[Nfbespanol-talk] CEGUERA: CONCERNIENTE A VISIONES Y BUITRES

Frida Aizenman aizenman at earthlink.net
Tue Jul 9 17:24:13 UTC 2013


CEGUERA: CONCERNIENTE A VISIONES Y BUITRES

Un Discurso Pronunciado Por El Doctor Kenneth Jernigan

Federación Nacional De Ciegos

Durante El Banquete Anual de la Convención

En Los Angeles, 8 de Julio, 1976

 

Contemplad, un rey llevó a sus tres hijos para juszgar su capacidad de governar el reino, y se detuvieron en un campo donde un buitre se encontraba sentado en las ramas de un árbol seco.  El rey le dijo a su hijo mayor, "Dispara, pero primero dime que ves."

 

Y su hijo respondió: "Veo la tierra, la hierba y el firmamento . . . "

 

Y el rey dijo, "Ya, suficiente", y dijo a su siguiente hijo, "Dispara, pero primero dime que ves."

 

Y su hijo respondió, "Veo la tierra, y el árbol seco con el buitre sentado en las ramas . ."

 

Y el rey dijo, "¡Ya! ¡suficiente!" y le dijo a su hijo más joven, "Dispara, pero primero dime que ves."

 

Y el joven respondió sin parpadear, y sin vacilar, "Veo el lugar donde las alas se unen al cuerpo."  Y la flecha fué directo allí, y el buitre calló.

 

Si, una fábula, pero también una moraleja que nos recuerda un compromiso.

 

Irónicamente, el primero de Julio del año pasado, el mismo día que la apertura de nuestra convención, el comentarista de noticias, Paul Harvey, hizo una transmisión nacional, radiofónica, titulada.  "No Todos Son Iguales," que dijo: ¿Cuándo vamos a dejar de hacernos ilusiones a cerca de la igualdad? un lamentable problema se ha desarrollado en el cual, el gobierno federal, y estatal, intentan hacer cumplir la ley con iguales oportunidades de empleo para los discapacitados.  Por su puesto que eso se puede hacer.  Frecuentemente a los discapacitados se les niega empleos sin decírseles porqué.  El porqué puede incluir seguros de más alto precio, o la instalación de señales especiales para los ciegos y los sordos.

 

"Permítanme confiarles," continuó.  "Que los políticos, y los medios de comunicación, noticiosos, en cuanto a lo que se relaciona con lo humanitario, raramente se atreven hablar contra los pobres, los despojados, el que no es hermoso, o el inperfecto."  Sin embargo, aunque impráctico, ellos pretenden que estos líderes del pensamiento, deberían continuar pretendiendo que todos somos iguales, cuando en efecto, por su puesto, no dos de nosotros lo somos.

 

Harvey terminó su caso con una cita del autor Británico C. S. Lewis:

 

"Ningún hombre que diga, soy tan bueno como tú, lo cree." No lo diría si lo hiciera. El San Bernardo nunca se lo dice al perro de juguete, ni el intelectual al tonto, ni el empleable al bagabundo, ni la bella mujer a la sencilla.  El profesar igualdad es hecho por aquellos quienes de alguna manera se sienten inferiores. Lo que expresan es precisamente, irritación, inpertinencia, distorcionando así la concentización de la inferioridad la cual el paciente se reúsa aceptar.

 

Así lo declaró Paul Harvey, y la red llevó su mensage a millones.  Si el problema que enfrentamos viene, no de las ideas preconcebidas, o de la discriminación sino de la misma naturaleza de nuestra condición, de nuestra ceguera, entonces no la deberíamos batallar sino enfrentarla.  No nos hará ningún bien quejarnos, o lamentarnos ni ayudará el estar amargados.  Hechos son hechos, y con estos, se debe lidiar directamente, y al punto.  Si la tesis de Harvey es correcta, hemos hecho un trágico error en organizarnos en absoluto.  De unos cuantos en 1940, la Federación Nacional De Ciegos a cresido a su actual tamaño de más de 50.000 miembros.  La razón por el cresimiento es simple, es nuestra filosofía y lo que esa filosofía promete.  La Federación está basada en la propuesta de que el problema principal de la ceguera no es la ceguera en sí misma, sino las equivocadas nosiones e ideas a cerca de la ceguera las cuales son mantenidas por el público en general.  En la Federación creemos, que los ciegos, siendo parte de una cultura más amplia, tienden a verse tal como otros los ven.  Al aceptar la actitud equivocada del público, ayudamos a que aquellas actitudes se conviertan en realidad.  Es más, consideramos que las agencias de servicios gubernamentales, y privadas

también son víctimas de las mismas nociones, y estereotipos, y que hacen sus voluminosos estudios, planean sus programas, ycustodializan a sus clientes, no como ellos profesan, por experiencia profesional, y conocimiento, sino por la ignorancia y los perjuicios, absorbidos por la cultura en general.  Finalmente, consideramos que como ciegos aceptamos el papél de Segunda clase asignado a nosotros por las agencias y el público, lo hacemos por el acondicionamiento social, no debido a información correcta, o por necesidad.  Lo hacemos debido a las fábulas, no a los hechos.

