[Nfbespanol-talk] Llamamiento a Todos los Conductores: Fomentando el Liderazgo, la Acción Colectiva, y los Límites de la Independencia

[Frida Aizenman]

BRAILLE MONITOR
Volumen 53, Número 8

Agosto/septiembre 2010
                             Gary Wunder, Redactor

 

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[LEYENDA DE LA FOTO: Mark Riccobono pronuncia su discurso en la convención.]

Llamamiento a Todos los Conductores: Fomentando el Liderazgo, la Acción Colectiva, y los Límites de la Independencia
por Mark A. Riccobono

Nota del redactor: El Jueves, 8 de julio, Mark Riccobono, director ejecutivo del Instituto Jernigan para Ciegos, se dirigió a la Convención.
Esto es lo que dijo:

Conducir, a un desafío de transición previsto por los adolescentes, y marcado por la libertad, la independencia, y el descubrimiento. Es decir, a menos que sea ciego. Si creció como un niño ciego, ha oído repetidas veces acerca de la libertad que proporciona conducir, y cómo su participación es imposible. Si se quedó ciego hace poco, ha renunciado a su licencia de conducir, y con ella, el poderoso sentimiento de independencia que se siente detrás del volante. El amable ofrecimiento de "dejarlo conducir" se ha extendido por la familia y amigos, pero la oportunidad de presionar los pedales y girar el timón bajo su dirección en los estacionamientos cerrados y campos baldíos no proporcionó la expansión de sus horizontes.

 

¿Pero es realmente imposible para usted conducir? ¿Es la vista un elemento esencial de la libertad y la independencia?
El diccionario nos dice que conducir es "dirigir los movimientos y el curso de, para obligar, para llevar a cabo, o por medio de energía, o para dar forma o impulso."El conductor es el que dirige el movimiento. Para ser eficaz, el conductor debe tomar la responsabilidad de los elementos siendo impulsado, ya sea por un vehículo, una organización, o un sistema. En gran medida, conducir es guiar.

 

Aunque conducir un automóvil es un privilegio, conducir en el más amplio sentido es un derecho y una responsabilidad. Mucho antes de la llegada del automóvil, se aceptó en general que los ciegos no podían manejar. A lo largo de la historia, los ciegos han sido pasajeros designados que necesitan de la caridad de otros para dirigir sus acciones y orientar su futuro. Esta presunción no fué retada por siglos. Eso fué, hasta que un pequeño grupo de individuos ciegos resolvió abandonar el papél de pasajeros designados, y establecer su derecho a conducir.
El vehículo construido por ese grupo de personas ciegas fué la Federación Nacional de Ciegos, y no hemos dejado de conducir desde entonces.
Durante setenta años, hemos asumido la responsabilidad de nuestro propio futuro, y trazado nuevas carreteras para viajar. Hemos ampliado el vehículo de crecimiento de la Federación en cada estado, el Distrito de Columbia, y Puerto Rico, y enviamos a nuestros conductores a cientos de nuevos destinos. Pero no nos contentamos con una mera conducción, quisimos poner a prueba los límites de nuestra capacidad. Nos trasladamos a la autopista hace seis años, cuándo se estableció el Instituto Jernigan  de la Federación, un vehículo nuevo para nuestra acción colectiva destinada a dotarnos de las herramientas necesarias para ganar la carrera por la independencia. A través de nuestro liderazgo hemos guiado mucho más lejos de lo que alguna vez se creyó posible, pero aún no se nos acabó el combustible; somos los conductores, somos la Federación Nacional de Ciegos.
Nuestro Instituto Jernigan es la autopista de pruebas para la construcción de la educación, las tecnologías, la investigación, y los recursos, impulsados por nuestras esperanzas y sueños, moviéndonos a nuevos destinos de independencia. En este último año pasado, nuestro progreso ha sido rápido, pero los caminos que aún tenemos que viajar no han sido pavimentados. Nos atrevemos a conducir donde otros ni siquiera lo han soñado. Hermanos y hermanas, me pregunto, ¿están dispuestos a ser los conductores?


Antes de considerar el progreso de nuestro Instituto Jernigan, necesito compartir una preocupación con ustedes. Durante más de una década, he estado trabajando para mejorar la educación de los niños ciegos. Me intereso en cada jóven y hago todo lo posible para mejorar las oportunidades para él o ella. Manejo el desarrollo de nuevas iniciativas educativas con el combustible de la esperanza de que la experiencia de la próxima generación podría ser mejor que las luchas educativas a las que yo me enfrenté. Sin embargo, tengo que admitir que no aprecié plenamente todo lo que estaba en juego para ayudar a enseñar y capacitar a la próxima generación hasta el nacimiento de mi hijo Austin hace tres años. Austin me ha enseñado más de Lo que esperaba, y me ha dado una apreciación más profunda del papél crítico de los maestros, de los padres de familia, y de los mentores, los conductores de nuestra sociedad.


