aptitud para ese tipo de cosas, lo llamaría una persona excepcional, pero él no parece pensar que lo es. Dice que sólo sucede que es hábil con las herramientas".. El profesor sacudió la cabeza con admiración.

"Como están las cosas ahora", continuó, "más de trescientas veinticinco mil personas ciegas del país que trabajan están empleadas en los talleres cerrados especiales que la sociedad con las mejores intenciones caritativas han preparado para nosotros, donde podemos hacer canastas y no sufrir ningún daño. Sólo el dos o tres por ciento de nosotros mantenemos puestos de trabajo normales en el mundo. Mi organización está convencida de que, por lo menos, veinte veces esa cantidad podría hacerlo si tuviera la oportunidad. Lo que buscamos para los ciegos es el derecho a competir en igualdad de condiciones. En esta, la Federación,  la única organización nacional en este ámbito, cuyos miembros y oficiales son todos ciegos, estamos muy en desacuerdo con la mayoría de las organizaciones tradicionales y agencias creadas para ayudarnos, que están seguras de que saben mejor que nosotros lo que es bueno para nosotros. Sin embargo, hemos estado haciendo un progreso considerable. En los últimos años, hemos tenido éxito en persuadir al servicio social para que permita que las personas ciegas prueben las categorías de puestos de trabajo de los que solían ser excluidos ".

Hemos preguntado al Profesor tenBroek qué que puestos de trabajo él mismo considera que son imposibles para los ciegos de sostener. Se rió, acarició su barba profesorialmente, y dijo, "Bueno, piloto de avión, supongo, aunque para el caso, los aviones vuelan la mayoría del tiempo hoy en día en los controles automáticos, ¿no es así? Y algún día pueden ser completamente automáticos. La verdad es que no se puede decir cuáles son los límites. Cada vez que pienso que he encontrado algunos puestos de trabajo que un hombre ciego se espera, no podría concebirse que hiciera, aparece un hombre ciego que lo sostiene. Uno de mis amigos en la Federación es un físico nuclear experimental, y uno no pensaría en eso como un campo prometedor en el que entrar para un ciego. El Doctor Bradley Burson es su nombre, y está en el Argonne National Laboratory, cerca de Chicago. Cuando estaba trabajando en problemas relacionados con la descomposición de materia radiactiva , inventó algunos de los dispositivos por sí mismo que miden el deterioro en términos de señales audibles y táctiles, en lugar de las señales visuales comúnmente empleadas. Algunos de los dispositivos resultaron ser más precisos que los estándar, y son ampliamente utilizados en el laboratorio. Yo siempre había supuesto que ser un electricista, sería imposible para un ciego, pero no hace mucho me encontré con un electricista ciego. un individuo llamado Jack Polston. Fuí y hablé con su jefe, y él me dijo que Polston hace todo lo que cualquier otro electricista puede hacer.. cableado, soldadura, y todo lo demás. Mientras estaba allí, Polston estaba haciendo el cableado completo de una estación de servicio, que me han dicho es un trabajo especialmente complicado. Sin duda, había sido un electricista antes de que se quedara ciego, pero no me pregunte cómo hace soldaduras sin incendiar el lugar. Yo no lo podría hacer, incluso, si tuviera mi vista. De todos modos, ahora que lo he encontrado, estoy molestando al servicio civil para que no descalifique a las personas ciegas automáticamente de hacer la prueba para puestos de trabajo como electricistas".

El Profesor tenBroek se detuvo un momento y luego dijo: "No le voy a dar la idea de que no es una molestia ser ciego. Golpearse la cabeza en un letrero saliente al caminar por la calle, o caer en un hoyo que cualquiera puede ver. Es una molestia, se lo puedo asegurar, pero no es una catástrofe ". Se puso de pie, se abrochó el abrigo, y tomó su bastón y su maletín. "Bueno", dijo enérgicamente: "ya es después de las dos, y tendré que dar un paso rápido si voy a llegar a LaGuardia a tiempo para coger el del tres-quince a Springfield. Si puede ser tan amable de acompañarme hasta el elevador y yo me voy de allí."

Ahí tiene el perfil del New Yorker, publicado seis meses después de que el Presidente tenBroek pronunció uno de sus discursos más poderosos y admirados del banquete. Los ciegos organizados acababan de perder su lucha por el derecho de organisarse. El senador John Kennedy había liderado la lucha legislativa a pesar de la oposición de la mayoría de las agencias en el ámbito de la ceguera, de los profesionales que desconfiaban y temían el surgimiento de un movimiento de consumidores, y los intereses monetarios de aquellos que apoyaban a las organizaciones e individuos. Los ciegos habían perdido la batalla, pero fué una victoria pírrica para las agencias, ya que poco a poco descubrieron que la voz del consumidor era cada vez más escuchada y considerada por el público. Las palabras elocuentes y poderosas de intelecto de Jacobus tenBroek, y la creciente contribución de su protegido, el joven Kenneth Jernigan, sirvieron de inspiración para la próxima generación de hombres y mujeres ciegos, que insistieron en que éstas serían escuchadas y tenidas en cuenta.

He aquí, pues,

"la Cruz de la Ceguera,"

"Cross of Blindness,"

el discurso que el Doctor tenBroek había pronunciado el día de su cumpleaños, el 6 de julio de 1957, a la convención decimoséptima de la Federación Nacional de Ciegos en Nueva Orleans, Louisiana. Comenzamos con la introducción al discurso que aparece en el capítulo 2 de nuestra historia de la organización, Caminemos solos y Marchemos Unidos:

La cruz simbólica que él, [el Doctor tenBroek] vio, la cargada por los ciegos, era el peso de los estigmas sociales, los estereotipos y las supersticiones, el peso sin vida de los prejuicios y la incomprensión del público. En un discurso magistral que se ha convertido en uno de sus más famosos, tenBroek ha enunciado en términos igualmente vívidos, tanto a favor del caso, como en contra del caso, la auto-organización de los ciegos. Su discurso, pronunciado ante una audiencia en el banquete de 700, se erige como un monumento a una posición superior. La cima de la unidad y la confianza que se logró por la Federación Nacional de Ciegos en ese año decisivo. Esa posición superior pronto se perdió en el torbellino de la guerra civil, y que no se alcanzó de nuevo en varios años. Pero en 1957, el movimiento nacional de los ciegos organizados, pero no una veintena de años, parecía tan firme en su solidaridad, como era irresistible en su fuerza. Y nadie que escuchó al líder del movimiento hablar ese día podía dudar de que estas personas de reciente independencia y de auto-asertiva para siempre se negarían a cargar la estigmatización de la cruz de la ceguera. He aquí el texto completo de ese discurso.

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