 

Es de ello, de lo que la Federación Nacional De Ciegos se trata.  Este es el porqué nos organizamos, es por esto que continuamos.  Esto explica nuestras acciones, y nuestro comportamiento, y porqué tenemos la intención de hablar por nosotros mismos.  Porqué exigimos una voz en los programas que nos afectan, y el porqué insistimos en que solo personas seleccionadas por nosotros se supone hablen por nosotros.  Otros no lo pueden hacer, aunque sean empleados o administradores de agencias, aunque profesen ser expertos profesionales en la materia, y aunque ellos sean ciegos. Hablamos por nosotros mismos, lo hacemos con nuestra propia voz, y no permitiremos que nadie más lo haga por nosotros.  Siempre hemos dicho, y lo decimos hoy, que somos capaces de trabajar con los videntes, jugar con los videntes, y vivir con los videntes en condiciones de plena igualdad,  y los videntes son capaces de aceptarnos como iguales, y socios.  

 

Sin embargo, si la tesis de Paul Harvey es cierta, toda nuestra filosofía es una mentira.  La Federación Nacional De Ciegos no solo es inútil sino también destructiva; porque promete un futuro, el cual, es imposible de realizar, y nos llama con un sueño que nunca se puede convertir en realidad.  Si la tesis de Harvey "lo dice como es," permítanos arrepentirnos de nuestra falsedad, desbandando nuestro mobimiento, y disculparnos por el problema que hemos causado.  Permítanos tomar cualquier caridad, y bondad que la sociedad ofrece.  Permítanos marchar y seguir nuestro camino en aceptación, y resignación, y permítanos hacerlo solos; porque no habrá necesidad de acción concertada, no habrá razón para pretender que somos iguales. 

 

Pero, por su puesto, la tesis de Paul Harvey no es cierta, todo en nosotros lo rechaza, toda nuestra experiencia lo niega, los hechos lo refutan. Este es, el tipo de ignorancia descarada, que llevó a la Federación a existir en primer lugar, y la ignorancia, aún continúa envenenando la mente del público.  No deseamos conflicto o enfrentamiento pero haremos lo que tenemos que hacer.  Sencillamente, no estamos dispuestos a ser ciudadanos de Segunda clase. Nos dicen que no hay discriminación, que los ciegos no son una minoría.  Pero sabemos quienes somos, y nunca volveremos atrás.  El buitre está, sentado en las ramas de un árbol seco, y vemos

 donde las alas se unen al cuerpo.  

 

Como siempre ha sido el caso, nuestro problema principal es la falta de entendimiento de parte del público. Algunas de las ideas preconcevidas son abiertas, otras son sutiles, algunas son mortales; otras simplemente ridículas.  Hace unos meses atrás, recibí una carta de un hombre en missouri: 

 

"Estimado señor, él dijo, "aquí hay un caso de una muchacha ciega de al rededor de 20 años de edadque ha sido terriblemente maltratada.  Yo solo soy un amigo de ella y de su madre.  No podría ser tan perro como para hacer el amor a un ciego, y luego tratar de mentiry hecharle la culpa a alguien más."

 

Bajo esa crudeza, esa carta habla con terrible elocuencia llamando a la angustia de los ciglos, enfocando el problema el cual, nosotros los ciegos debemos enfrentar.  

Este problema no es, como Paul Harvey parece pensar,centrado en preguntas tales como nuestra necesidad de señales o la inabilidad de empresarios en emplearnos porque su precio de seguros tal vez suba, sino que trata de tales cosas básicas como el reusarse dejarnos competir sin pedir favores por empleos los cuales podemos desempeñar perfectamente bien.  Negación de nuestro derecho al igual trato bajo la ley, rechazo arbitrario (sin razón) de la noción que podemos funcionar como competentes seres humanos, y la abreviatura de nuestra dignidad como personas.

