[NFBEspanol-Talk] La Primera Vez Que No Voté
Frida Aizenman
nfbfrida at gmail.com
Mon Mar 14 17:32:09 UTC 2022
Braille Monitor
Tomo 65, Número 3
Marzo de 2022
Gary Wunder, Redactor
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[LEYENDA DE LA FOTO: Tom Page toca su guitarra.]
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La Primera Vez Que No Voté
por Tom Page
Nota del Redactor: Tom Page es el presidente de la Federación Nacional
de Ciegos de Kansas, miembro de nuestro Comité Nacional de Becas, músico,
y, por supuesto, un ciudadano Estadounidense con ciertos derechos
inalienables. He aquí lo que tiene que decir sobre la votación:
Al crecer como hijo de un padre politólogo y una madre doctora en
medicina, me enseñaron la importancia de votar a una edad temprana.
Hasta que tuve la edad suficiente, esperaba mientras mis padres votaban
(seis o siete años), y mi hermana pequeña y yo estábamos en la cabina de
votación con uno u otro padre o madre.
Antes de su matrimonio ambos estuvieron activos en el movimiento de
derechos civiles de la década de 1960, y más tarde como familia
participamos activamente en los movimientos
de paz y justicia social
De las décadas de 1970 y 1980.
Desarrollé gran parte de mi comprensión de la naturaleza de la política
por el enfoque "práctico" de mis padres, por lo que estoy agradecido.
I
También debo dar crédito a dos estupendos libros que leí cuando era
joven que dieron forma a mis percepciones sobre la votación. El primero
es, Quien Obtiene Que, Who Gets What, de Harold Laswell,
y el segundo es, Una Historia Popular de los Estados Unidos, A People's
History of the United States, de Howard Zinn.
Por lo tanto, crecí pensando en votar no solo como un mecanismo para
influir en la formulación de políticas; sino que lo consideré una
responsabilidad social y
un deber cívico. Recuerdo bien la primera vez que voté. Estaba en mi
segundo semestre de universidad y había regresado a mi ciudad natal
familiar. Caminé hasta una escuela primaria cercana
y en el camino me preguntaba cómo, de hecho, podría hacerlo. ¿Será la
iluminación lo suficientemente brillante? ¿Será la fuente lo suficientemente
grande? ¿Seré capaz de trabajar la máquina?
Estas eran algunas de las preguntas que corrían por mi cerebro.
En 1991, no entendía que yo era ciego, ni me imaginé a mí mismo como
ciego. No tenía exposición a las habilidades de la ceguera. Además, la
Ley de Ayuda a América a Votar, Help America Vote Act, no se había
aprobado. Por lo tanto, lleno de preocupación y armado con nada más que
esperanza, me dirigí a la mesa de registro. Cuando
llegué allí, una hermosa
voz gritó "¡Hola,
Tommy!" Ven aquí". La voz pertenecía a Bobbie Gonzales, una de mis
vecinas favoritas de al lado. Bobbie estaba familiarizada con
mi ceguera y (probablemente era más consciente que yo).
Ella me registró y me sugirió que, si quería, podría orientarme hacia la
máquina, ya que esta
Fue mi primera experiencia de votación. Resultó que los botones de la
máquina eran interruptores blandos con luces que se encendían para
informar al votante de su estado.
Por desgracia, los botones y las luces no estaban alineados con el
pequeño texto de una manera que pudiera entender. La señora Gonzales vio
que yo tenía dificultades
y me dijo que ella podía hacer funcionar la máquina por mí si lo deseaba.
Acepté esta idea, y durante los siguientes cinco años seguí votando de
esta manera. La señora Gonzales estaba allí cada vez.
La aprobación de la Ley de Ayuda a América a Votar, HAVA, en 2002 llevó
a los estados a adoptar máquinas de votación asequibles. Yo no estaba
conectado con la Federación en ese momento, así que desconocía
el trabajo realizado por Estadounidenses ciegos para aprobar esta
importante legislación. Entre otras cosas, por primera vez ordenó que
los votantes ciegos
pudieran votar
De forma independiente y privada (derechos de los que otros habían
disfrutado desde la década de 1700 en el caso de los hombres,
1920 en el caso de las mujeres
y 1965 en el caso de los votantes de color.
Aunque no formé parte de la realización de la Ley de Ayuda a América a
Votar, HAVA, ciertamente me he beneficiado de su aprobación. El primer
año que las nuevas máquinas estuvieron disponibles
en Kansas
Fue casualmente el año en que mi querida vieja amiga, la señora Gonzales
se retiró como trabajadora electoral.
Gracias a ella y a la Federación, nunca fuí puesto en una situación a la
que muchos se han enfrentado
donde deben confiar y depender en extraños para que les ayuden a acceder
a la boleta electoral.
De hecho, nunca tuve que enfrentarme a ese miedo hasta el año 2020, pues
en respuesta a la aparición del virus COVID-19, el estado de Kansas
decidió cambiar
la programación de las primarias democráticas de 2020 en una elección
solo por correo postal.
Lamentablemente, se prestó poca o ninguna consideración a la
asequibilidad para los
votantes ciegos y con discapacidad para acceder material impreso.
Esto fue a pesar de muchos intentos de la filial de Kansas de llamar la
atención sobre las lagunas que ya existían en el voto ausente, la
votación anticipada, y registro en línea en el estado.
Me enteré de esta decisión o cadena de decisiones cuando llamé a la sede
del partido para solicitar una boleta asequible.
No solo me dijeron que no había opciones asequibles; sino que ni
siquiera me enviaron la inasequible.
Así es como llegué a la primera vez que no voté. Por supuesto, no estaba
solo. Muchos miembros activos de la Federación en la filial de Kansas se
encontraron
en la misma situación.
Trabajando bajo el liderazgo de Mark Riccobono, estamos tomando medidas
para proteger nuestros derechos en futuras elecciones. Sinceramente,
ojalá que
la infame primavera de 2020
sea la única elección en la que nunca voté, ¡y que podré disfrutar de
una votación privada e independiente en el futuro!
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