Siete semanas atrás, mi esposa Melissa dio a luz a nuestro segundo hijo, Oriana. Como padres de familia ciegos, nos preguntamos qué luchas podríamos enfrentar del personal médico que llevan ideas erróneas sobre la capacidad de los ciegos de ser padres. Siempre estamos dispuestos a brindar educación amablemente pero firmemente acerca de los métodos que utilizamos. En un momento dado durante nuestra estancia en el hospital, Oriana fué llevada para obtener una revisión de rutina por parte de la pediatra residente. Crecí impaciente después de un rato, y me dirigí a la sala de cuneros. Me reuní con la pediatra, que comenzó a preguntarme cuánto podía ver. Estába listo para el conflicto y determiné que ella sabría que la vista no tenía nada que ver con mi capacidad de ser un padre estupendo. Entonces ella me sorprendió con rapidez al cambiar de carriles. Ella pidió que siguiéramos con un pediatra oftalmólogo porque los ojos de Oriana no respondieron como se esperaba.
En ese momento, mi corazón dio un vuelco, y tuve que esforzarme físicamente para ocultar mi preocupación. No era la posibilidad de la pérdida de la vista lo que me asustó. Conocemos a la Federación Nacional de Ciegos, conocemos la verdad sobre la ceguera. Lo que me sacudió a mí, fué la comprensión inmediata de que mi hija, para quien yo había sido capaz de imaginar sólo posibilidades ilimitadas, ahora podría estar dirigida hacia un sistema de enseñanza de segunda clase, carente de innovación y con bajas expectativas, un sistema que sencillamente no considera que le está fallando a los niños ciegos, ya que no esperan la excelencia de ellos. Hemos trabajado muy duro, pero los relatos desgarradores de años perdidos y oportunidades perdidas siguen llegando, y en el futuro, mi hija podría estar entre ellos. El temor es abrumador cuándo me acuerdo que mi hija es sólo una de las miles de niñas para las que tenemos que poner fín al sistema de opresión de la educación de segunda clase. Ustedes los han visto en los pasillos de esta convención explorándo la libertad de movimiento, ustedes han conocido a sus padres, y fueron tocados por sus lágrimas, ustedes han trabajado con los maestros que han tenido su pasión eliminada por los sistemas pobres en que trabajan, y conocen sus relatos, ya que han viajado por esa solitaria autopista.


Lo que le dijimos a nuestra hija ese día en el hospital es el mismo mensaje. Que nosotros, en la Federación Nacional de Ciegos, nos proponemos hacerlo para todos los niños ciegos, y sus familias, y para que lo escuchen en sus corazones. Los amamos, Creemos en su potencial para mover el mundo, sus sueños son nuestra esperanza para el futuro. Su educación es nuestra obra más importante, y no vamos a dejar que experimenten el mismo patrón de lucha. Estamos dispuestos a conducir. Aceptamos los riesgos y la responsabilidad, y nadie puede ganarnos la carrera.


El amanecer de un nuevo horizonte en la educación de niños ciegos ha llegado. La Federación Nacional de Ciegos ha traído una nueva inspiración e imaginación para el sistema educativo. El año pasado ofrecimos la segunda Competencia de la Juventud de la Federación, el mayor encuentro de jóvenes ciegos y mentores ciegos. Hemos expandido nuestro programa de estudios a nuevas materias como la medicina forense, y la arquitectura.
Hemos influido en una importante universidad en el modo de pensar diferentemente acerca de la capacidad de las personas ciegas. Y, lo más importante, le hemos enseñado a la gente joven a manejar su propio futuro. Los cantos alegres de los estudiantes a medida que marcharon por el centro de comercio, National Mall, en Washington, D.C. después de experimentar un duro aguacero de verano, fueron prueba suficiente de que la próxima generación nos conducirá más lejos, como nunca antes.

 

Este verano volveremos a tener nuestra Academia de Ciencias Menor, en la que enseñamos a ciegos científicos más jóvenes quienes están por florecer. Hemos ya empezado a ampliar nuestra imaginación para las siguientes Competencias de la Juventud de la Federación en el 2011, cuándo se ampliarán aún más las oportunidades. Y estamos en preparación para el viaje más largo de una revolución total en la educación de los niños ciegos. ¿Qué podemos hacer a continuación; donde debemos ir; ¿cómo podemos llegar Hay más eficazmente? Estas son sólo algunas de las preguntas a las que tenemos que dar respuesta con el fín de llegar al próximo gran destino en nuestro viaje para la excelencia educativa.