 

Las discriminaciones contra nosotros no son imaginaries sino reales, no ecepcionales sino communes.  La prueva es abrumadora e irrefutable. Es ilustrada, por ejemplo, en dos recientes casos en la corte: en uno, una madre fué amenazada, por motivo, como el juez lo dijo, por que ella "es industrialmente ciega, y no tiene la abilidad de cuidar al niño." En el otro caso, un matrimonio fué declarado incapaz de adoptar un niño, porque en las palabras propias del marido, "Se pensó que un niño no se podría relacionar conmigo, debido a mi ceguera."  Solo hay que añadir que miles de madres ciegas están exitosamente cuidando a su decendencia diariamente, y que la adopción de niños por padres de familia ciegos a sucedido repetidamente sin problema alguno.  En efecto, cuando el caso de la adopción en cuestión fué concluido exitosamente, después de considerable conflicto con el juez, el niño no tuvo ningún problema en relacionarse con su padre ciego.  Sin embargo, nos dicen que el problema está en nosotros, no en la sociedad, que no hay discriminación, y que los ciegos no son una minoría.  Pero sabemos quienes somos, y nunca volveremos atrás.  El buitre está, sentado en las ramas de un árbol seco, y vemos donde las alas se unen al cuerpo. 

 

El año pasado,el American Legion Auxiliary de Oregon,le prohibió a una muchacha ciega, (Llamada Donna Bell)de tomar su lugar como delegada debídamente electa, en la celebración annual de la muchacha del estado de Oregon.  El rechazo se hizo por el motivo de que (como persona ciega) ella no estaba "físicamente en condiciones." Este fallo arbitrario fué posteriormente reversado por la insistencia del gobernador Tom McCall,quien dijo de Donna que "su liderazgo, carácter, honestidad, intelectualidad, cooperación, y su condición física la califican para estar aquí." Ella asistió, fué aceptada por sus compañeros, y se desempeñó bien sin ningún problema, o incidente.

 

En septiembre de 1975, en el New Orleans Times Picayune, figuró el titular: "Los niños ciegos aborrecen la comida.  Tienen que ser alimentados a la fuerza." El artículo que lo siguió, citó a un miembro del personal de una institución de Louisiana para ciegos e incapacitados, que decía: "Un niño ciego se moriría de hambre si no se le forza a comer 

. . . Ellos aborrecen la comida."  Aquellos de ustedes quienes asisten a este banquete lo pueden juzgar por sí mismos.  Ha sido mi experiencia, que nosotros quienes somos ciegosguardamos tanta comida con aproximadamente tanto gusto como cualquiera.  Pero Paul Harvey probablemente nos diría que la objeción a tal tontería acerca de nuestros hábitos en comer solo prueba que somos "pacientes," expresando "irritación, inpertinencia, distorcionando así la concentización de la inferioridad la cual el paciente se reúsa aceptar." Sin embargo, nos dicen que no hay discriminación, que los ciegos no son una minoría.  Pero sabemos quienes somos, y nunca volveremos atrás.  El buitre está sentado en las ramas de un árbol seco, y vemos donde las alas se unen al cuerpo.

 

Las exclusiones, y discriminaciones no son, por su puesto, limitadas a cualquier área geográfica ni a cualquier grupo de cierta edad, o a cualquier tipo de situación en particular.  Estas suceden en cualquier parte, y en todas partes.  Presencien el episodio del dueño de farmacia en Matawan, New Jersey,quien le informó a un cliente ciego que él debería utilizar la puerta de atrás puesto que la parte de enfrente del edificio en su mayoría es de vidrio.  Cuando el cliente persistió en entrar por la puerta de enfrente, como cualquier otro ciudadano de primera clase, sin rodeos, se le ordenó ir a la puerta de atrás o nunca jamás regresar de Nuevo a la tienda.  En otras palabras, o lo hace en serio, o se queda afuera.

 

Claro, este es un caso extremo.  A nosotros, amenudo, no tanto se nos echa, como se nos rebaja.  Recientemente recibí una carta de Junerose Killian,una de nuestras líderes de Connecticut, en la que relató lo siguiente:

 

El otro día, cuando fuí recogida para ir a mi clase de análisis transaccional . . . el sacerdote, el cual nosotros recojimos, indagó del ministro quien estaba conduciendo el coche, ¿A que clínica la estamos llevando?  Por su puesto, hizo la suposición automátícamente de que yo debía ser un caso de caridad, y estaba asombrado al enterarse de que yo soy una de sus colegas en la clase.  (esta carta de Connecticut, este drama microcósmico) simboliza la actitud de los ciglos.  Esa, refuta a Paul Harvey.  Esa dice, en términos gráfícos e inequivocables quienes somos, porqué nos hemos organizado.  Lo que debemos lograr.  Lo que el público en general debe aprender, y aquellos quienes a sabiendas y deliberadamente obstruyen nuestro camino, saben a donde es que están invitados, y a donde pueden ir.  Este es un cermón en miniatura, un diseño para el Federacionismo.