Este año, hemos iniciado el Liderazgo y la abogacía de la Federación en el Programa de Washington a fín de enseñar a estudiantes ciegos de la secundaria, lecciones de abogacía prácticas de gobierno, capacitándolos a entrar en el asiento del conductor. En el proceso, les enseñamos de las luchas históricas de los ciegos, y acerca de los logros que hemos alcanzado cuándo nos hacemos cargo de nuestro propio futuro.


Veinticinco jóvenes estudiantes ciegos llamaron la atención el 20 de abril del 2010, a medida que navegaban por los pasillos de los edificios de oficinas del Congreso, y dirigiéron sus puntos de origen. Y cuándo algunos de ellos no pudieron asegurar reuniones con los miembros del Congreso mientras que estaban en Washington, persistieron y se aseguraron de que sus voces se escucharon cuándo regresaron a su casa.

 

El gobierno es un importante vehículo para la formación de la sociedad. Hemos aceptado la responsabilidad de hablar por nosotros mismos en los pasillos del poder, y ahora estamos en la enseñanza de la próxima generación para hacer lo mismo. Estos estudiantes están ahora mejor preparados para hacer frente a los obstáculos en el camino, y a no permitir que el sistema los eche fuera de curso.


Fundamental a la educación es la alfabetización. Seguimos dando pasos importantes en nuestra búsqueda de la difución de alfabetización en Braille, pero tenemos que mantener el pie firme en el acelerador.

 

Nuestro Concurso, Los Lectores de Braille Son Líderes, continúa creciéndo, con alcance a más de seiscientos estudiantes en cuarenta y siete estados.

 

Ahora ofrecemos un concurso para adultos ciegos con el fín de ayudar a fomentar nuevos lectores de Braille. Hemos iniciado el Club de Lectura en Braille de Amigos, ofreciéndole a las familias de niños ciegos la exposición en curso, a los recursos relacionados con el sistema Braille.

 

El pasado verano pusímos en marcha un nuevo programa de enriquecimiento de Braille que enseña Braille a niños ciegos pasados por alto por el sistema educativo, y este año estamos presentándo el programa en cinco estados: Georgia, Maryland, Texas, Utah, y Virginia. Hemos empaquetado un plan robusto de estudios que ya está disponible gratis de cargo en cualquier filial de la Federación que desea acelerar la alfabetización en Braille en sus comunidades locales. Tenemos que seguir difundiéndo la alfabetización en todo el país, y buscar la colaboración con los mejores profesores de Braille que podemos encontrar para ayudarnos. Cuándo no podemos encontrar grandes maestros, que les enseñen, nosotros mismos estamos dispuestos a conducir hasta el lugar donde la alfabetización para todos los niños ciegos ya no es un debate académico, sino una asunción académica.


En el área de investigación realizada y publicada sobre la educación y la rehabilitación de los ciegos, hemos sido hasta hace poco, distantes asignaturas de estudio en lugar de ser socios en la igualdad. Ahora estamos conduciéndo los esfuerzos de investigación y la creación de nuevos vehículos para la investigación y el diálogo.


El año pasado, establecimos un grupo de trabajo encargado de examinar cómo se puede utilizar la investigación para abordar la crisis de la alfabetización en Braille en los Estados Unidos con mayor eficacia.


El mes pasado, en colaboración con los demás, realizamos una conferencia de investigación de dos días que se centró en lo último actual y futuro en Braille.
No estamos satisfechos con lo último, y estamos hartos de la cuestión de si sí, o si no, el Braille tiene valor en el siglo XXI.
Con esta conferencia, estamos cambiando el foco de la investigación del Braille, a investigaciones que iluminan más la forma en que podamos con mayor eficacia ofrecer información de forma táctil a una amplia gama de individuos, y refutar las presunciones negativas que impiden la innovación en el sistema Braille.


Los ciegos han hecho trizass del sistema tradicional de la investigación en el terreno, un vehículo averiado que no puede llevarnos a los muchos lugares a donde soñamos ir. La creación de la Revista de la Ceguera, Innovación e Investigación, (Journal of Blindness Innovation and Research), le da al campo un vehículo más poderoso para el avance de la libertad y la independencia de los ciegos. Invitamos a todos aquellos que desean ayudar a impulsar la investigación sobre los problemas reales de la ceguera a formar parte de nuestro movimiento. 

 

Ya no estamos dispuestos a ser los pasajeros en el camino hacia el futuro, y nuestra revista es una manera más, que nos está conduciendo hacia un futuro lleno de oportunidades.
El camino que hemos recorrido nos enseña mucho acerca del futuro.

 

El Doctor Jacobus tenBroek fué el primer presidente de la Federación que nos ha proporcionado con el patrón esencial del pensamiento que es el motor de la organización. En honor del Doctor tenBroek, hemos establecido una biblioteca de investigación, donde estamos haciendo la historia de los ciegos disponible para todos.
A través de nuestro catálogo en línea, el, Blind Cat, cualquier persona alrededor del mundo puede explorar los ricos recursos históricos que están siéndo recopilados a través de la única biblioteca de investigación privada y dirigida por los ciegos.

La siguiente fase de nuestra labor es la digitalización de nuestras colecciones, para que puedan ser leídas a través del Internet para ayudar a avanzar en la comprensión de la ceguera en todo el mundo.


Del mismo modo, para comprender el pasado y construir el futuro, seguimos el logro de nuevos hitos a través de nuestro Jacobus tenBroek Simposio anual sobre la Ley de la Discapacidad. A través de nuestros esfuerzos, estamos ganando la carrera por la independencia.


A lo largo de esta convención, ustedes han experimentado los muchos avances que hemos hecho hacia la igualdad de acceso a la información y la tecnología. Pero, ¿qué sobre el camino por recorrer, nuestro Desafío del Conductor Ciego, la intersección de nuestra capacidad como personas que resultan ser ciegas, y la búsqueda tecnológica de la innovación? Vuelvo a preguntar, ¿Es verdaderamente imposible conducir para ustedes? ¿Es la vista un elemento esencial de la libertad y la independencia?
La evidencia es clara de que en muchos sentidos de la palabra, los ciegos si conducen. Queda el uso real de la palabra conducir un automóvil que la mayoría todavía considera que es imposible. ¿Por qué? La respuesta es la misma que ha estado bajo la capota de todos los grandes problemas que hemos enfrentado. La idea persistente de que la ceguera es una condición sumamente incapacitante que disminuye nuestra capacidad y prescribe una serie limitada de libertades. Se supone que para conducir hay que ver, pero esa no ha sido nuestra experiencia. Cuándo los ciegos se hicieron cargo de su propio destino, los límites de la independencia se ampliaron, y no hemos encontrado aún el límite a los horizontes. El hecho de que no se nos ha autorizado conducir automóviles no nos ha impedido el desarrollo de medios eficaces para nuestra propia independencia y libertad de movimiento. ¿Por qué no podemos manejar?
Nuestra limitación no ha sido la incapacidad de ver, sino más bien, la falta de visión para imaginar y construir un sistema que nunca se haya pensado posible. Ahora sabemos eso, cuándo combinamos la experiencia de las personas ciegas con los ingenieros innovadores como los de Virginia Tech, podemos demostrar que la vista no es el requisito para el éxito que se supone que es. Nuestro  Desafío del Conductor Ciego de la Federación, es la gran carrera por la innovación tecnológica que hará trizass las ideas falsas sobre la capacidad de los ciegos, y los considerados límites de la innovación tecnológica.

 

Nuestra búsqueda es paralela a la carrera del espacio de la década de 1960. Las tecnologías creadas para conseguir que los Estados Unidos fueran a la Luna han tenido un impacto profundo en nuestra sociedad. Del mismo modo, el camino de la innovación requerida para alcanzar la meta del objetivo final del Desafío del Conductor  Ciego será enormemente beneficiosa dando un giro para los ciegos, así como para el resto de la sociedad.

 

¿Por qué queremos conducir? Debido a que nuestra forma de conducir siempre ha sido la clave que nos da la libertad y la independencia. Conducir nos ha dado el control, y ha cambiado las perspectivas de nuestro propio futuro. Hemos estado conduciendo durante setenta años, y, si no continuamos conduciéndo, no vamos a mantener la fé de los que se han atrevido a traernos hasta aquí. Deseamos conducir porque creemos que solo nosotros podemos.

 

Nuestra búsqueda para conducir un automóvil es una búsqueda para seguir ampliando el liderazgo, la acción colectiva, y los límites de independencia.
Esta es la búsqueda de la Federación Nacional de Ciegos, y de nuestro Instituto Jernigan. Este es nuestro llamamiento a los conductores. En la medida en que cada uno de nosotros está dispuesto a asumir el riesgo, y está dispuesto a asumir la responsabilidad de conducción, vamos a seguir acelerándo nuestro progreso como movimiento.


Para Oriana, y para los miles de niños ciegos, necesitamos conducir. ¡Vamos juntos, atrevámonos a conducir en donde otros no lo han soñado.
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