 

Poco después de nuestra convención el año pasado Patti Jacobson, quien es una líder estudiantil de la Federación, respondió a un anuncio pequeño que apareció en el Lakewood, Colorado Sentinal. Ella lo cuenta de este modo:

 

"Llamé para indagar acerca del empleo, y me dijeron que viniera el Martes para una entrevista.  El anuncio indicó que el empleo era para ventas telefónicas de voletos, pero ninguna otra información fué proporcionada.  Llegué a la oficina y me dijeron que hablara con Joe Chapman. Al darse cuenta que yo era ciega, él inmediatamente dijo que no podía tomar este puesto porque habían targetas con nombres y direcciones en ellas las cuales, no podía leer.  Ofrecí poner las targetas en Braille.  Ofrecí traer un lector para que leyera las targetas.  Cada sugerencia que hice, o fué ignorada,o fué respondida bruscamente.  Cuando él comenzó a ver que mis sugerencias eran válidas, comenzó hacer excusas que no eran pertinentes, tales como:

 

muchas veces, estos hombres de negocios hacen excusas, y uno tiene que saber que decirles, "y yo doy indicaciones al principio de cada día, y usted tendría que digerirlas."  Les pregunto, que tiene que ver la ceguera, o la vista con seguir indicaciones usando los oídos y la mente de uno para escuchar y pensar.  Él más tarde dijo que no tenía tiempo para pasarlo individualmente conmigo.  Nunca dijo que es lo que tenía que hacer por mí que no tenía que hacer por otros empleados.  Cuando le pregunté que es lo que hace por los otros(Iba a señalar que haría justamente lo mismo por mí, ni más ni menos), él groceramente dijo que eso a mí no me importa. "Fué aún más degradante al decir, "créame, comprendo; también he estado en la miseria."  Todavía se aferra a la noción anticuada de que todas las personas ciegas están en la miseria. Después de alguna discución, estaba intentando saber más acerca del empleo.  Expliqué mis calificaciones, y abilidades, e hice sugerencias, y el señorChapman me estaba interrumpiendo.  Él al fin me dijo que me fuera.  Cuando me reusé, ya que todavía no había sido entrevistada, amenazó con llamar a la policía.  Yo había ido allí para una entrevista, y él no me concedió ese derecho." Esto fué lo que le sucedió a Patti Jacobson, no en otro ciglo, o en otra década sino en menos de hace un año atrás.  Estaba sucediendo en el mísmo mes en que Paul Harvey estaba haciendo su transmisión.  Su exigencia de igual trato, probó como aparentemente se argumenta que ella es inferior, y lo sabía, que estaba sintiendo la                                                          "irritación, inpertinencia, distorcionando así la concentización de su condición de Segunda clase la cual, ella (la paciente) ¿se reúsa aceptar? ¿o su exigencia probó exactamente lo contrario?  No estaba pidiendo equipo especial, o conceciones especiales. Solo estaba pidiendo la oportunidad de intentar, la oportunidad de fracasar, o tener éxito por su propio mérito:sin embargo, nos dicen que no hay discriminación, que los ciegos no son una minoría.  Pero sabemos quienes somos, y nunca volveremos atrás.  El buitre está, sentado en las ramas de un árbol seco, y vemos donde las alas se unen al cuerpo.

 

Es demaciado malo, cuando el incomprensivo público cree que somos niños, o pacientes, pero es lamentablemente peor cuando nosotros mismos lo creemos, acondicionados por la anticuada suposición y lavado de cerebro de los antiguos mitos. Escuchen esta descripción propia por un hombre ciego en Japón, tomada por un libro Japonés titulado, ¿Como Puedo Hacer lo que no Puedo Ver?:

 

"Si pierden algo tan grande como los ojos," el dijo, "entonces, ya no son más tan codiciosos acerca del resto del mundo.  ¿Si no son codiciosos, si tienen pocos deseos, entonces al fin de cuentas, no piensan que se han vuelto más ricos?" Desde que perdí mi vista, descubrí que quiero muy poco.  Mi esposa me guía mano a mano.  No gasto mucho dinero, escucho mucha música la cual no había oído antes, y no tengo que presenciar incidentes terribles.  Por lo tanto, tengo mucha paz mental. ¿Mi vida no suena más rica? "Esto," él concluye, "es lo que llamamos el cielo de los ciegos."  Lo peor de todo esto es que estas observaciones fueron hechas en el curso de una conferencia a jóvenes estudiantes ciegos en lo que el orador llama, "las virtudes positivas de la ceguera."

 

Él es, efectivamente, un inválido; y probablemente traerá a sus estudiantes a la misma condición, no debido a la ceguera sino debido a la sociedad, convertido en lo que esta le enseñó a creer. La tragedia hace un llamado a la justicia.  Sin embargo, Paul Harvey nos dice, y la red lleva su mensaje, que el problema no está en la sociedad, sino en nosotros.  

 

Bárbara Pierce es una de las líderes de nuestro mobimiento en ohio.  Y se encuentra en esta audiencia esta noche.  Ella es una atractiva, capaz, ocupada mujer normal, casada con un professor universitario, y está educando a su familia sin molestar a nadie.  Trabaja para cambiar ideas preconcevidas doquiera que las encuentra y reconoce el valor de la acción unida de parte de los ciegos. 

 

Pocos meses atrás, el comité de relaciones públicas de la Federación Nacional De Ciegos llevó acabo un estudio, y Bárbara asistió.  

 

"El estudio de relaciones públicas fue muy útil," dijo, "y subió el nivel del buen estado de ánimo en el grupo de la Federación. Pensé que estarían interesados en el pequeño fragmento educativo público que conseguí durante el trayecto en taxi, el Domingo. Inspirada por la conferencia, decidí entablar una conversación en alguna diseminación de la palabra. Aprendí, para mi consternación, que el taxista siempre ha supuesto que las muchachas ciegas, como el lo expresó, son arregladas por los doctores para que no tengan nada de que preocuparse de esa manera.  No me sentí igual como para indagar si el problema era que las muchachas ciegas no podían lidiar con la emoción, o los niños. Se lo hice comprender, pero aprendí que uno nunca sabe cuando se encontrará con ideas extraordinarias."  

 

Como presidente de la Federación, recibo muchas cartas.  Algúnas son breves, y otras son largas.  Ellas cubren el espectro entero de la experiencia humana, tragedia, humor, amor, odio, gozo, pena, patetismo,y temor. Atravez de los años, he compartido muchas de estas cartas con ustedes en artículos,publicaciones, y discursos.  Sin embargo, nunca había recibido una comunicación, la cual, me había tocado más profundo, o hablado más elocuentemente que la que les voy a leer.  Esta lo dice todo, y lo dice como es.  Por razones ovias, he cambiado los nombres.  Esta fué escrita en ocación de la convención del añopasado.  Aquí está:   

 

"ESTIMADO SEÑOR JERNIGAN: Soy una mujer totalmente vidente de 23 años de edad quien está saliendo con un hombre ciego de 23 años de edad.  Puede que lo conozca.  Se llama Jim Smith.  

 

Cuando al principio me uní a la Federación Nacional De Ciegos, lo hice porque quería comprender mejor lo que a él le preocupaba, y los problemas que Jim tenía.  Sabía que habían problemas y discriminación, pero no sabía que eran tan abiertos hasta apenas hace poco. Ambos tenemos educación universitaria, y ahora tenemos muy Buenos empleos.  Jim trabaja para la comisión del Seguro Social, y yo enseño a niños ciegos.  Mi filosofía en la enseñanza es que solo son niños,y necesitan las mismas cosas que todos los niños necesitan.  Considero que para poder enseñarles, primero tengo que verlos como niños, y Segundo, como niños que necesitan entrenamiento especializado en ciertas áreas. Si no puedo hacer esto, lo único que les enseñaré es como ser incapacitados físicamente, y ciegos.  Debido a mi cargo, he comenzado a comprender porqué Jim estaba tan enfadado con las actitudes públicas.  También e experimentado enfado hacia gente que (cuando ven a mis niños) mueben su cabeza y dicen, "que lástima, pobrecitos", y entonces dicen, "pero él está tan contento", como si la única cosa que ellos son capaces de hacer es ser simpáticos.  Mis niños están contentos.  Ellos también son inteligentes, dulces,malhumorados, malos, irritables, etc.  Son todo lo que los niños son. Reciben diciplina cuando la necesitan, y elogios cuando se los ganan.  A ellos no se les dice lo maravillosos, y lo valientes que son.  Son elogiados por logros, y elogiados también por intentar. Le digo a mis niños que nunca les pediré hacer algo, lo cual, no pienso que puedan hacer.  Espero logros de ellos, y ellos esperan logros, también.  Considero que esta es la única forma de que un niño ciego pueda crecer para ser un adulto que valga la pena. No quiero que mis niños piensen que cualquier pequeño logro es trascendental.  Todos mis niños están orgullosos de sus logros, y lo deben estar.  Trabajaron arduamente por ello; pero considero que es insultante para el niño seguir y seguir sobre lo maravilloso que él es. Para mí esto implica que se piensa que el niño es estúpido para empezar, y nunca se tiene suficiente fé en él para pensar que lo puede hacer en primer lugar.  Estoy ahora aprendiendo Braille, y Jim me está ayudando. Él elógia, y motiva, pero no actúa como si yo ubiera hecho algo fuera de lo común.  Considero que eso es mucho más complemento.  Sentí como si él ubiera sabido que yo lo podía hacer.  Si él ubiera hecho como si esto fuera algo del otro mundo, ubiera pensado que él piensa que soy algo tonta, y que realmente es algo el aprender el Braille para tal imbécil como yo.  (Siento enfado) hacia los padres de familia quienes consienten a sus niños y nunca les permiten, o les hacen hacer algo.  Todos los niños se caen.  Se caen de los columpios.  Se pegan en la cabeza. etc., y los niños a quienes enseño tienen el derecho también de caerse.  Sé que es difícil para algunos de estos niños el hacer ciertas cosas, pero tienen que intentar.  Cuando recibe estos niños en la clase, casi son imposibles de enseñar.  A ellos se les ha hecho sentir que no tienen que hacer algo, y crecerán como adultos quienes piensan que el mundo les debe un favor.  Otro grupo de padres de familia que detesto son los que están avergonzados de sus niños.  Estos niños también son difíciles de enseñar.  Ellos se sienten como si fueran feos y no queridos.  Se quedan enfadados y están heridos en sus sentimientos todo el tiempo, puesto que se les ha hecho no quererse a sí mismos. Considero que uno tiene que aprender a quererse y aceptarse a sí mismo primero antes de poder esperar que alguien más lo haga. Quiero a mis niños y he conocido enfado y dolor debido a varias reacciones hacia ellos.  La reacción nunca ha sido cruel, pero sí, con lástima y enferma, pero no cruel.  

 

"Pero este fín de semana ví discriminación, y crueldad, y por primera vez, comprendí plenamente cuan importante la Federación Nacional De Ciegos es."  En mi experiencia, me he encontrado con la reacción: "de lástima.  Pobrecito." debe ser terrible ir por la vida así; el síndrome de la valentía y la maravilla.  Todo lo que el niño hace está de alguna forma más all'á del terreno de la expectativa humana: ¡Caramba, que inteligente es! El niño siempre está descrito como "especial, y valiente"; nadie espera que él pueda hacer algo, y cuándo lo hace, el elógio es exagerado y fuera de proporción.  Rechazado: el niño es ignorado, o evitado.  

 

Jim y yo hemos experimentado una mezcla de todos los tres.  El Viernes por la noche, "Jim y yo invitamos alguna gente para una comida al aire libre.  Yo estaba en la cocina haciendo frijoles orneados, y huevos duros con salsa picante.  Jim vino y preguntó si había algo que él pudiera hacer. Le pedí que tajára los tomates. (No fué mi intención empezar un disturbio. Solo quería que los estúpidos tomates fueran cortados.)" Uno de los otros hombres vino a la cocina y dijo, "pero él se puede cortar los dedos."  Jim le dijo que él antes había cortado tomates y estaba seguro de poder volverlo hacer.  Él lo hizo, y prontamente tuvo un buen plato lleno. El otro hombre, quien se quedó para mirar, entonces tomó a Jim por un brazo y el plato de tomates en el otro para mostrarles a todos lo que él había hecho. (Un niño con parálysis quien apenas a aprendido a caminar no recibe tanto elógio.) 

 

Jim entonces procedió a marcharse fuera, atrás, para encender el carbón.  El mismo hombre dijo, "¿Lo va a dejar hacer eso?" No hice caso y dije, "¿Porqué no?" el hombre brincó y corrió detrás.  Cuando él regresó, lo único de lo que podía hablar es de lo extraordinario que Jim es. 

 

Todos se calmaron y comenzamos a comer.  Entonces comenzó a llover.  Jim se levantó y me dijo, "¿Están bajadas las ventanas del coche?" estas estaban, por lo que, Jim procedió a salir afuera para subirlas sin su bastón.  El otro hombre brincó y tomó el bastón de Jim.  Él dijo, "¿Jim necesita esto?" yo dije, "No, no se preocupe tanto por él.  Él está bien."  Jim regresó y nosotros comenzamos a comer de Nuevo.  Jim quería más frijoles, por lo que, él fué a la estufa y los buscó.  El comentario entonces fué, "Eso es simplemente maravilloso." ¿Que hay de maravilloso en ensalsar frijoles?Jim me dijo más tarde, (después de que todos se habían ido)que se sintió con ganas de hacer una benia después de todo lo que hacía.  No considero que él hizo algo fuera de lo común, y tampoco así lo considera él.  Toda la noche, él se sintió como si estuviera en exibición, y sentí un fuerte deseo de levantarme y gritar, él no es estúpido, y no es un niño, no está haciendo nada maravilloso, así que, ¡cállense!Aquello no terminó allí.  Mas tarde, esa noche Jim y yo fuimos a la sala de emergencia del hospital. Él tuvo hiedra venenosa, que se le había extendido a sus ojos.  La enfermera de turno fué terrible.  Ella no pensó que él era extraordinario. Pensó de él que él era ciego, sordo, mudo, estúpido e incapaz de hacer algo.  Ella me preguntó, "¿Como se llama? ¿donde vive él? ¿A él se le irritárón los ojos?"Yo estaba ofendida y dije, "él puede contestar sus propias preguntas."  Jim, calmadamente, le dijo lo que ella quería saber, pero me dí cuenta de que él estaba enfadado.  

 

Cuando él entró a tratamiento, un hombre vino y me dijo, "Es usted maravillosa al ser bondadosa con ese pobre hombre." Intenté explicar que yo me sentía con suerte al tener un hombre como Jim, y lo estoy.  Él es, lo mejor que me ha sucedido a mí.  Cuando estamos juntos, me siento feliz, y segura, y protejida.  Yo lo amo."  Después de que terminé de explicarle a ese hombre nuestra relación, él dijo, "¿Quiere decir que está saliendo con él?porqué una cosita tan bonita como usted lo quiere.  Él es ciego." Entonces, dije algo que no debería haber dicho, "Si, él es ciego, pero él es más hombre de lo que usted alguna vez pueda ser."  Jim salió de tratamiento, entonces, y nos fuimos.

 

El sábado por la tarde, más amigos vinieron, y todos fuimos a patinar.  Fué divertido, y todos nos divertimos.  Cuando regresamos al apartamento de Jim, una de las muchachas me dijo, "Eres muy Buena con Jim.  Él necesita a alguien como tú."  Le dije que yo a él también lo necesitaba. Ella entonces me preguntó que si cuando estamos solos, él podía hacer todas las cosas que otros hombres hacen. Pueden imaginarse mi sorpresa por tal pregunta.  Yo le aseguré que él si podía.          

 

Ya para el Domingo, yo estaba tan abrumada por todo lo que había sucedido que no podía ni siquiera pensar. Jim sabía que algo andaba mal.  Le dije que yo estaba bien.  Él tenía algunas latas que necesitaban ser marcadas, por lo que, comencé hacer eso en su máquina de escribir Braille.  Yo estaba poniendo una etiqueta en una lata de jugo de piña y lo escribí mal.  Jim dijo que nunca lo había visto escrito de esa forma, por lo que, lloré.  Él se quedó totalmente sorprendido puesto que yo estaba llorando acerca de un jugo de piña, así que él dijo, "Te voy a preguntar una vez que es lo que sucede, y si no quieres decírmelo está bien, pero me agradaría poder ayudarte con ello."Entonces se lo conté.  

 

Le dije que pienso que esto no es justo, y que lo amo demaciado como para verlo soportar todo este lío.  Jim es un hombre dulce, querido, compasivo, inteligente, sexy, deseable, y lo amo, y duele cuando todos los demás lo tratan como un vicho raro de alguna índole. Él tiene tan Buena imagen de sí mismo, y no quiero que eso cambie. Él dijo, "querida, cálmate.  Te acostumbrarás a esto."  "No, no lo haré."  No me voy a acostumbrar a verlo ser insultado. 

 

No puedo comprender que importa si él ve o no.  Una de nuestras amigas, recientemente, me dijo, "Realmente eres una persona esepcional que puede aceptar a Jim." Dije que realmente no lo era, y que no pienso en ello.  Ella dijo, "o, debe ser difícil olvidarse de una cosa como esa." Le dije que no intento olvidarlo, que simplemente no pienso en ello, al igual que uno no piensa acerca del hecho de que alguien tiene cabello castaño.  Realmente tiene muy poca importancia de que color es su cabello, y es lo mismo con Jim. Sé que él no puede ver, y no intento olvidarme de ello, pero realmente no pienso en esto.  Ella no pudo comprenderlo.  Ella dijo, "Pero es tan ovio." Le dije que ella cesó de mirar cuando vió las gafas, y que no podía ver al hombre detrás de ellas, y que es más ciega de lo que Jim es.  Una amiga que se fué. 

 

Lo verdaderamente duro viene cuando la gente se entera de que soy una maestra de educación especializada.  Pienso que no necesito decirles lo que entonces dicen. 

Jim se quedó conmígo la mitad de la noche.  Él me hablaba, y me escuchaba llorar.  Espero que entiendan que no estaba llorando porque le siento lástima, sino porque lo amo, y me duele cuando la gente hace cosas tan terribles. 

 

Si tienen algunas sugerencias sobre lo que decirles a esta gente, apreciaría escucharlas. 

 

"Cordialmente,"

 

¡Como puedo responder a tal carta! su conmobedor sentimiento y profundidad de entendimiento no dejan nada que añadir.  No hay lugar para elaborar.  Esta dijo todo lo que había que decir. Llamé a la escritora, y le dije que ella había fortalecido mi fé en la humanidad. Le dije que la Federación nunca se rendiría hasta que las humillaciones y las negaciones se terminen. Le dije que me siento honrado de caminar a su lado en la marcha hacia la libertad.

 

Esa marcha ha sido larga y el final, todavía no está a la vista.  El camino se extiende hacia adelante por décadas, y se extiende hacia atrás, hacia la pesadilla del pasado en la esclavitud y el dolor.  Si, digo esclavitud y digo exactamente lo que quiero decir. Utilizo la palabra deliveradamente, ya que ningún Negro ha sido forzado con más absoluta finalidad al sudor de los campos de caña, u obligado con más terrible rigor al calor de las hileras de algodón que en el modo en el que hemos sido forzados a los talleres de escobas y lugares remotos y obligados a las mecedoras y acílos.  No importa que la custodia fuera bien intencionada y que más amenudo que no; el latigazo fuera lástima, en vez de un látigo. Es aún un latigazo y aún parte el corazón y quebranta el espírito.  Este acobarda el alma y mata la esperanza y destruye el sueño. ¡No se equivoquen! esta era cruel esclavitud, degradante esclavitud sin mitigación.  Esta cortaba tan profundo como el látigo del capataz, y castigaba tan cruel como la patada del dueño. 

 

Pero esto era el pasado, otra época y otra era.  Este es un Nuevo día.  Es cierto que los vestigios de la esclavitud todavía quedan.  El dueño de la farmacia todavía nos envía a la puerta de atrás, y la corte aún le dice a nuestras mujeres que ellas no pueden quedarsen con sus niños, y a nuestros hombres que ellos no pueden ser adecuados padres de familia.  Se nos dice que aborrecemos la comida, que no podemos ir como muchachas estatales, y que no podemos ser entrevistados para un empleo.  Se supone automáticamente que vamos a la clínica en vez del salón de clase, y el taxista piensa que todas las muchachas ciegas son arregladas, y la mujer vidente llora por el dolor y la humillación del hombre al que ama.  Alguna de nuestra gente se rebaja y sonríe con afectación sobre "las virtudes positivas de la ceguera," y Paul Harvey hace un resumen al decirnos que el profesar igualdad es simplemente la "irritación, impertinencia, distorcionando así la concentización" de la inferioridad la cual nosotros (como pacientes) sabemos que tenemos, pero reusamos aceptar.  Sin duda, no hay uno de nosotros, vidente, o ciego, que haya totalmente escapado sin sicatrises el acondicionamiento. Tendremos que esperar por lo menos, hasta la siguiente generación para ello. Muchos de los ciegos no lo han comprendido plenamente, y por consiguiente, no se han unido al mobimiento.  Algunas de nuestras filiales locales son sucursales solo de nombre, esperando la abilidad de un líder y el sonido del llamado al despertar.  Mucho de nuestro trabajo está aún por delante, añorando, retando, necesitando, y esperando ser hecho.

 

Todo esto es cierto, pero lo debemos ver en prospecto.  No es que nuestra situación sea peor o nuestros problemas mayores hoy en día que en épocas anteriores. Lejos de ello, Es solo que nos hemos consientizado, y que nuestro nivel de espectativas a aumentado.  En otros tiempos apenas lo ubiéramos notado, y aúnque lo ubiéramos hecho, no ubiéramos estado organizados para comunicarnos o preparados para resistir. Hoy es mejor para nosotros ahora de lo que solía ser antes, y el mañana es claro y prometedor.  

 

A medida que hacemos nuestro avance y ponemos en marcha nuestras diarias líneas de escaramuzas venimos a la lucha con alegría, no con cobardía o temor.  Venimos con una canción en nuestros labios y gozo en nuestros corazones, porque hemos visto la visión de la esperanza y sentimos el poder de la acción concertada y la creencia en nosotros mismos.  En el conflicto hacia adelante tendremos bajas.  Lo sabemos, y estamos preparados para ello.  Cualquiera que sea el precio, lo pagaremos. Cualquiera que sea el costo, lo soportaremos.  Hay mucho en juego y la promesa es muy segura como para que sea de otra manera.  Estamos organizados y dirigiéndonos hacia adelante. Seremos libres y los videntes nos aceptarán como socios e iguales.  Sabemos quienes somos, y nunca volveremos atrás.  El buitre está sentado en las ramas de un árbol seco, y vemos donde las alas se unen al cuerpo.  No parpadearemos ni vacilaremos.  La flecha irá directo al blanco, y el buitre caerá.  Hermanos y hermanas, el futuro es nuestro.  ¡Vengan! y únanse conmigo en las barricadas y ¡haremos que esto se convierta en realidad!

 

https://nfb.org/images/nfb/publications/convent/banque76.htm

 
-------------- next part --------------
A non-text attachment was scrubbed...
Name: Ceguera, CONCERNIENTE A VISIONES Y BUITRES_.doc
Type: application/msword
Size: 70144 bytes
Desc: not available
URL: <http://nfbnet.org/pipermail/nfbespanol-talk_nfbnet.org/attachments/20130709/ce8bda7e/attachment.doc>


More information about the NFBEspanol-Talk mailing list